Soñar es gratis. Hacer tus sueños realidad cuesta mucho. Aceitunas Fragata
Morón tiene un sueño y está luchando por hacerlo realidad a base de trabajo,
esfuerzo y sacrificio. «It’s been no path of roses,/ no pleasure cruise» decía
Freddie Mercury. Pero la recompensa se nota. Ahora mismo el equipo de Rafa
Rufián está acariciando con la yema de los dedos el colofón de oro a una
temporada brutal y que sabrá mejor echando la vista atrás, viendo el camino
recorrido. Un tercer partido trepidante, imponiéndose a todo tipo de
adversidades, sirvió para que el marcador de la serie volviese a estar liderado
por un Aceitunas Fragata Morón, que venció por diez puntos a Comercial ULSA
Valladolid.
Los visitantes se impusieron durante gran parte del encuentro gracias a un
mayor acierto en el ataque y mejores opciones a la hora de atrapar los rebotes
ofensivos (un total de 19 por 10 de Morón). Estuvieron por delante durante gran
parte del partido, con el marcador haciendo ese efecto acordeón, pero sin
llegar a ceder nunca para el lado local. Durante la primera parte, Morón estuvo
por delante en los primeros tres minutos gracias a un triple de Leo Cizmic y
una canasta de Javi Marín, pero pronto los de siempre en Valladolid comenzaron
a hacer de las suyas. Los dos De la Fuente y Wade Chatman volvieron a liderar a
un equipo que esta vez estuvo acompañado de más «secundarios» (Sidibe y Graham
Bell fueron un auténtico incordio durante todo el partido). Se despegaban, pero
José Alberto Jiménez y Tyler Gaffaney aparecían para que Morón no se fuese del
partido. Al final del primer cuarto, los vallisoletanos mandaban por 5 puntos
(24-29).
En el segundo cuarto se frenó la sangría anotadora de Comercial ULSA
Valladolid, que solo pudo anotar un punto más que Aceitunas Fragata Morón en
este parcial, aunque eso redujo mucho también los argumentos del equipo local
(12-13 en el parcial). Fueron diez minutos muy intensos que comenzaron con dos
triples, uno para cada equipo, un par de canastas más y luego muchos minutos de
tanteo sin éxito. Graham Bell deshacía las opciones de remontada de Morón, que
se había puesto a 3 puntos con una canasta de Chagoyen, pero las canastas se
quedaban en la recámara de ambos equipos. La entrada de Alejandro Rodríguez dio
un nuevo aire al Aceitunas Fragata Morón (brutal su defensa sobre el MVP de la
competición), pero Valladolid no cedía en su parcela. Una visita de De la
Fuente al tiro libre dejaba el marcador en 36-42 para ir al descanso.
Se antojaba un partido complicado, pero los de Rafa Rufián salieron con
ganas de comerse el parqué y, liderados por un excelso Ola Keshinro (MVP del
partido gracias a sus 12 vitales puntos y 9 rebotes para un 20 de valoración),
Alo Marín, Tyler y Javi, situaban al Aceitunas Fragata Morón por delante en el
marcador, posición de la que ya no se despegó en todo el partido. Ola se
imponía en ambas canastas, tanto en la anotación como a la hora de atrapar
rebotes, y Javi y Tyler aparecían tocados por la varita mágica del acierto.
Tyler empezó a estar on fire con varios triples importantísimos. Tanto como el
momento clutch del base de San Fernando, que ya se reía con las canastas que
metía, a lo Sergio Llull, apurando hasta el final. La actuación conjunta del
equipo, con una presión asfixiante, empezó a desconectar a Valladolid del
partido, aunque los de Paco García estuvieron dando guerra todo lo que
pudieron. De hecho, dos canastas de Sidibe y González dejaban el último cuarto
en 55-54 para Aceitunas Fragata Morón.
Se antojaba un último cuarto de infarto, pero el equipo de Morón de la
Frontera dijo basta. No fue fácil, sin embargo. Los últimos diez minutos
comenzaron con ambos equipos contestando a las canastas del otro, apretando
mucho la diferencia entre marcadores. De la Fuente no perdonaba y Wade Chatman
aprovechaba las visitas a la línea de personal para continuar sumando. No
obstante, quedando 4 minutos de partido, se desató la tormenta perfecta. Javi
Marín anotó un triplazo y, en la jugada de ataque de Valladolid, su hermano robó
el balón y se fue decidido a comerse el aro rival. Mate contundente para que se
cayese el Pabellón Alameda y la victoria estuviese en la mano. Nuevamente Javi
y Alo (2+1 del mayor de los Marín en un momento muy importante) cerraban el
marcador, aunque Wade Chatman quería tener la última palabra otra vez con un
triple. Pero Javi Marín cerraba el marcador con una canasta elegante en el
último segundo de la posesión. 76-66.
Hay motivos para soñar. Hay motivos para creer. Hay motivos para venir al
Pabellón Alameda el domingo, a las 17:45, y poder presenciar algo histórico.
Juan Luis Mármol