**Bill Masterson Director de Marketing del Bball Córdoba de Baloncesto, hombre afincado en Córdoba y muy apegado al deporte me envía este artículo que aunque aparentemente podria referirse al fútbol, es totalmente extrapolable al baloncesto. En realidad se refiere al liderazgo de un grupo, de un equipo y el ejemplo de Simeone con el Atlético de Madrid es el mejor que se podría escoger, ha conseguido que titulares, suplentes, directivos y afición naveguen en el mismo barco y confién totalmente en la persona que junto a su staff técnico maneja el timón, indudablemente es un ejemplo a seguir y del que todos los entrenadores debemos tomar nota**
(Foto extraída de www.periodistadigital.com)
EL EQUIPO DE SIMEONE, UN GRAN ATLÉTICO (Por Bill Masterson)
“Usted consigue el mejor esfuerzo de los demás, no
exponiéndolos a una hoguera, sino cuando enciende un fuego en su interior”. D.
Roberto Nelson
Desde hace años, he observado a directivos de empresas,
mandos militares, entrenadores entre otros muchos puestos de responsabilidad.
Por desgracia, mi percepción de un porcentaje elevado de los mismos es todo
menos positivo. En primer lugar, por la falta de autentica vocación de servir a
los miembros de sus correspondientes equipos. Incluso, muy al contrario. Estos
tecnócratas, exigen que los demás sirvan a su persona; que reciban sus
instrucciones y que cumplan con sus órdenes de forma tajante e inmediata. Se
consideran como autorizados de ejercer el poder, olvidando que no gozan de
autoridad frente a las personas. Dicha autoridad lo otorga el equipo que acepta
a su jefe y creen en su persona. No al revés. Hay que ganarlo. En resumen, un
tecnócrata se confunde en pensar que por su formación y conocimiento de los
aspectos técnicos de su trabajo, manda. Se olvide que la primera prioridad de un
mando es de construir su autoridad, no en consolidar el poder; en ejercer
influencia, no en intimidar. Simeone es primera “persona” y esto se ve
claramente por el comportamiento de los jugadores hacia su persona y la
demostración continuada de creer en ellos mismos y en se entrenador que ha
logrado “encender un fuego en su interior”.
Segundo, muchos mandos se obsesionan por el comportamiento de
los demás, sin tomar en cuenta su propio comportamiento que en muchos casos es
dictatorial y bordando en lo paternalista. El mando que profesa al liderazgo se
reserva inicialmente a revisar e analizar su propio comportamiento. ¿Cuántos
entrenadores critican a sus jugadores en momentos de crisis? ¿Cuántos
entrenadores demuestran una falta de apreciación por el conjunto de su equipo,
alabando a los individuos en vez de aplaudir la actuación de un equipo que
comparte los mismos criterios de juego y persiguen los mismos objetivos? Simeone
raramente habla de individuos y desde luego reconoce que nadie es insustituible.
Incluso, el mismo.
Tercero, se equivoca totalmente en considerar que las
personas actúan únicamente por la zanahoria económica. Evidentemente, el dinero
es importante, pero cuanto más una persona sube en la escala de MASLOW y cubre
más holgadamente sus necesidades básicas de alimentación, techo y confort, menos
importancia tiene. En el deporte profesional como en la empresa es chocante de
percibir la falta de lealtad y el espíritu mercenario que algunos de los
supuestos ídolos demuestran. Los ejemplos son abundantes; Romario hasta
Maradona. El autentico líder ni permite ni estimula el comportamiento de unos
nuevos ricos profesionales. A noche, tuve que escuchar en un programa importante
de deportes la siguiente opinión; “El Atlético tiene un problema gordo en jugar
los Finales. Muchos de sus jugadores están en la diana de grandes equipos con
mucho dinero y ellos no pueden competir con los millones que ofrecerán.” Los
grandes líderes atraen a grandes jugadores y para Simeone nunca habrá una falta
de candidatos con potencial. Además, no es un tipo que acepta al chantaje
económico. Los estudios realizados demuestran que nadie desea pertenecer a un
equipo con falta de liderazgo. Se van y, en la mayoría de los casos, buscando
opciones profesionales de mayores responsabilidades. Raramente, se da como
razón principal de cambiar de empresa el tema económico.
Por ultimo, observo que Simeone sienta autentico amor y
respeto por los miembros de su equipo. No es protagonista en los momentos que
corresponden a sus pupilos. Acepta gozosamente el segundo plano. El equipo es
suyo y no por casualidad. Ha ganado el derecho del Liderazgo del Atlético de
Madrid. Todos debemos aprender del Cholo Simeone; su ejemplo como jugador y un gran ATLÉTICO.
AUTOR: WILLIAMS MASTERSON
Muchas gracias Eduardo por permitirme "colgar" en tu blog. En el caso de los entrenadores y, sobre todo, de pupilos jóvenes, la responsabilidades enorme y no debe corresponder a cualquier individuo. La selección de las personas debe ser realizada según un perfil de aptitudes, actitudes, conocimientos, habilidades deseadas en la persona y con un seguimiento estricto de su funcionamiento. Es curioso que hablemos siempre de valores y en influir en las chicos y chicos de forma positiva y duradera. La prueba del éxito o de fracaso de un líder es el cambio positivo que consigue en el comportamiento de los miembros del equipo. ¿Es un cambio positivo o destructivo? ¿Hasta que punto influyera el trabajo del entrenador en una vida más productiva y un comportamiento guiada por valores que permiten al chico/a vivir y prosperar dentro de una estructura constructiva? No debemos olvidar que una vida de atleta profesional no esta al alcance de la inmensa mayoría y nuestra obligación es de dejarles con algo de valor.
ResponderEliminar