La selección española sub-20 masculina no ha querido ser
menos que su homónima femenina y en la tarde-noche de hoy se ha proclamado
campeona de Europa de la categoría. El combinado español dirigido por Juan
Antonio Orenga se ha impuesto de forma clara a Lituania por el tanteo de 68-55.
En un excepcional
encuentro de los de Juan Orenga, con una impresionante intensidad defensiva,
España conquistó el segundo oro en el Europeo U20M, tras el conquistado en Bilbao en el 2011 también con orenga como seleccionador.
No iba a cambiar Juan
Orenga su quinteto inicial en el día más importante del campeonato. Y la final
comenzaba con un enchufadísimo Francis Alonso, que anotaba los cuatro primeros
puntos del encuentro. España ponía sobre la pista una enorme intensidad, con
los cinco jugadores atentos al cierre del rebote. Lituania vivía del acierto
exterior (8-6). Y con otro triple tomaban el mando. Los bálticos sumaban de
tres en tres: 2+1 de Birutis y triple de Zemaitis (10-15). Juan Orenga movía el
banquillo buscando respuestas y estas llegaban con Marc García (14-17) y una
vuelta de tuerca en defensa, que provocaba varias recuperaciones. Y con un
triple de Yusta desde la esquina, el partido se iba empate a 17 al intervalo.
El
encuentro no modificaba ninguno de sus parámetros en el arranque del segundo
acto: máxima igualdad, con intensas defensas por parte de ambos contendientes.
Llituania seguía martirizando desde el perímetro (seis triples en 14 minutos),
aunque Yusta también respondía desde la larga distancia (27-25). Sin embargo,
el momento era lituana: parcial 0-7, con nuevo acierto exterior (27-32). En
este primer momento complicado, Ramón Vila tiraba de raza para provocar el
tiempo muerto báltico (31-32). El propio jugador completaba la remontada y
Alonso y Marc García le acompañaban para cerrar la primera mitad con un
espectacular parcial 13-0 con el que España construía una parte del camino
hacia el oro (40-32).
Ramón
Vila seguía “on-fire” tras el descanso (16 puntos y 7 rebotes) para anotar en
la primera posesión y colocar el +10 para España. Pero esa canasta de Vila era
la excepción, ya que España se estaba más de tres minutos para anotar, lo que
era aprovechado por Lituania para estrechar el marcador (42-38). La U20M tiraba
de paciencia, defensa y carácter para volver a irse hasta la decena tras triple
de Marc García (48-38). Iba por rachas el encuentro y ahora le tocaba a
Lituania, que buscaba la reacción con un 0-5. Otro triple lituano apretaba
todavía más el encuentro, pero dos tiros libres de Marc García con el tiempo a
cero daban muchísimo aire a España rumbo al acto final (52-46).
El comienzo del último periodo iba a ser clave. Y Lituania era consciente de que tenía que pegarse al máximo en los minutos iniciales. Los bálticos frenaban a España hasta que volvía a aparecer Ramón Vila. Jaume Sorolla crecía en ambos lados de la cancha y la U20M se estiraba de nuevo (58-50). Era el momento y España, a cinco minutos para acabar, dominaba por 10. Los triples lituanos ya no entraban y el combinado nacional contaba con bonus a favor, que se traducía en +11 (61-50) a 4’ para acabar. Los de Juan Orenga daban un clínic en solidaridad defensiva. Y en ataque, el objetivo era la línea de personal (64-50). El oro estaba cada vez más cerca y el banquillo comenzaba a celebrarlo, mientras la escuadra lituana se rendía ante una defensa española desde la que se construyó un título.
FUENTE: AREA DE COMUNICACIÓN FEB
El comienzo del último periodo iba a ser clave. Y Lituania era consciente de que tenía que pegarse al máximo en los minutos iniciales. Los bálticos frenaban a España hasta que volvía a aparecer Ramón Vila. Jaume Sorolla crecía en ambos lados de la cancha y la U20M se estiraba de nuevo (58-50). Era el momento y España, a cinco minutos para acabar, dominaba por 10. Los triples lituanos ya no entraban y el combinado nacional contaba con bonus a favor, que se traducía en +11 (61-50) a 4’ para acabar. Los de Juan Orenga daban un clínic en solidaridad defensiva. Y en ataque, el objetivo era la línea de personal (64-50). El oro estaba cada vez más cerca y el banquillo comenzaba a celebrarlo, mientras la escuadra lituana se rendía ante una defensa española desde la que se construyó un título.
FUENTE: AREA DE COMUNICACIÓN FEB