Carlos Jiménez, Dani Romero, Paco Vázquez, Gabi Ruiz,
Paco Aurioles, Ernesto Serrano, Rafa Pozo y compañía volvieron a calzarse las
zapatillas y enfundarse la camiseta del Unicaja. Lo hicieron por un buen fin:
recaudar fondos para la Fundación Cesare Scariolo, en un partido amistoso
disputado anoche entre el Unicaja de veteranos y el Novaschool de Liga EBA, en
el colegio de Añoreta. Y, a juicio de lo visto, alguno todavía podría retomar
esto del baloncesto. En plan modesto, por supuesto. Las 400 personas que
acudieron al pabellón se lo pasaron pipa con las intervenciones de un pletórico
Carlos Jiménez, los triples de Paco Vázquez y las canastas de Gabi Ruiz. Para
ellos, es como si no hubiera pasado el tiempo. A pesar de las canas. Porque de
aspecto están casi igual. Si acaso, el ahora secretario técnico del club un
poquito más «fondón». Eso sí, el más aplaudido fue Dani Romero, que ahora es
entrenador en las categorías inferiores del club del colegio.
El partido fue la excusa
perfecta para reunir a viejos amigos de batallas, que mostraron un gran nivel
y, de hecho, llevaron la iniciativa en el electrónico durante buena parte del
encuentro. Un triple de Paco Vázquez puso al Unicaja de veteranos por delante,
ya en el segundo cuarto (20-22), y Gabi Ruiz amplió la cuenta desde la personal
(20-24, a 7:24 del descanso). Llegó incluso al 25-30. Refugiados en su zona
2-3, con la sapiencia de los sabios José María Martín Urban o y Alfonso Queipo
de Llano en el banquillo, los cajistas jugaron un buen baloncesto. Todos
tuvieron minutos, también los más veteranos, como Rafa Pozo, Salva Gallar y
Jerry Herranz. Tampoco se lo quiso perder Manolo Bazán, que suplió la ausencia
de Boni Ndong, que finalmente no pudo acudir.
Quien sí que estuvo en la
grada fue el seleccionador nacional, Sergio Scariolo, y presidente de la
Fundación que lleva el nombre de su padre, y que ayuda a las familias de niños
ingresados en el área de oncología Hospital Materno Infantil de Málaga. Los simbólicos
cinco euros del precio de las entradas se destinaron a la organización.
Scariolo quiso agradecer la colaboración de Novaschool y entregó un detalle a
su máximo representante, Francisco Barrionuevo, antes del comienzo del
encuentro. Como aperitivo a la gran cita, por cierto, el equipo júnior de
Novaschool y el cadete del Unicaja disputaron un entretenido choque que se
quedó en la casa de los colegiales: 51-47.
El Novaschool, al verse abajo,
se tomó algo más en serio el partido. Nacho del Moral, el técnico local, ordenó
presionar a tres cuartos de pista y redujo la diferencia al descanso (34-35).
En la segunda parte del partido, englobada en la II edición de «Encestando
sueños», la presión fue ya a toda cancha. Y es que nadie quiere perder, ni en un
partido amistoso y benéfico. El nivel físico del partido subió varios puntos.
Y, aunque en ese escenario el Novaschool llevaba las de ganar, las «viejas
glorias» cajistas sacaron talento y orgullo para mantenerse arriba (40-46,
min.25). Aunque el encuentro se igualó con el empuje y los triples del conjunto
colegial, el Unicaja ya no permitió que el partido se le fuese. Desde el tiro
libre, Gabi Ruiz sentenció el choque (65-68). El último, con picaresca, ya que
fue a la línea de 4,60 cuando no le correspondía. La picardía y la veteranía es
un grado. Y el Unicaja lo demostró. La última jugada del Novaschool no encontró
el aro y los veteranos verdes saborearon las mieles del triunfo por una
fantástica causa.
FUENTE: LA OPINIÓN DE MÁLAGA (Rafael M. Guerra)