Comenzaba la competición tras las vacaciones navideñas para los equipos cordobeses de Primera Nacional Masculina y los resultados no han sido demasiado buenos con sendas derrotas para nuestros representantes.
Peñarroya y Bball Córdoba no dieron el nivel que se les supone en ninguna de las dos confrontaciones y sus opciones de estar en la zona noble por el momento han bajado bastantes enteros, los de la capital llevan tres victorias y tres derrotas en cuarta posición y los peñarriblenses con dos victorias y cuatro derrotas en sexta posición (recordemos que el grupo lo componen ocho equipos).
Ayer presencié en directo el partido que Bball jugó ante Alhaurín y la verdad es que no se muy bien con que quedarme, un primer tiempo bastante aceptable especialmente en defensa con buena actitud y ganas de todo el equipo (ventaja de ocho puntos al descanso, 34-26, hubo incluso ventajas de hasta 13 puntos creo recordar), con todo encarrilado, llevando el ritmo del partido y agradando a los espectadores (por cierto con una entrada bastante buena, incluso superior al año anterior en EBA) y un segundo tiempo para olvidar en el que se encajó un parcial de (27-44), sin saber reaccionar y en el que el nefasto tercer cuarto (9-27) inició la debacle.
Se del enorme esfuerzo que se está haciendo por sacar la nave a flote por parte de todos (Bill Masterson, Jesús Lázaro, Paco Gutiérrez, Rafa Gomáriz, Júnior, etc) y da coraje que los dos partidos como local se hayan perdido, en casa el equipo hasta el momento no ha adquirido una estabilidad y regularidad en su juego, los jugadores alternan muy buenas acciones con otras no tan buenas, hay momentos dentro del partido que defienden como cosacos y otros que no muestran la intensidad necesaria, algo parecido pasa en ataque en el que se juega un poco a tirones (rachas de fluidez en el juego, con buena circulación de balón, búsqueda de buenas opciones, un pase mas cuando hace falta, etc) y en poco espacio de tiempo el equipo se muestra con las ideas nubladas, con miedo a fallar, sin decisión y sin optimizar sus recursos (que por supuesto los tiene), el rival se va envalentonando comienza a pensar en que puede llevarse el partido y al final sabe gestionar las emociones mejor que los locales y se lleva el triunfo.
Lo mejor bajo mi punto de vista es que fuera de casa el equipo ha ganado partidos mas que importantes (Nerja, Dos Hermanas y Vélez) y eso quiere decir que el equipo cuando se pone las pilas puede y tiene capacidad para ganar a cualquiera. Tiene que llegar la reacción y ahora llega un derbi ante Peñarroya en el que habrá que dar el "do de pecho" para intentar estar con los mejores. Estaremos atentos a la posible reacción de los de Gomáriz.
El CP Peñarroya cayó en Nerja, el equipo malagueño tiene mucha calidad en sus filas y caer derrotado en su cancha podría ser previsible pero no es tan normal el resultado tan abultado que se dio (103-76), de hecho Nerja nunca lo había conseguido hasta el momento. Con las recuperaciones de Juan Antonio Fuentes y Juan González (aunque este al parecer todavía no está a tope del todo), se esperaba otra cara del equipo de José A. Santaella, pero esta no se vio y los mineros no dieron la talla que todos esperábamos.
Situación preocupante del CP Peñarroya al que le espera un derbi importante, una nueva derrota le pondría al filo de casi lo imposible y no les queda otra que tratar de reaccionar cuanto antes porque las jornadas pasan y las oportunidades se aminoran.
Lo peor que les puede ocurrir a los mineros es que se bajen los brazos, parciales como ayer en el tercer cuarto (33-18), hay que evitarlos e independientemente de la marcha del marcador el CP Peñarroya siempre ha sido reconocido por su carácter luchador y esas señas de identidad siempre tienen que aparecer. Estamos seguros que el trabajo de su entrenador durante la semana hará que su equipo ponga toda la carne en el asador en el próximo derbi y se consiga escalar posiciones en la clasificación.