El año en el que nadie creía, como aseguró Pablo Laso en
las entrañas del Buesa Arena, se terminó convirtiendo en el año del doblete. A
la Euroliga, el Real Madrid añadió su 34 título de Liga con su victoria en el
cuarto encuentro ante el corajudo Baskonia.
En una final de un nivel
extraordinario, el mejor equipo de Europa ratificó que nadie ha terminado la
temporada mejor que él. El Madrid padeció una plaga de lesiones insufrible. Se
sobrepuso en el duro invierno, rozó la Copa ante el mejor Barça del año y en la
primavera despegó para proclamarse rey de Europa y a las puertas del verano
ganó otra Liga Endesa, la más especial en años. Es la cuarta en las siete
temporadas de la «era Laso». La más difícil a juicio del técnico y de la plantilla
blanca.
Los números sirven como aproximación a
lo que significa esta era de dominio del Madrid en España y también en Europa.
De 29 finales posibles, los blancos han disputado 21. De 21 finales de títulos
«de verdad» (Euroliga, Liga y Copa) han jugado 17. Acumula 15 trofeos: cuatro
Ligas, cinco Copas, dos Euroligas, 3 Supercopas y una Intercontinental. Y todo
ello con un despliegue coral que no hizo más que ratificarse en el último
capítulo de la mejor final en años. Porque el MVP, el Jugador Más Valioso, fue
Rudy Fernández. El premio fue la particular celebración del alero de su
renovación como madridista hasta 2020. Rudy recordó al joven que asombraba a
Europa con el Joventut antes de marchar a Estados Unidos.
El Baskonia mandó de salida, pero se topó con una aparición estruendosa del mallorquín en el segundo cuarto. Anotó 17 puntos con cuatro triples sin fallo. Fue una sensación de dominio de otra época. Rudy tocaba el balón y anotaba. No se quedó ahí. Su inteligencia en la pista le permitió ser decisivo atrás y acabar con 27 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes y 3 robos. Fue el elemento determinante de la segunda unidad del Madrid. O de la primera porque en la mezcla está la virtud.
Los que salieron ayer del banquillo fueron los encargados de minar la encomiable resistencia baskonista. Porque a los permanentes tirones blancos los vitorianos respondieron hasta el final. Hasta que Doncic dejó el que puede ser el último regalo de su carrera con la camiseta blanca. Con el Baskonia apretando (78-81 a falta de 3 minutos) y el reloj de posesión consumiendo las últimas décimas, el esloveno se levantó desde la línea de tres. Lo hizo a una pierna, desde la frontal, con el defensor pegado y anotó un triple que acabó con las esperanzas locales de prolongar una eliminatoria para el recuerdo.
El Baskonia mandó de salida, pero se topó con una aparición estruendosa del mallorquín en el segundo cuarto. Anotó 17 puntos con cuatro triples sin fallo. Fue una sensación de dominio de otra época. Rudy tocaba el balón y anotaba. No se quedó ahí. Su inteligencia en la pista le permitió ser decisivo atrás y acabar con 27 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes y 3 robos. Fue el elemento determinante de la segunda unidad del Madrid. O de la primera porque en la mezcla está la virtud.
Los que salieron ayer del banquillo fueron los encargados de minar la encomiable resistencia baskonista. Porque a los permanentes tirones blancos los vitorianos respondieron hasta el final. Hasta que Doncic dejó el que puede ser el último regalo de su carrera con la camiseta blanca. Con el Baskonia apretando (78-81 a falta de 3 minutos) y el reloj de posesión consumiendo las últimas décimas, el esloveno se levantó desde la línea de tres. Lo hizo a una pierna, desde la frontal, con el defensor pegado y anotó un triple que acabó con las esperanzas locales de prolongar una eliminatoria para el recuerdo.
A Doncic le espera y le desea la NBA.
El sorteo del «draft» es en la madrugada del viernes y su despedida del Madrid
fue a lo grande. En realidad, el destino de Luka parece escrito para dejar
instantes como ese.
Luego llegó el momento del capitán. Felipe Reyes levantó un nuevo título y van... Rudy recibió el MVP como reconocimiento a su mejor temporada en años, llegó el corte de la red de Llull, llegó el «selfie» también de Llull, Florentino bajó al vestuario a repartir felicitaciones, llegaron los gritos, los cánticos... lo de siempre. O no porque esta Liga ha sido diferente. «Todas las Ligas tienen algo, pero ésta ha sido increíble porque la temporada ha sido increíble. No se pueden dar tantas cosas en contra. El mérito es enorme», confesaba un Laso más emocionado que nunca.
Luego llegó el momento del capitán. Felipe Reyes levantó un nuevo título y van... Rudy recibió el MVP como reconocimiento a su mejor temporada en años, llegó el corte de la red de Llull, llegó el «selfie» también de Llull, Florentino bajó al vestuario a repartir felicitaciones, llegaron los gritos, los cánticos... lo de siempre. O no porque esta Liga ha sido diferente. «Todas las Ligas tienen algo, pero ésta ha sido increíble porque la temporada ha sido increíble. No se pueden dar tantas cosas en contra. El mérito es enorme», confesaba un Laso más emocionado que nunca.
FUENTE: WWW.LARAZÓN.ES (Mariano Ruiz Díez)