El resultado que dictaba el electrónico, cuando los jugadores de ambos equipos enfilaban camino del vestuario no hacia presagiar lo que minutos mas tarde iba a suceder en el Polideportivo de La Paz. Durante los dos primeros periodos disputados tan solo hubo un equipo en la pista, el Deportivo Coin, que a base de veteranía y oficio daba poco margen de maniobra a los de Javier Ariza, que maniatados, veían con impotencia como los malagueños aumentaban su ventaja gracias a un gran porcentaje de tiro e incluso cuando erraban, solían disponer de segundas opciones merced a un mejor posicionamiento en la pista.
(Antonio Sevillano, pívot de Peñarroya)
El Peñarroya, muy desdibujado, no veía aro y los puntos de Javi Franco por el interior eran casi el único aporte al marcador local. Con esta situación se llegaba al descanso en clara y cómoda ventaja visitante (35-54). Tras el asueto las cosas no cambiaban, Coin seguía manteniendo a raya al conjunto peñarriblense, que no conseguía minimizar la desventaja aun a pesar de que al menos, el tiro exterior empezaba a dar muestras de estar vivo. Fruto de este despertar llegó una canasta que quizás fue la que cambió el sino del encuentro, un triple sobre la bocina que finiquitaba el tercer periodo, de Fuentes y desde el centro de la pista, dejaba a los mineros a 14 puntos de su rival. Esta diferencia era la mas corta a la que se había estado en muchos minutos de los malagueños, que no obstante entraban en los últimos diez minutos con una apacible renta, (63-77).
Y entonces ocurrió lo increíble, el Peñarroya, con el mono de trabajo bien enfundado, empezó a creer en lo imposible y el tiro exterior ahora si parecía una maquinaria perfecta, a falta de 7 minutos los locales rompieron la barrera de los diez puntos (73-81), Juan González y Juan Fuentes desbordaban el hasta entonces buen hacer defensivo de Coin, aunque fueron dos triples consecutivos del pívot Antonio Sevillano, que hasta entonces no había anotado, los que definitivamente iban a levantar el partido.
La afición, eufórica, se entregaba a su equipo y un hermoso rumor contagió a los aficionados cuando alguien murmuró que nuestro recordado Juan Muñoz era el responsable de aquel cambio de actitud y que allá donde se encuentre, arengaba a los jugadores en pos de la victoria. A falta de cuatro minutos el electrónico señalaba un asombroso 83-81. Pero aun quedaba un mundo por jugar. En realidad lo que quedaba era un nuevo choque y si por parte local el plan era remar en la misma dirección para obtener un triunfo de incalculable valor, viendo lo sucedido durante 30 minutos atrás, por parte del equipo visitante la situación era mas desbordante y en este poco espacio de tiempo, la estrategia mas inmediata era recomponer de urgencia el descalabro en el que se había convertido su efectivo juego en tan solo seis minutos. Un nuevo arreón de los de Ariza pareció romper definitivamente el partido a falta de dos minutos ante el delirio de los aficionados y un 92-84 fascinaba a propios y extraños, pero el conjunto malagueño, que intentó rehacerse siempre, mantuvo la incertidumbre y la emoción hasta el pitido final que inundó de alegría una grada, ansiosa de buenas tardes de baloncesto.
Ficha Técnica:
CP Peñarroya 100: F. Raya (7), J.A. Fuentes (24), J. Franco (17), J. González (35), A. Martin (8), -cinco inicial-, . Delgado (1), J.G. García, A. Sevillano (6), A. Durán, J.A. Jurado (2) y A. Molero.
Deportivo Coin 96: J.J. Méndez (22), M. Shurtembrandt (2), M. Ballesteros (13), J. Vasco (17), J. Merás (8), -cinco inicial-, Briales, Allun, F. Méndez (10), Mateo, Rios (15), Aisa y Martin (2)
Parciales: 18-29, 17-25, 28-23 y 37-19
Árbitros: Banegas y Martos de Jaen, eliminados por faltas A. Martin y J.A. Fuentes por el Peñarroya y Rios por el Deportivo Coin.
Incidencias: 150 espectadores en el Polideportivo de la Paz. Antes del comienzo se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan Muñoz Pajuelo.
FUENTE: WEB DE PEÑARROYA