Más allá de la clasificación para el preolímpico, más
allá incluso del valor de una medalla de bronce extraordinaria, España finalizó
el Eurobasket derrotando claramente a Bielorrusia y mostrando esa sensación de
equipo maravilloso, capaz de unir sobre la pista todos los valores del
baloncesto.
España ganó a Bielorrusia en el partido de la ilusión, de
la ambición, en el partido que permite finalizar un campeonato con el orgullo
plasmado en la mirada, con la sonrisa de satisfacción por haber cumplido
objetivos desde la brillantez, desde la eficiencia absoluta. Un bronce de
campeonas, una medalla que confirma un campeonato brillante que confirma
presente y futuro.
Abrió Alba Torrens el marcador de España con un precioso
triple, un triple repleto de rabia por reivindicar el derecho de la selección a
pelear por la medalla, por volver a mostrar la máxima ambición en el
campeonato. Bielorrusia se presentaba en la pista evidenciando la misma
presencia que muchas selecciones de un Eurobasket de un nivel medio altísimo,
de una exigencia física y técnica tan sólo al nivel de las grandes selecciones.
España vivía el primer cuarto por debajo en el marcador (16-9 en minuto 5)
víctima de un gran acierto en triples lejanísimos de Zuzkova y aunque limitaba
la producción ofensiva del rival no impedía llegar al minuto 10 con 18-12 en
contra. Pero entre Alba Torrens y Astour Ndour (21 puntos entre ambar en los
primeros veinte minutos), la mejor sociedad del Torneo, España empezó a
funcionar ofensivamente consiguiendo igualar el marcador en minuto 12 (18-18)
para partir de ese momento tomar la iniciativa hasta el descanso (30-34)
firmando un brillante parcial de 12-22 en el segundo cuarto.
Y tal como había sucedido al inicio del partido y como si
de una declaración de intenciones se tratara fue Alba Torrens, la mejor jugadora
de Europa, la que de pronto volvió a clavar un nuevo triple, la que junto a
Leticia, Astou y Ana Cruz convirtieron la defensa bielorrusa en una manta corta
incapaz de poder cubrir todas las amenazas españolas. Del 43-46 del minuto 24
se pasó a un 43-55 coincidiendo con el cuarto triple de Alba. Un parcial
repleto de ambición deportivo que llevaba a España a acariciar el bronce al
final de tercer cuarto (44-55).
Xargay se unía a la fiesta en el último cuarto y con 10
puntos disparaba la diferencia de España a un 51-67 definitivo a cinco minutos
del final. Su aportación era la constatación de convivencia dentro de una
filosofía de juego tanto de la importancia del juego colectivo como de la
inspiración individual de nuestras estrellas. España se dirigía al bronce con
Leticia Romero como base, en un claro mensaje de que al maravilloso pasado
reciente y presente se unía la ilusión por un futuro ilusionante. Y en ese
futuro una Alba Torrens imparable seguía con su exhibición. Alba con 25, Xargay
con 19 y Asotur con 18 puntos formaron un trío insuperable dentro de un
conjunto fabuloso. Felicidades Campeonas!
La Clave
La aportación de un trío descomunal en su eficacia
ofensiva como Alba, Marta Xargay y Ndour con 62 puntos entre ellas.
El Detalle Técnico
La capacidad para plasmar sobre la pista todos los
aspectos trabajados en las últimas semanas tanto en conceptos defensivos como
en automatismos ofensivos consiguiendo descomponer la defensa bielorrusa.
El Momento
El inicio de tercer cuarto con Alba Torrens liderando el
ataque y soltando su muñeca desde la línea de tres puntos. En esa faceta fueron
muy importantes los siete triples anotados, vitales para abrir la defensa rival
y poder entonces atacarla de fuera hacia adentro.
Conclusión
Lejos de hundirse al no poder pelear por el oro España
mostró esa ambición e ilusión que la ha caracterizado siempre y consiguió
finalizar el campeonato con un bronce colgado al cuello que tiene todo el sabor
a oro, que confirma el buen trabajo del equipo técnico liderado por Lucas
Mondelo y que muestra, sobre el parquet, que ha presente y futuro en una
selección repleta de talento.
FUENTE FEB (Miguel
Panadés)