**Pablo Bernabé entrenador actual en el club Costa de Marbella, natural de Posadas (Córdoba), anuncia una emotiva carta de despedida que se retira de los banquillos como entrenador de baloncesto, una decisión que como amigo suyo que soy respeto pero que algo en mi interior me dice que conociendo su pasión por el basket y su juventud, será una decisión pasajera y que posiblemente como los buenos toreros y "Pablo lo es", vuelva cuando de nuevo le hierva la sangre que estoy seguro será pronto.
Pablo es de esas personas en el baloncesto que si no existieran habría que inventarlo, es un entrenador estudioso, trabajador y con un "halo psicológico" especial para dirigir grupos y convencerlos de que todo es posible, es listo como pocos pero además es justo con sus jugadores y respetuoso con el rival, sabe leer muy bien los partidos y es generoso en la victoria y en la derrota (no busca excusas banales cuando llegan y las toma como referencia para mejorar).
En Marbella con sus inseparables hermanos Gámez (Juan Luis e Ibón), ha hecho una labor extraordinaria y formidables en los últimos años con equipos de formación y con el desarrollo del Campus Gaber (si yo tuviera hijos pequeños los llevaría allí), eso sin olvidarnos su paso por el baloncesto de semiélite (Marbella en EBA y Primera Nacional con una labor magnífica durante varios años, que jugadores como José Francisco Ramos, Ibón Gámez y Juan Antonio Fuentes lo ensalcen ya es mas que significativo.
Tampoco me quiero olvidar de su labor como Coordinador Técnico en los Clinics de la Fundación Césare Scariolo (aunque en esa labor ya ha dicho que continuará), pero durante muchos años ha sido una pieza clave en conseguir traer a los mejores técnicos españoles que han ilustrado con sus conocimientos a cantidad ingente de entrenadores andaluces y de otras regiones de España.
Podría hablar horas y horas de Pablo y de su baloncesto, pero por encima de todo me quedo con su amistad y de las charlas que hemos tenido bis a bis de forma personal y por teléfono, charlas que tratándose de dos locos apasionados del baloncesto siempre se hacían eternas e interminables. Un abrazo amigo, te deseo lo mejor en tus nuevos proyectos tanto a nivel personal, familiar como profesional.**
Carta de Despedida
Esta es una
carta que llevo escribiendo desde hace tiempo…pero que nunca puedo acabar…
Antes de nada
comunicar que ésta, no es una decisión tomada a la ligera por un arrebato o a
consecuencia de algún resultado, es fruto de algo sopesado desde hace tiempo,
rumiado y masticado que lleva vagando por mi cabeza las últimas temporadas.
Siempre dije
que el día que saliera a pista y no tuviera ese cosquilleo de nerviosismo y
tensión, ese pellizquito en el estómago tan necesario para mí, sería el momento
de marcharme… y ese instante ha llegado…, no se trata de poner un punto y
final, se trata de decir adiós, sin marcar fechas de regreso ni nada por el
estilo porque sé que esta droga no la puedo dejar de forma inmediata.
Era el verano
del 92 con apenas 16 años, cuando uno de mis referentes como Entrenador, Manolo
Pulido, en mi Posadas natal me informaba de un Curso de Monitor Andaluz de
Baloncesto (actual entrenador Nivel 1) para el cual me podía apuntar y así
aprovechar mi pasión por este deporte que tan mal se me daba (era un jugador
realmente pésimo), pero al que tanto quería y amaba.
A partir de ese
momento me marqué el reto de sacar todos los títulos de entrenador y ver hacia
donde me llevaba. Dos veranos después logré sacar el 2 Nivel y en el verano del
97, contra todo pronóstico y creencia de los que me rodeaban, el Curso de
Entrenador Superior en Bilbao, del cual también se cumplen una cifra
significativa como son los 20 años, y en el cual tuve la oportunidad de
coincidir con grandes entrenadores triunfadores hoy día (Lucas Mondelo, Moncho
Fernández), extraordinarios compañeros y sabios de esto (Aitor Uriondo, Freddy Enguita) y
exjugadores históricos como Fernando Arcega o Nieves Anula, todos ellos alumnos
del CES’97.
El pasado año
decidí que cumplir estos aniversarios podía ser el momento adecuado. El
cansancio acumulado en las ultimas temporada es importante; la saturación de
partidos y entrenos con equipos de formación me ha desgastado mucho, he de
reconocerlo, y sinceramente, no me veo con las ganas e ilusión necesaria para
poder seguir otro año con niños, a los cuales lo más importante es contagiarles
tus ganas y tu pasión por este deporte…y yo, no me veo en las mejores
condiciones para inyectarles ese optimismo tan necesario…
Alguien me
decía que la presión en cantera es menor que con los equipos senior en
categorías nacionales….nada más lejos de la realidad, al menos mi forma de
trabajar e implicarme de la misma forma o incluso más, y quizás, y solo quizás,
ese haya sido uno más de mis numerosos errores…lo vivo y doy todo,
independientemente de la categoría que tenga entre mis manos.
Uno de mis
“hermanos”, José Francisco Ramos,
me dijo una vez hace 15 años cuando iniciamos el proyecto del CAB Estepona, que
lo que le gustaba de mi forma de entrenar era que trabajaba igual con un grupo
de niños que con el conjunto senior, lo cual he recordado y respetado siempre.
Al BALONCESTO
le debo todo. Es más, me cuesta concebir mi vida sin una pelotita naranja de
por medio…lógico, cuando 25 de mis 41 años actuales los llevo ligados a un
silbato, una pizarra y un balón.
Mis mejores
amigos los he conocido aquí, muchos de los grandes recuerdos que relatan mi
vida están ligados directamente al baloncesto….pero hay momentos en los cuales
para poder seguir…has de parar, y a mí me ha llegado ese momento.
He sacrificado
todo por este deporte, y quien me conoce sabe bien de lo que hablo. Esta
circunstancia ha hecho que no sea comprendido por muchos de los que me rodean y
que el precio a pagar haya sido caro en relaciones personales, laborales y de
amistad, pero sobre todo, me ha privado de compartir más tiempo con mi familia,
con mi pareja (que ha soportado todo lo que el basket me condiciona) y sobre
todo con esa mujer que tanto admiro y quiero, que me dio la vida y siempre
creyó en mí… mi madre, a la cual tengo muy abandonada por esta bendita pasión
que colapsa mi agenda y mis fines de semana.
Mi familia,
como mi gente ya sabe, ha pasado por momentos muy, muy duros…y con ello no
pretendo decir que sean peores o mejores que los de otros, pero para nosotros
han sido muy difíciles, y el basket, que me sirvió también como vía de escape,
por otro lado ha delimitado en exceso mi tiempo y las oportunidades de visitar
a mi “matriarca”, lo cual no me perdono, ni me voy a permitir que siga pasando
más tiempo sin dedicárselo a ella.
No me gustaría
tomarme este descanso sin dar las GRACIAS. El agradecimiento más sentido y de
corazón para todos aquellos con los que he tenido la oportunidad de compartir
pista, muchos de ellos rivales y por otro lado grandes amigos y compañeros; ese
colectivo arbitral con el que tantas discrepancias he tenido, pero a los cuales
siempre he demandado el mayor de los respetos por parte de mis jugadores, a
ellos también he de agradecerles…que no me hayan echado más veces porque seguro
que lo merecía, y me vanaglorio de tener grande amigos entre ellos; a los
jugadores y jugadoras, los grandes protagonistas de todo esto. Como siempre he
dicho, ese es mi mayor triunfo, más allá de medallas, campeonatos y títulos,
salir a la calle y cruzarte con chicos que has entrenado 20 años atrás y que te
saluden como si el tiempo no pasara, diciéndome que alguna pequeña huella les
dejaste en su caminar, invitándome a sus bodas cuando hace décadas que los
entrené, o incluso, llevándome a sus hijos para que yo les trabaje porque
confían en mí (aunque esto en realidad lo que me indica es lo viejo que soy
para estar entrenando a distintas generaciones de una misma familia); a todos
esos jugadores/as que han aguantado mi carácter, soportado mis gritos y
correcciones, a esa gran mayoría que han ido a muerte conmigo, a todos ellos
GRACIAS DE CORAZÓN.
A los clubes
que me dieron la oportunidad de trabajar en ellos, AD Posadas BC, BA Zaragoza,
Sevilla, Salduba, Alborán, Córdoba, CAB Estepona, CB Marbella y mi último y
gran Club que parimos hace 5 años y llevo en sangre, CB Costa Marbella, a TODOS
y cada uno de ellos, gracias por la confianza depositada en mí.
A mis maestros
y referentes Manolo Pulido, Paco Castañeda, Eduardo Burgos, Carlos
Cabezas, Sergio Scariolo (Blanka),
y otros muchos menos conocidos y compañeros de pista de los cuales he aprendido
cada día, observando sus entrenos, viendo ejercicios, jugadas…
Quiero
agradecer de todo corazón aquellos entrenadores ayudantes que han aguantado mi
“frikismo”, han frenado mi ímpetu, controlado mi ira y soportado esas
interminables charlas, algunas a altas horas buscando respuestas o preparando
un partido crucial… disculpad si dejo alguno injustamente en el tintero, pero
todos los que me han rodeado en estos años de basket saben que hablo de ellos
(mi “hermano” Juan Baraza,
Sergio Pinteño, Rober, mi “Cuerpo” y también técnico, “Fon”, el incombustible Samuel “Pitu”, mi David
“El negro”, el “lomo” de Jesús Pulido,
mis niñas del 97-98, mi pequeño “Saltamontes” Ibón, la “pibona” de Reme, otro de mis
“hermanos” y paisano Daniel Pulido…,
un gran periodista y mejor amigo como Miguel González),
a todos y cada uno de ellos: GRACIAS AMIGOS Y COMPAÑEROS POR SOPORTARME Y
CAMINAR CONMIGO.
Y gracias
también a los que no me tragan, aguantan, ni soportan…a ellos también les debo
el hacerme más grande, evolucionar ante su negatividad e insulto fácil y
madurar como ser humano. Gracias señores, vuestro odio me hizo crecer!!
Este no es un
adiós definitivo, tan sólo un hasta pronto, porque no dejaré el baloncesto de
forma radical, ya que los especialistas recomiendan desengancharse de las
drogas duras poco a poco, es un proceso evolutivo…
…continuaré
como Profesor de los Cursos de Entrenador siempre y cuando la FAB siga contando
conmigo, del mismo modo que seguiré organizando el Clinic Internacional FCS,
intentaré retomar mi blog y acudiré a aquellos lugares para cualquier charla,
jornada o Clinic que me requieran y pueda asistir.
El basket lo ha
sido todo para mí, he llorado como un crío, he reído a carcajadas, he sufrido…y
mucho, he pasado noches en vela por un mal partido, he desatado toda mi energía
en una celebración, y me he embriagado en la tristeza de una injusta
derrota….todo, mis luces y mis sombras, las ha generado el baloncesto.
Pero también
ese sufrimiento me ha hecho mella, y en gran parte, ha originado en mí un vacío
que nada llenaba, por eso es mejor parar antes de llegar a dejar de amar a
nuestro bendito deporte.
He dudado en
muchas ocasiones si yo realmente estaba hecho para este deporte, porque por más
años que llevase, y por más derrotas que acumulase, siempre me ha costado
demasiado asumirlas y aceptarlas, siendo demasiado autoexigente y perdiendo,
durante ese proceso, muchas ocasiones de ser feliz y sobre todo, de sonreir...
He cometido un
sinfín de graves errores a lo largo de estos años. He intentado corregir mis
malos hábitos, pero últimamente existía algo irreprimible que tarde o temprano
me iba a originar una reacción exacerbada y fuera de lugar,… o una úlcera de
cojones por no gritarle a más de uno y una lo que pensaba….
He de reconocer
que durante este año he recibido una oferta que me ha suscitado dudas en
continuar la próxima temporada porque era en Baloncesto Senior, a nivel
Nacional, y eso si hace tambalear este descanso….pero de momento he de decir
que no, hay también un desencanto que es difícilmente reparable, una
demostración cruda y real que me han dado todos estos años y que he de asumir
para ser lo más honesto posible conmigo mismo, y con los míos.
Hoy querido
BALONCESTO te digo adiós, nos seguiremos viendo…eso seguro, pero ahora en de
una forma algo distinta a los últimos 25 años….
Disculpad el
“plomazo” que os he soltado, pero es liberador escribir con el corazón como
pluma, y plasmar todas estas sensaciones cruzadas…terapéutico, sin duda.
Gracias a
todos, y sobre todo….MUCHO BASKET!!
Hasta la vista
“familia”….
Pablo Bernabé
Pérez (Entrenador
Superior de Baloncesto)