**El baloncesto femenino español consigue su tercer oro después de una grandísima final, de nuevo ante Francia, en la que fue superior a un potentísimo rival. Un equipo que ya es leyenda y sigue haciendo historia**
Un equipo histórico. Cuando hace seis años cayó ante Croacia en el Europeo 2011 perdió la posibilidad de jugar los Juegos de Londres 2012. Se conjuraron para ‘lavar esa afrenta’ y lo están haciendo de una forma histórica. Ya son Leyenda, afirmaban las redes sociales. Y lo son por partidos como el de este domingo, demostrando el talento y la calidad, pero también el compromiso, el esfuerzo y la humildad de no sentirse superiores a nadie.
Letonia, Bélgica y Francia. Tres equipos que han perdido su identidad jugando con una España que se ha mantenido fiel siempre a sus principios. Tres equipos que no han podido jugar contra el equipo de Lucas Mondelo como lo habían hecho antes (o después, como el caso de Bélgica, brillante medalla de bronce). Sin embargo España no ha perdido sus valores y no han reducido sus virtudes. Un oro que se une al de 1993, de las históricas que empezaron este sueño; y al de 2013, que fue el broche final de una generación que comenzó este camino.
Un camino que, tras ese 2013, nos regaló una plata en el Mundial 2014, un bronce en el Europeo 2015, y la primera medalla olímpica del baloncesto femenino español, la de Río 2016. Ahora el tercer oro nos confirma como el mejor equipo de Europa, y deja la puerta abierta para unas jugadoras que siguen teniendo hambre y que se encuentran con un reto motivante: la Copa del Mundo 2018 que se disputará en España.
Fieles al estilo que ha dado el éxito (21-18)
Comenzaba la final en el O2 de Praga con ambiente de partido histórico, con los dos mejores equipos del campeonato, dirigidos por dos jugadoras, Dumerc y Palau, que han marcado la última década del baloncesto continental. España buscaba a sus dos grandes referentes, Alba y Sancho, y las dos respondieron en los primeros minutos. Por el contrario, Francia cargaba el rebote ofensivo girando su juego en los casi 2 metros de Helena Ciak, que intentaba desgastar a Lyttle en defnsa. No entraban los triples franceses, lo que permitía a la defensa española cerrarse un poco más en la zona. Diandra Tchatchoung hacía daño en el puesto de tres en la pintura, pero eso lo aprovechaba Xargay en ataque. Precisamente una canasta de la de Gerona ponía el 15-10 y obligaba al primer tiempo muerto de Valeriee Garnier. Anna Cruz anotaba desde los 6,75 y replicaba Johannes, que junto a Epoupa daban otro aire al ataque francés. Un triple de Alba Torrens desde ocho metros dejaba el 21-18 al final del primer cuarto.
Sin miedo, con hambre de oro (39-30)
Y con un triple, esta vez de Anna Cruz, empezó el segundo cuarto. Garnier rotaba mucho el banquillo para seguir dando intensidad a una defensa muy física, con jugadoras que perseguían a sus pares hasta los ocho metros. Sancho tenía problemas para recibir en la pintura, pero anotó una canasta de más de cinco metros que obligó a un nuevo tiempo muerto francés (28-20, minuto 13) La defensa española tiraba de inteligencia para forzar tiros difíciles y evitar las canastas en contraataque. Una canasta de Nicholls ponía la máxima ventaja (32-20) contrarrestada por un triple de Dumerc, que paraba la sangría. La base francesa vio que era un momento importante y se echó a su equipo a la espalda. Pero enfrente se encontró con Silvia Domínguez, que realizó un último minuto de cuarto de libro: canasta a aro pasado repleta de talento, defensa de compromiso y asistencia a Lyttle para el punto 39 de España.
La defensa rompe el partido (56-40)
El tercer cuarto comenzó como terminó. Con Silvia dirigiendo, Sancho recuperando un par de balones y Alba anotando para seguir poniendo la máxima ventaja en el marcador (47-32). Dos faltas discutibles llevaron a Silvia y Nicholls al banquillo con tres personales, aunque Francia seguía sin anotar, buscando siempre tiros a menos de tres metros. Anna Cruz se unía a las armas ofensivas, con buenos minutos de Laura Gil peleándose con las torres galas. El partido parecía controlado, con una Francia desarmada y una España muy sólida. El camino lo marcaba la defensa, y a partir de ahí, las gotas de talento de Alba (que seguía anotando) o de una Palau que anotó la última canasta del cuarto en un momento vital para el equipo.
Con humildad,… y sin perder intensidad (71-55)
Francia intentó apretar en los primeros minutos de último cuarto para llegar con opciones al final del partido, pero la final era de España, de un equipo que sigue escribiendo la historia verano a verano. Sancho Lyttle y Anna Cruz tomaron el relevo de Alba y ponían los 20 de ventaja en el marcador. El partido estaba ganado y hubo minutos de juego para las menos habituales, incluídas María Conde y Bea Sánchez, debutantes con la Selección y ya campeonas de Europa.
FUENTE: ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB