El "Big Three" de los Boston Boston Celtics sepultó a los Lakers por 98-88 en el primer encuentro de la Final de la NBA, exhibiendo una gran defensa y mucha concentración en los momentos clave. Kevin Garnett (24 puntos y 13 rebotes), Paul Pierce (22 tantos) y Ray Allen (19) fueron los grandes protagonistas del duelo, eclipsando la labor de Kobe Bryant (24 puntos) y Pau Gasol (15 tantos y ocho rebotes).
Máxima intensidad
El español fue quien estrenó el marcador en esta Final, cuyos primeros compases mostraron a dos equipos sólidos, con pulso y nervios de acero, además de una exigente defensa de Ray Allen sobre Bryant, que falló sus tres primeros lanzamientos. Entre Allen, Garnett y el base Rajan Rondo los locales cimentaron las primeras ventajas (21-14), pero la entrada de Jordan Farmar y Sasha Vujacic en las filas californianas igualó la contienda poco antes de que concluyera el primer periodo.
Poco a poco, la tensión fue en aumento, y los más experimentados del lugar, como los bases Sam Cassell y Derek Fisher, aprovecharon su temple par dar un pequeño empujón a sus equipos, algo más atenazados. La intensidad a ambos lados de la pista de Garnett, que concluyó la primera mitad con 16 puntos y seis rebotes, fue en lo que se escudaron unos Celtics que volvieron a rayar a buen nivel en defensa. Eso sí, hasta que la ofensiva visitante despertó.
Los Lakers reaccionan
Si bien Boston fue capaz de contener la producción de Bryant (ocho tantos al descanso, en una serie de 3/10 en tiros), no pudo evitar que Fisher devolviera la ventaja a los angelinos y un muy activo Gasol, desde la personal, la estirase hasta un 44-49 a un minuto para llegar al ecuador.
El conjunto de Doc Rivers echaba de menos la aportación en ataque de Paul Pierce, con problemas de faltas, y de Allen, que acusó el desgaste en defensa sobre el líder angelino.
Precisamente Pierce hizo resurgir al Garden en el tercer cuarto con un triple impresionante y falta de Vladimir Radmanovic que el capitán local convirtió en tiro libre para devolver el liderazgo a los suyos (52-51).
Phil Jackson tuvo que sentar al serbio al cometer la cuarta falta, lo que no desbarató los planes de los Lakers, que aguantaron estoicamente la fulgurante reacción de la plantilla de Rivers y recibían buenas noticias en forma de despertar de Bryant.
Falsa alarma
El panorama pintaba sombrío para los Celtics cuando Pierce, con molestias en la rodilla derecha, y el pívot Kendrick Perkins, con un esguince en el tobillo izquierdo, abandonaron la cancha, pero el capitán del conjunto de Massachusetts retornó a la pista minutos después provocando una tremenda ovación de su público.
Pierce, que anotó 15 puntos en el tercer cuarto ante el bajón de juego de Garnett, tomó el mando y encadenó dos triples consecutivos (75-71, m.35) que daban un pequeño alivio a Boston para afrontar el periodo decisivo.
La superioridad en el rebote de los locales (34-22) se veía contrarrestada por la cantidad de pérdidas de balón (11-5), la razón por la que los Celtics no lograban distanciarse, aunque aprovecharon la ausencia de Gasol y algunas decisiones erróneas en ataque de los Lakers para situarse a ocho (86-78), la mayor renta del partido.
Racha imperdonable
Quedaban ocho minutos y medio por delante. Fisher y Vujacic anotaron en las siguientes posesiones. Bryant volvía a la pista tras unos minutos de descanso pero, al contrario que en el resto de los "play offs", no consiguió convertirse en el factor desequilibrante que requerían los Lakers.
Los de Jackson fallaron hasta siete lanzamientos consecutivos hasta que Lamar Odom convirtió una canasta con personal. Gasol estrechó el resultado (91-86) pero un salvaje mate de Garnett, tras fallo en el triple de James Posey, sentenció el encuentro.
Su equipo había notado su floja segunda mitad, pero el 5 de los Celtics llegó al rescate a tiempo y certificó el primer punto en la eliminatoria, que en su primer envite no decepcionó en cuestión de igualdad y emoción.
Extraído de www.elmundodeportivo.es