"Hijo" de Vidorreta
Javi es el paradigma del tópico, la extensión del entrenador en la pista. Dirije como tal --5.2 asistencias, el 3° de la ACB-- y no se esconde para anotar (11.4) en un bloque que hace de la defensa la clave de su éxito ("Si te meten ochenta cada noche, bajas seguro", advierte) y ajusta al máximo sus posesiones.
La confianza de Vidorreta es máxima y sale a la vista en los minutos jugados (29.59), no ahora, sino siempre. Solo con Marcelinho Huertas, perdió tiempo un capitán que en ocho años solo se ha perdido dos partidos por una apendicitis.
Su relación con Txus Vidorreta es casi paternal y nace en el cadete del Maristas, ese colegio en el que cateó Calderón. "Ese año el Tau ganó en nuestro frontón y Calderón metió 40 puntos o más. En Vitoria, en el último partido, superamos esa diferencia y fuimos al Campeonato de España. Acabamos cuartos", recuerda Javi, perteneciente a la gloriosa generación del 80, los chicos de oro (Gasol, Navarro, Felipe Reyes, Raül, Calderón...). Él fue uno de los últimos descartes del recordado Mundial júnior de Lisboa. "He tenido la suerte de coincidir con ellos, pero al jugar en un colegio no pude progresar como los que entrenaban en una estructura de club".
Puesto el techo bilbaíno en la EBA su sufrió un destierro de tres años en León. Fue cuando Vidorreta tomó las riendas del club y se acordó de sus fundamentos. Le reclutó para una causa que era suya. "Hago que el equipo juegue y doy fluidez al ataque. Es difícil porque te defiende un tipo grande, no te deja pensar o llevas tres faltas, y siempre debes poner orden, organizar y transmitir esa seguridad". Y así lleva ocho años, jugando al lado de casa, como cualquiera.
Soy el jugador de baloncesto cubano Gabriel Abraham Rojas. Les felicito por su trabajo en favor del baloncesto.
ResponderEliminarGabriel Abraham Rojas
Gracias Gabriel Abraham,¿por cierto en que equipo juegas?, ¿de que ciudad?. Suerte
ResponderEliminar