Cara y cruz para los dos representantes cordobeses en categoría nacional, la cara para Bball Córdoba que consiguió vencer al CB Vélez a domicilio y la cruz para el equipo de Peñarroya que no pudo doblegar al Unicaja a pesar de hacer un buen partido.
Sastreria Traperia el Asador plantó cara pero cayó por (54-63)
No pudo el equipo de Pepe Lorca con el equipo de Rafa Gomáriz que recuperó sus señas de identidad, con una defensa fuerte e intensa que consiguió maniatar a los hombres claves del equipo veleño.
El primer tiempo acabó con un (21-30) para los cordobeses, reaccionaron los locales en el tercer cuarto y se acercaron a cinco puntos (37-42), pero no se amilanaron los jugadores del Bball que con un Luis Rodríguez muy inspirado en el tiro en los últimos minutos y la seguridad y aplomo durante todo el partido de los veteranos José Antonio Ferrer y José Manuel Alastuey consiguieron traerse para Córdoba una vicoria bastante importante, los cordobeses acaban el año con un balance de (3-2) bastante interesante habida cuenta que cuatro de sus partidos han sido fuera de casa, su único lunar ocurrido la semana pasada queda ya en el olvido tras esta importante victoria.
Los malagueñós nunca se dieron por vencidos y fueron un rival rocoso y luchador en todo momento, sus hombres mas destacados fueron Emi García, Ramos y Juanjo Lorca, pero a pesar de los doscientos espectadores que les apoyaron desde la grada acudiendo a su llamada de la "Operación Kilo" no pudieron con la mayor consistencia del equipo visitante que hizo un partido muy serio.
Peñarroya pese a las ausencias dio la talla ante Unicaja
Peñarroya perdió ante el líder Unicaja por (73-81), pero esta vez fue una derrota con sabor a victoria porque pese a las ausencias de sus dos aleros titulares y mejores anotadores del equipo Juan González y Juanan Fuentes dieron la cara en todo momento y crearon bastantes problemas al equipo que entrena Manolo Trujillo.
El equipo de José Antonio Santaella sufrió también la lesión durante los primeros compases del choque de su pívot José A. Ortiz (que ya no se reincorporó) y eso fue un añadido mas a las dificultades que entrañaba el equipo malagueño con jugadores de mucha calidad, talla y envergadura pese a su juventud.
Con diez puntos de ventaja al descanso (42-52) y una perfecta dirección de juego del base F.Alonso que además se permitió el lujo de anotar 23 puntos, los malagueños encarrilaban el choque. Diatta (10 puntos), Romaric (17 puntos) y Karahodzic (12 puntos), también fueron buenos estiletes ofensivos y tras un tercer cuarto de pocos puntos (10-16), todo parecía sentenciado.
Pese a entrar en el periodo decisivo con dieciséis puntos de desventaja el amor propio y el orgullo minero salió a relucir y apoyados por un pabellón prácticamente lleno ante la llamada de solidaridad del club (recogida de alimentos no perecederos), se fueron acercando peligrosamente en el marcador gracias al empuje y acierto de Efrén Villarreal (15 puntos), Alberto Martín (17 puntos), Adolfo Santos (11 puntos) y Javi Morillo (12 puntos), este último cuajó su mejor actuación de esta temporada e hicieron sudar de lo lindo al líder que no lo tuvo claro hasta el pitido final.
Peñarroya acaba el año con un balance de (2-3) que quizás no refleje el verdadero potencial del grupo, la derrota ante Alhaurín en la prórroga fue un duro golpe pero el equipo ha dado signos de recuperación, si además se tienen en cuenta las lesiones de hombres importantes durante esta primera parte de la temporada el balance se puede considerar como aceptable, se espera que tras el paréntesis navideño y la posible recuperación de esos hombres claves, el equipo peñarriblense de su auténtica dimensión.
Peñarroya acaba el año con un balance de (2-3) que quizás no refleje el verdadero potencial del grupo, la derrota ante Alhaurín en la prórroga fue un duro golpe pero el equipo ha dado signos de recuperación, si además se tienen en cuenta las lesiones de hombres importantes durante esta primera parte de la temporada el balance se puede considerar como aceptable, se espera que tras el paréntesis navideño y la posible recuperación de esos hombres claves, el equipo peñarriblense de su auténtica dimensión.