El entrenador que "MIRA PARA OTRO LADO"

Esta frase se acostumbra a utilizar en nuestra vida diaria en muchos contextos, he sacado de un diccionario linguístico expresiones como: "Es inadmisible mirar hacia otro lado ante este grave problema", "No podemos mirar para otro lado se vivió en Brasil y ahora aquí", "Hay que identificar a los culpables, no podemos hacernos los sordos ni mirar para otro lad", "Las instituciones europeas no pueden mirar para otro lado", "Puedes ignorar el peligro y mirar para otro lado", etc. 

La expresión "mirar para otro lado" y todo el significado que conlleva se puede extrapolar a cualquier situación de la vida diaria y por supuesto al terreno baloncestístico. Me he dedicado al terreno de la enseñanza y he visto muchas situaciones de este tipo con los profesores, muchas veces por comodidad y para evitar meterse en problemas, por no tener conflictos con los padres, con el equipo directivo e incluso con los propios compañeros. Una situación al respecto que como Jefe de Estudios y Director que me rechinaba era la diferente manera de atajar los conflictos en el patio de recreo de cada profesor que vigilaba, ante una rifirrafe entre alumnos había quién se metía de lleno en resolver el conflicto aunque sabìa que esto le pudiera acarrear mareos, reuniones con los alumnos y padres con falta de comprensión incluida y también había los típicos que se desentendian del problema y miraban para otro lado.

En el mundo del baloncesto a los entrenadores nos pasa igual y en muchos ámbitos y facetas, eludimos nuestra responsabilidad o fallamos a nuestros principios por tal de continuar en nuestro puesto o conseguir falsos objetivos que a corto plazo pueden evitarnos problemas, pero que a largo plazo nos pueden marcar en el camino o en la propia reputación de cada cual.

"Miramos para otro lado", cuando con tal de ganar dejamos cadáveres en el camino.

"Miramos para otro lado", cuando nos beneficiamos de nuestros jugadores para beneficios propios como puede ser ganar un campeonato y que nuestro nombre suene mas en el mundillo o en nuestro Reino de Taifas y no pensamos tanto en la formación y mejora de nuestros jugadores, el clásico ejemplo de tener en edades tempranas un jugador muy alto que ha crecido antes que los demás y lo ponemos debajo del aro sólo para intimidar y meterla desde abajo al no soler tener oposición de jugadores de su estatura y no nos preocupamos de enseñarle fundamentos que necesitará en el futuro.

"Miramos para otro lado", cuando al figura de turno le permitimos todo y a los demás jugadores les exigimos todo. Al "figura" le permitimos cualquier fallo o error, o no lo abroncamos como a los demás.

"Miramos para otro lado", cuando ponemos una norma y en función de quién sea no la cumplimos, por ejemplo cuando decimos que el que falte a los entrenamientos de forma injustificada no jugará o jugará menos y no lo hacemos.

"Miramos para otro lado", cuando permitimos comentarios o expresiones inadecuadas de algún directivo o presidente por tal de permanecer en nuestro puesto de entrenador.

"Miramos para otro lado", cuando ante una derrota le echamos la culpa a los demás y no nos miramos a nosotros mismos, bien sea a los árbitros, a nuestros propios jugadores, etc. 

"Miramos para otro lado", cuando no estamos de acuerdo ante cualquier norma o decisión federativa y no vamos a exponerlo de forma directa y clara por temor a posibles represalias de diversa índole.

"Miramos para otro lado", cuando no actuamos con total responsabilidad y después queremos resultados, por ejemplo cuando no preparamos los entrenamientos e improvisamos.

"Miramos para otro lado", cuando permitimos la intromisión en nuestra labor de algún padre y no le paramos los piés a tiempo.

"Miramos para otro lado", cuando en nuestro club se comete una injusticia con un compañero y aún a sabiendas de que es así pasamos olímpicamente del tema y no somos solidarios con él, como dice el refrán no pensamos en que "cuando las barbas de tu vecino veas cortar, echa las tuyas a remojar".

"Miramos para otro lado", cuando no miramos a los ojos a nuestros jugadores en un tiempo muerto y no somos capaces de tomar decisiones inmediatas ante lo que nos transmiten con su lenguaje gestual.

"Miramos para otro lado", cuando un jugador al ser cambiado se va despotricando y haciendo gestos inadmisibles y nos hacemos los suecos.

"Miramos para oro lado", cuando ante una acción de indisciplina o de no cumplimiento de las normas no tomamos las medidas oportunas.

Hay muchas mas situaciones que podriamos enumerar pero creo que con las que he citado son mas que suficientes, hay quién piensa que no es de inteligentes meterse en charcos ajenos y que para que meterse en donde no nos llaman, posiblemente tengan parte de razón, por eso a unos les va de una manera y a otros de otra, quizás los que piensen así incluso habrán escalado mas posiciones en el escalafón, habría que entrar en el terreno de los principios y valores de cada cual.

Tengo que confesar que yo nunca he sido de los de "mirar para otro lado", siempre me he mojado aunque me haya costado disgustos y problemas, me atrevo a definimirme como una persona trabajadora responsable, honesta y humilde, nunca he sacado pecho de nada porque la experiencia me ha demostrado que a la minima que saques un poquito siempre llega un rival o alguien que te lo hunde y te lleva a la realidad. Sin embargo quizás haya podido ser en algún momento una persona incómoda, porque en mi terreno no he permitido que nadie se inmiscuya ni nadie me pise, siempre he dicho lo que pienso y por eso quizás no haya llegado mas alto, aunque todo hay que decirlo con los años he ido aprendiendo a contar hasta mas de diez, a tener mas paciencia, pero eso si "sin mirar para otro lado".