Esta mañana me llegaba la noticia del fallecimiento de Antonio Millán Berral, una gran persona que hizo historia como jugador (Córdoba OJE y Juventud de Córdoba) y como entrenador (Córdoba OJE, Magisterio, Maristas (alrededor de veinte años) y Vu-Meters.
(Grupo de entrenadores de Maristas en 1980, Antonio en el centro con bigote)
Antonio Millán fue uno de los pioneros del club Juventud, que presidido por Andrés López, ascendió a Tercera División en la temporada 75-76, con una hornada de jugadores como Enrique Garrido, Guillermo Díaz-Barby, Antonio Cantillo, Manolo Doblaré, Juan García, Pepe Orozco, Juan Ruiz, Francisco Salinas, Emilio Doblaré, Antonio Jiménez y Manolo Ceballos con Abilio entrenador. Un club que creció como entidad y que con el paso del tiempo llegó a la "Primera B", segunda categoría nacional.
Para mí ha sido un auténtico "palo" esta noticia, Antonio era uno de mis mejores amigos y tengo multitud de vivencias y anécdotas con él. Me apena tener que escribir estas líneas, pero creo que lo menos que puedo hacer en su memoria, es recordar su paso por el Baloncesto de Córdoba, que seguramente los mas jóvenes desconozcan.
Lo conocí cuando empecé a estudiar Magisterio allá por el curso 1968-69 y coincidimos en la carrera aunque estábamos en cursos diferentes. Los fines de semana salíamos juntos, colegas de pandilla antes de echarnos novias y casarnos. No se me olvidará nunca un verano entero que nos juntábamos para estudiar en casa de sus padres todas las noches para preparar las asignaturas que a ambos nos habían quedado para septiembre. Siempre con la misma rutina, tras cenar en nuestros respectivos domicilios, íbamos al cine de verano que había próximo a su casa en el Campo de Deportes San Eulogio, estudiábamos hasta la madrugada, dormíamos por la mañana y por la tarde íbamos a las Instalaciones del Sector Sur donde había una piscina y cancha de baloncesto, nos bañábamos y no nos cansábamos de jugar pachangas de baloncesto.
(Antonio Millán, de pié con cazadora)
En aquel entonces él jugaba de pívot en el Córdoba OJE que en aquella época militaba en Segunda División Nacional, con históricos como Pepe Orozco, Fernando Lara, Enriquito, Roche, de Hoces, Manolo González, Abilio Antolín, etc.
En la Escuela Normal de Magisterio se formó un equipo de baloncesto para disputar los campeonatos universitarios, un día como Antonio Millán era uno de mejores amigos fui a verlos entrenar y creo recordar que estaban nueve, me dijeron que me animara a meterme a jugar con ellos para poder estar diez y jugar un 5 contra 5 y ahí empezó mi relación con el baloncesto, yo estaba próximo a cumplir 17 años, como podéis ver comencé a jugar bastante tarde, hoy día por suerte se empieza a jugar a edades mucho más tempranas.
Mi primer equipo fue Magisterio, pero rápidamente Antonio Millán que había sido nombrado entrenador del equipo júnior de Córdoba OJE y yo estaba en esa edad, me reclamó y me fichó para su equipo. Con mis 1´87 metros de altura y muy delgado, me hizo jugar de ala-pívot y en poco tiempo aprendí una enormidad, Antonio era un entrenador muy bueno enseñando técnica individual y un auténtico especialista en los movimientos de pies del pívot, sin duda el mejor que he conocido en esa faceta.
Nunca perdimos el contacto ni como amigos, ni como docentes (maestros), ni como entrenadores. Coincidimos muchos años como entrenadores del Club Baloncesto Maristas, alrededor de 20 años hasta que él decidió dejar el club, aunque siguió entrenando al Vu-Meters Senior Provincial que curiosamente también entrenaba en el Colegio Cervantes.
En la temporada 1984-85, me pidieron que me hiciera cargo del equipo sénior masculino del club que entonces militaba en Tercera División Nacional (la tercera categoría de la época) y hablé con Antonio Millán para que ejerciera de segundo entrenador. El hermano Juanjo que era el Director de Maristas nos pidió que intentáramos hacer un equipo con el máximo de alumnos del colegio y así lo hicimos, nos basamos en gente como Ramiro Angulo, Rafa Hueso, Pablo y Carlos Gallego, Bruno Lozano, Juan Ruiz (q.e.p.d), Fernando Román, Manolo Pedraza, Pablo Gómez, Ezequiel Montero, Serrano, Moyano, Dantas, curiosamente también jugó con nosotros el Hermano José Luis (un cura joven que vino destinado creo recordar desde Extremadura a Maristas y que se fajaba como un auténtico jabato) y dos ilustres veteranos casi de mi edad como Juan Fuentes y Juan García “Gori”, que fueron los dos auténticos referentes de su equipo.
Los jugadores que eran de edad júnior jugaban su competición provincial con Antonio Millán de Entrenador y alternaban con el equipo de Tercera División. Antonio era mi segundo con los séniors y yo era su segundo con los júniors. Fue un año muy bueno para ambos, En Tercera División nos clasificamos los quintos y con opciones de ascenso hasta las jornadas finales y en categoría junior el equipo dirigido por Antonio Millán fue campeón provincial y disputó la Fase de Sector del Campeonato de Andalucía.
(Partido en la cárcel de Córdoba, Antonio el 2º por la derecha de pié)
Antonio entrenó bastantes temporadas en Maristas, por sus manos pasaron muchos jugadores de todas las categorías desde benjamines a seniors, era muy bueno trabajando los fundamentos en formación y tenía muchos conocimientos, era un padrazo para todos sus jugadores y todos lo querían. No le llamaba la atención entrenar en seniors, en EBA, etc, a él le gustaba enseñar a los más jóvenes y disfrutaba con eso. Nunca se obsesionaba con la competición, era paciente y no se saltaba los pasos, pero por encima de todo era mi amigo.
Podría seguir contando bastante más anécdotas, pero quiero finalizar incidiendo en que además de un buen jugador y entrenador de baloncesto, Antonio Millán fue un gran profesor de Matemáticas, de hecho preparó a mucha gente en dicha asignatura para el Bachillerato y COU y también estuvo muchos años ejerciendo la enseñanza a través de la radio (creo que era Radio ECCA, con compañeros como Rafael Barroso de Eguilior, Manolo Cadenas, etc). Lastima de su pérdida pero su mujer Rosa y sus hijos Carlos, David, Álvaro y Sergio pueden estar más que orgullosos de su marido y padre. Descansa en paz amigo, dejaste mucho bueno sembrado, siempre estarás en mi corazón.
Gracias por tu reconocimiento a nuestro amigo Antonio, esta mañana ha sido muy triste recibir la noticia de que se nos ha ido para siempre, aunque siempre en nuestros corazones. Perdurará esos momentos que echabamos de tertulia en la cafeteria del Colegio Cervantes, en la que nos reiamos y disfrutabamos de sus anectodas que siempre alguna habia alguna que contar y de su maestria como entrenador. Para los que nos hemos desenvuelto en los 90 en el baloncesto de Cordoba sabiamos lo gran entrenador que era aunque su trabajo y la dedicacion hacia sus hijos (Carlos, David y Sergio) le impedia darse mas a conocer en este mundillo. Ellos y Rosa su compañera como dice Eduardo, tienen que estar orgullosos de haber podido compartir estos años con ese "giganton" que todo lo que tenia de grande lo tenia de persona maravillosa. D.E.P. fuistes muy grande en todos los sentidos!!
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