EL
Aceitunas Fragata Morón cayó frente a Cambados por un rotundo 90 a 61. Cuando
pierdes de 29 puntos no valen las excusas, debe reconocerse simplemente que nos
dieron un repaso en toda regla y felicitar a un rival que fue muy superior a
nosotros en todos los aspectos del juego. Lógicamente deben extraerse
conclusiones para que esto no vuelva a producirse y deberá ponerse remedio al
desaguisado que vivimos ayer.
El
partido desde los primeros compases se decantó del lado de los gallegos, que en
ataque eran liderados por un estelar Nkaloulou (22 p/ 6 reb/ 24 val) y un
Adrián Chapela magistral en la dirección del juego (15 p/ 16 val.). Pero la
clave, sin duda, estuvo en defensa y en el ritmo de partido impuesto por
Cambados. A pesar de los esfuerzos de Morón para no descolgarse en el marcador;
la superioridad de los locales era manifiesta, y parecía tan sólo cuestión de
tiempo que el partido se decantase a su favor.
El
dominio en el rebote del Xuven les daba segundas y terceras opciones, y sus
pívots se mostraban, en todo momento, muy superiores a los nuestros. Bien es
cierto, que en este aspecto, el Aceitunas Fragata se presentó en tierras
gallegas con una baja muy sensible, Olajide Kesinhro (tuvo que quedarse en
casa), al lesionarse esta semana. Mucho nos acordaríamos del nigeriano durante
el encuentro.
Las
referencias interiores (Chagoyen y Okoroba) no tenían su día y se fallaban
canastas bajo aro una y otra vez. Los únicos argumentos ofensivos que deban
respuesta a Cambados, eran Alo Marín y Tyler Gaffaney, a los que la
previsibilidad de nuestro ataque les ponía cada vez las cosas más difíciles.
Durante los tres primeros cuartos, a pesar de los paupérrimos porcentajes,
fundamentalmente en tiros de 2 (36 %), las distancias se mantenían en torno a
la decena de puntos. Pero en un último cuarto para olvidar, Morón, cae como
fruta madura. Cambados se desata con 6 jugadores por encima de los 10 de
valoración y el equipo gallego, arrolla a un Aceitunas Fragata, que se muestra
en el último cuarto impotente ante la avalancha de juego local.
Mucho
es lo que deberá corregir el cuerpo técnico y poco el tiempo, pero no tendría
sentido caer en derrotismos en la segunda jornada de liga, con una victoria y
una derrota. Máxime visto lo visto y la igualdad de la liga. Toca recuperar a
unos jugadores que anímicamente se mostraban muy tocados. Es el momento de
estar más unidos que nunca, levantar la cabeza y mirar la próxima valla, el
partido en casa frente a León. Ahí con el apoyo de la mejor afición de la liga
el equipo debe reencontrarse a sí mismo.
COMUNICADO CB MORÓN