EL ESPEJO MÁGICO (Por Jose Carlos León)

**Agradezco a Jose Carlos León el anticipo que hace al blog del articulo que mañana saldrá publicado en su periódico "El Día de Córdoba" relativo a la gran gesta del equipo Claritas Iulia de Espejo que de la mano de su gran mentor Luciano Chamizo se ha proclamado campeón junior masculino de la provincia de Córdoba. José Carlos con su tino habitual impregna su pluma de inusitada emoción y nos deleita con el relato del título conseguido por los espejeños**.

EL ESPEJO MÁGICO

El deporte base tiene la capacidad de escribir grandes historias en elrincón más pequeño, de labrar hazañas que se recordarán con los años en localidades que nunca soñaron con ser protagonistas. El cine ya lo contó con Hoosiers, ese bonito relato del equipo de un instituto en el recóndito pueblo de Hickory (Indiana).

Córdoba también tiene sus particulares hoosiers gracias al Claritas Iulia de Espejo, que completó una de las historias más bellas que se han escrito en el baloncesto cordobés en los últimos años, el cuento con final feliz en el que un pueblo de apenas 3.500 habitantes ve cómo su equipo se proclama campeón de la liga júnior, la más preciada de las competiciones provinciales.

El equipo ucubitano alcanzó el título tras una temporada fantástica en la que se proclamó campeón de la fase regular con un balance 20-2. Posteriormente, superó en las semifinales al Salsas Musa (2-1) y ya en la final pudo con la talentosa generación de El Carmen (campeones en infantiles y cadetes) a la que superó por 2-0 (88-75 en el primer partido y 69-73 en el segundo) para proclamarse por primera vez en su historia campeón provincial.

Porque a lo largo de los últimos años clubes con solera como Peñarroya, Montilla o Priego habían roto la tradicional supremacía de los equipos de la capital para hacerse con el título más preciado, pero nunca una localidad tan pequeña se había atrevido a romper el orden establecido.

Es la culminación de una labor que arrancó hace cinco años, cuando Luciano Chamizo, alma del baloncesto en Espejo, se hizo cargo de un grupo de jugadores cuando sólo eran infantiles de segundo año. Esa temporada se quedaron a las puertas de los play off, algo que alcanzaron por dos veces en cadetes (siendo eliminados ambos cursos en cuartos) y que explotó al llegar a júniors.

El año pasado, pese a ganar la fase regular y llegar como favorito a los play off, el Claritas Iulia cayó en semifinales por su inexperiencia en los momentos clave, pero esta vez todo fue diferente. "Es lo más grande que nos ha pasado en nuestra historia. Algo muy grande para un pueblo pequeño", admite Luciano, que como todos sus jugadores se emocionó cuando al llegar a Espejo tras ganar el título se encontró el recibimiento de 500 personas en el Paseo de Andalucía para celebrar la gesta.

Es el premio a la madurez de jugadores que como Antonino, Antonio Rafael, Rafa Gallardo, Marcial o Manolo Gallardo han ido creciendo año a año hasta convertirse en campeones. "Pero también tenemos que acordarnos de Iván o Rubén Sánchez, que ya pasaron la edad júnior y no han podido disfrutar de este éxito", dice Chamizo, quien reconoce que "el salto de calidad lo hemos dado con Carlos Raya y Agustín Pérez", dos jugadores que la pasada campaña militaron en el Montilla y que llegaron al Claritas Iulia para darle ese plus de competitividad que ya tenía uno de los equipos más vistosos de la categoría.

Porque hablar del Espejo es hablar de frescura, de baloncesto ofensivo, de calidad y talento sin ataduras. "Doy rienda suelta a mi equipo", reconoce Luciano, "porque en estas categorías no entiendo las ataduras de los sistemas y las posesiones largas. Esto es baloncesto de formación, no la ACB, y se trata de que los jugadores exploten, que se diviertan y corran. Si además consigues que se desarrollen individualmente y como colectivo, ya es un éxito". "Y sobre todo, si de algo estoy orgulloso, es de que sean un grupo", apunta su entrenador. "Salen juntos, son amigos y una piña", añade, "pero además son unas máquinas estudiando".

El año que viene muchos se irán fuera a estudiar y puede que el grupo se rompa, pero para siempre quedará escrita la historia del Claritas Iulia, el relato del campeón júnior de 2010.

AUTOR: José Carlos León (Redactor del Día de Córdoba)