EL ARBITRAJE

Creo que hablar de baloncesto y no meter dentro del cesto a los árbitros es un gran error, sin ellos sería imposible poder jugar cualquier partido, son una parte muy importante de este juego, por ello quiero dedicar este artículo al arbitraje.
La misión del árbitro es quizás la mas difícil del baloncesto, cuando hay problemas en una cancha de juego tenemos que buscar las soluciones entre todos, a veces lo mas fácil es responsabilizarlos a ellos y pretender que ellos solucionen todo.
La principal virtud que tiene que tener un árbitro es la de ser imparcial, pero a veces se ven sometidos a una presión desorbitada por parte de todos (público, prensa, delegados, entrenadores, jugadores), esa presión no es fácil de llevar y de alguna manera les puede influir en su imparcialidad de forma inconsciente. Indudablemente todos los árbitros quieren ser imparciales pero no siempre se consigue.

Otro aspecto que se le debe exigir a un árbitro es saber aplicar las reglas adecuadamente a cada situación que se de en la pista, y se nota cuando un árbitro está de verdad preparado y cuando no, lo mismo que se nota con los entrenadores, jugadores, etc. No se trata solo de conocer perfectamente el reglamento (estoy seguro que la mayoría de ellos se lo conocen), creo que la función del arbitraje va mucho mas allá (se trata de entender el juego, su espíritu, su sentido, etc).
En muchas ocasiones los entrenadores no facilitamos la labor de los árbitros, las continuas y reiteradas protestas desde el banquillo no se deben de permitir, a veces intentamos coaccionar con ellas a los árbitros, es supermanido el pretexto de "yo intento sacar para mi equipo lo que puedo" , incluso voy a ir mas lejos nos jactamos de forzar intencionadamente una técnica y luego incluso llegamos a presumir diciendo "a raíz de la técnica ya no pitó nada, cambió totalmente el sentido del arbitraje",¿Estoy diciendo alguna mentira?, todos sabéis que no. Un buen árbitro debe saber controlar esto, y no debe de tolerar ninguna coacción ni ninguna influencia en el juego.

El último factor que quiero destacar es el trato humano, se debe de saludar a todos los árbitros al comienzo del partido (igual ellos a los entrenadores), creo que este saludo debe ser afectuoso y sincero, pero no que se convierta en peloteo y dar vaselina a ver si consigo ganarme su simpatía para el partido que se va a desarrollar. No somos rivales ni enemigos, nuestro rival deportivo es el equipo contrario, el árbitro es el juez que administra las reglas y debe haber un respeto mutuo de árbitros a entrenadores y jugadores y viceversa. Tampoco es malo hablar durante los partidos con los entrenadores y jugadores, eso sí sin permitir salidas de tono, ni tampoco diálogos repetitivos y continuos que no hacen sino parar e interrumpir el juego.
En Córdoba tenemos en los últimos años una hornada muy buena de árbitros, de la que todos nos deberíamos sentir orgullosos. Tener dos árbitros ACB (Antonio Conde que ya pita competiciones internacionales y Jorge Muñoz), es un lujo que no está al alcance de cualquiera. He visto crecer a estos dos árbitros, cada uno con su estilo y personalidad, y os puedo asegurar que se lo han currado de lo lindo, en esas canchas colegiales, en muchos pueblos y ciudades andaluzas y ahora han llegado a la cúspide, realmente se lo merecen y estoy seguro que aún van a destacar más, se que van a seguir siendo humildes y van a seguir aprendiendo día a día.
Pero detrás de estos árbitros hay otra generación que ya va pidiendo paso, Juan Gabríel Martínez Reyes, Miguel González Aroca, Alberto Aragonés, etc . Eso debe ser un estímulo para los demás, pero hacen falta mas árbitros, especialmente para las categorías inferiores, por ello el Colegio de Árbitros cordobés no se debe dormir (se que no lo harán). Además no se deben de olvidar las campañas de captación, de formación y de actualización arbitral. Sinceramente y para terminar, podemos estar contentos de nuestros árbitros en Córdoba.