Una serie de
catastróficas desdichas. Ese es el mejor resumen de uno de los partidos más
raros que se han visto en el Pabellón Alameda en mucho tiempo. Aceitunas
Fragata Morón cayó ante Sammic por una falta de acierto terrible en el ataque y
despistes defensivos muy preocupantes. El rival lo aprovechó, aunque ellos
tampoco tenían el día muy acertado. Hubo fases del partido en que los errores
en ataque de uno se repetían inmediatamente en la réplica posterior, pero en
ese tanteo Sammic fue superior gracias al acierto de Mike Karena y los triples
demoledores del cojunto vasco cuando la remontada parecía cercana.
No comenzó el
partido nada bien para los locales, que se veían pronto atrás en el marcador.
Los tiros no entraban y, para colmo de males, Javi Marín se lesionaba. Su baja
fue significativa y Aceitunas Fragata lo echó de menos. Igual que los puntos de
Jesús Chagoyen, Tyler Gaffaney o Rubén Gutiérrez. Los primeros minutos de
tanteo dieron las claves de cómo se desarrollaría el encuentro: pérdidas de
balón por parte de ambos conjuntos, inoperancia ofensiva y un desacierto
alarmante en el triple (1 de 21 en todo el partido). Aun así, fue un cuarto
disputado que se fue con un 12-18 para Sammic.
Y así comenzó
también el segundo cuarto, con Aceitunas Fragata Morón tratando de no perder la
cara al partido. Pero algo sucedía ayer. No estaba el equipo nada fino. Había
dificultades incluso para sacar el balón del propio campo, lo que se tradujo en
pérdidas con las que Sammic empezó a poner tierra de por medio. En ataque los
problemas se hacían cada vez más evidentes. No era problema de un solo jugador,
sino algo coral. Solo Alo Marín y José Alberto Jiménez (autor del único triple)
parecían tener algo de lucidez, y gracias a ellos el equipo se mantuvo a flote.
Pero el marcador reflejaba al descanso un duro 22-36.
Tras el descanso, Sammic
mantuvo la ventaja en el marcador. Manejó bien los tiempos del partido y,
cuando más se acercaba Aceitunas Fragata Morón en el marcador, contestaba con
triples de los que hacen daño. García Urbina se puso las botas en este cuarto y
frustraba las intentonas locales. Seguían volando los triples, pero no había
manera de que entrase nada. Tampoco había fortuna, una vez más, en los tiros
libres, uno de los grandes lastres de Aceitunas Fragata Morón (6/12 ayer). Aun
así, no todo estaba perdido, y al final del tercer cuarto se llegaba con una
diferencia asequible para una remontada, 41-49. Pero las sensaciones que se
vivieron en el Alameda no invitaban al optimismo.
Solo ocho puntos en
el último cuarto, un bagaje pobre para el potencial de este equipo. Conforme
iban pasando los minutos estaba claro que la derrota volvería al Alameda. Esto
se contagió al público, al que llegó el invierno ayer, por lo visto, y del
público al equipo. Sammic puso tierra de por medio y subió a los 62 puntos
hacia el final del partido. 49-62 en para la tercera derrota consecutiva. Ahora
queda aprender de los errores de este partido para los dos duros compromisos
que llegan para cerrar el mes de noviembre, con la visita de Granada el día 26.
Juan Luis Mármol