HUESCA SALE DE SU MALA RACHA ANTE UN CAJASUR AL QUE LE PESÓ EL ÚLTIMO CUARTO

El C.B. Peñas rompió su racha de cuatro derrotas consecutivas y de paso se estrenó en el Palacio de los Deportes después de tres intentos frustrados. Fue lo mejor de un partido demasiado revolucionado en el que los árbitros acabaron desquiciando a todo el mundo. Pero en esta ocasión, el Peñas supo encontrar el rumbo en un último cuarto pletórico y con nueve puntos de renta (64-55) logró sacar provecho de la precipitación del rival. En las condiciones que llegaba el equipo peñista a la cita, marcado por su mala dinámica y falta de jugadores, el triunfo, que no es poco, supo a gloria.

Jordi Balaguer pudo al fin contar con diez hombres, el banquillo estaba poblado y no daba esa sensación y desamparo de las últimas semanas, aunque Asier García se quedó inédito. El estreno de Gitterer ayudó al juego interior, pero las piezas claves fueron los hombres que están llamados a liderar el equipo. Wolfram volvió a su nivel; Garrido ganó el duelo de bases con su tocayo andaluz y fue muy importante en el estirón definitivo; Aranda jugó muy centrado y Valdivieso puso el corazón y la calidad en los momentos más críticos.

Con este cuarteto al nivel que se le supone, el Peñas ofrece la solidez mínima imprescindible para aspirar al triunfo ante cualquier contendiente, sobre todo si los acompañantes no desentonan y se aplican en las tareas defensivas. Ayer, la defensa volvió a ser el refugio cuando las cosas no salían en ataque y, aunque con evidentes lagunas, se rozaron los 80 puntos que reclama el técnico para poder ganar.

El primer cuarto fue de tanteo. A los dos equipos les costó coger el hilo y los fallos abundaron más de la cuenta, algunos provocados por una pareja arbitral bastante caótica. El Peñas dio la sensación de comenzar con mejor tino (5-2), pero pronto cedió la iniciativa al rival, que con un parcial de 2-8 tomó la delantera (7-10) y sólo la abandonó al final del cuarto (17-15).Buena prueba de esta irregularidad fue el inicio del segundo acto. El Peñas encadenó un 8-1 esperanzador que colocó el luminoso en 21-15, pero el Cajasur le dio la vuelta con un 0-7 para retomar la delantera (21-22).

Cada equipo se conectaba y desconectaba a la misma velocidad que lo hacía el rival, con rachas de acierto que evidenciaban una falta de consistencia evidente (30-26). Para seguir la imitación, hasta en los cambios se contagiaron los dos técnicos: Balaguer hizo debutar a Gitterer a la vez que Gomáriz daba la alternativa al NBA Sánchez, mientras los dos equipos seguían con el intercambio de golpes y se relevaban en el marcador hasta el descanso, que dejó el choque en tablas (39-39).

El dominio andaluz en el rebote (16-11) lo paliaba la actividad de la tripleta formada por Aranda, Wolfram y Valdivieso y la mayor tensión defensiva de los verdiblancos, aunque era Cajasur en el que mandaba (?) en la valoración (39-51).El descanso le sentó mejor al Peñas, pero su impulso inicial (50-46) se vio frenado por Almazán (50-50) y por el despropósito arbitral. A Cajasur le habían señalado tres faltas en los 20 primeros minutos y a los cuatro de la reanudación ya acumulaba cinco personales. Pero a los árbitros les debió remorder la conciencia y se encargaron de nivelar la balanza mandando al banco a Coll con la cuarta falta y una técnica (52-53).

El caos se apoderó del partido y de una paciente afición que asistía atónita al esperpento, dejando en segundo lugar lo que sucedía en el parqué, donde los dos equipos seguían enfrascados en su particular calvario (56-55). Las diferencias eran mínimas y el conjunto peñista no lograba romper el partido, pero la dinámica era distinta, el equipo se sentía más a gusto y llevaba la iniciativa en el juego.El cambio de cuarto serenó los ánimos y el Peñas dio un estirón (64-55) liderado por Garrido que dejó tambaleando al Cajasur.

Lo más difícil se había logrado y ahora era cuestión de no dilapidar ese tesoro como había sucedido en los cuartos anteriores.Los cordobeses reaccionaron (66-62), pero su juego había perdido criterio y todo lo fiaban a la línea de 6,25, por lo que Gomáriz tuvo que consumir dos tiempos para tratar de evitar lo que ya parecía irremediable (75-64).

Con el viento de cara, sólo hizo falta asegurar el rebote defensivo y mover el balón con velocidad en ataque hasta encontrar al hombre mejor situado. Wolfram había afinado la puntería y a su alrededor todos los compañeros crecieron para cerrar la victoria con más holgura de lo que hacía presagiar el tortuoso camino en el que se había metido el equipo durante muchas fases del partido (77-69).

Frenada la caída libre, ahora el técnico tiene más tiempo por delante para tratar de meter en la rotación a todos los jugadores. Gitterer demostró que puede ser de gran utilidad porque también ayuda en ataque. El resto del banquillo todavía siguen siendo un poco irregular.

FICHA TÉCNICA:

PEÑAS HUESCA (77) : Enric Garrido (14), Jesús Aranda (13), Sergi Coll (2), Manuel Valdivieso (12) y Brandon Wolfram (20) - equipo inicial - Claudio Fonseca (4), Damián Iturriaga (0), Marc Solá (2) y Guillerme Gitterer (10).
CAJASUR CÓRDOBA 2016 (69) : Luis C. Garrido (12), Eloy Almazán (17), José A. Ferrer (10), Iván Aparicio (0) y Jeff Mallory (10) - equipo inicial - David Suka (11), Ricky Sánchez (3), Antonio Sosa (6) y José A. Expósito (0).

PARCIALES: (17-15), (39-39), (58-55) y (77-69)
ÁRBITROS: De Rada y González Cuervo. Excluyeron a Coll por faltas personales.
CANCHA: Palacio de los Deportes de Huesca. Unos 1.200 espectadores.

Fuente: DIARIO DEL ALTO ARAGÓN (Jose Mª Pardina)