La contracrónica del partido Bball Córdoba-Covirán Granada

Habia bastante interés por ver este partido entre el Bball Córdoba que venía de ganar al CB Novaschool desplegando un baloncesto de puro ataque y el Covirán Granada calificado como auténtica revelación de este grupo a pesar de que llegaba con tres derrotas consecutivas.
Un partido disputado con una buena entrada de espectadores (rondando los 800), aunque algo menos que en las últimas ocasiones en Córdoba. Pero vayamos al grano y lejos de la cronología de una crónica, que Paco Merino suele hacer estupendamente como pueden ver en la entrada al respecto del blog, intentaré a modo de flash comentar lo que para mi dio de si este partido:

(Adrián Bowie defendido por Luis López, foto de Toni Blanco-Cordópolis) 

-La puesta en escena totalmente diferente de uno y otro equipo, el equipo que entrena pablo Pin salió totalmente enchufado y con las ideas claras de lo que había que hacer, por el contrario los cordobeses salieron medio dormidos y cuando quisieron reaccionar, ya tenían  diez puntos de desventaja en el primer cuarto.

-Jaime Medina hizo un trabajo fundamental en la defensa de Adrian Bowie y además elegantmente sin hacer faltas como un descosido, trabajó a base de piernas y de anticipación la defensa del receptor y no le dejó apenas recibir balones, pero es que además Pablo Pin cuando tenía que defender al americano con balón no dejaba que este atacara 1c1, sino que le mandaba otro defensor para hacerle soltar el balón y que no asumiera decisiones individuales, lo dejaron en 11 puntos y no fue fruto de la casualidad sino del trabajo planificado y del esfuerzo de sus defensores (en otros momentos Luis López, etc).

-Esa defensa de 2c1 provocó bastantes situaciones de los otros atacantes que podían jugar 1c1 de cara y a los que les llegaban ayudas, pero el equipo cordobés no pudo o no supo resolver tal situación.

-El equipo granadino fue durante tres cuartos y medio de lo mejor que ha pasado este año por Vista Alegre, luego en los tres o cuatro últimos minutos se relajó o se despistó y estropeó lo que podía haber sido una actuación perfecta. De todas maneras mostró un gran equilibrio defensa-ataque, dos hombres importantes por puesto, muy buenas rotaciones en las que el teórico suplente mantenía la intensidad del teórico titular, un equipo en el que todos los jugadores aportan en ataque (4 hombres en dobles dígitos y si Pablo García su base no se lesiona hubiera sido el quinto), un equipo con buen rebote y que no especula en ataque, con un juego directo buscando la canasta pero sin excesivas locuras.  

-Lo siento en el alma pero no puedo dejar de decirlo, es el primer partido oficial de este año en el que no he visto competir al equipo de Manuel Jiménez "Júnior", con un Adrian Bowie entre desganado, cansado o bien marcado, un Javi Franco que no se metió nunca en el partido y muy lejos de su nivel habitual y unos porcentajes de tiro horrorosos especialmente en tiros libres (50%, 14/28) y en tiros de dos (49%, 20 de 41). No rebotéo como habitualmente lo hace y eso le costó casi con toda seguridad no llevar el ritmo del partido y jugar al son que marcó Covirán Granada.

-La dirección de juego de los bases granadinos Álvaro Nogueras y Pablo García superó en regularidad e ideas a la de los bases cordobeses Jesús Gama y Luis Rodríguez, pero donde el partido se rompió definitivamente fue en la batalla bajo aro en la que los pívots granadinos Javier Hernández (vi detalles bastante buenos en este jugador), Berni Castillo, Nacho Pin y Roberto Gómez fueron muy superiores a los cordobeses, hasta el extremo que por primera vez en esta temporada en Córdoba el equipo jugó bastantes minutos sin un pívot nato (creo entender porque el entrenador cordobés no estaba conforme con la actuación de sus hombres interiores). Los pívots granadinos anotaron (44 puntos), sin contar la aportación de Oscar Anguita que en algunos momentos ocupó dicha posición y los pívots cordobeses (15 puntos, sin contar la aportación de Pepe Varo que también jugó algunos minutos de cuatro). Y si nos fijamos en rebotes (24 de los pívots granadinos por 12 de los locales).

-Por último ambos equipos perdieron demasiados balones, 21 los locales y 23 los visitantes, en la mayoría de las ocasiones fueron pérdidas evitables, aunque otras provocadas por las buenas defensas. Los dos equipos en momentos puntuales defendieron en zonas, los granadinos generalmente tras tiempo muerto y los cordobeses lo intentaron en los saques de fondo, aunque dos triples consecutivos del base Pablo García les hicieron desistir de mantener la idea.