El oro de la Adecco LEB brilló como nunca en una tarde inolvidable. Melilla, en la segunda semifinal consiguió el pase a la final derrotando a Tenerife Rural (91-87) en otro partido de altísimo nivel que entusiasmó a todos a los aficionados.
“Ha sido un partido alucinante, muy bello. Lo he pasado genial”, afirmaba un NBA como Sergio Rodríguez. Y es que no repuestos todavía de la intensidad vivida minutos antes con el desenlace de una primera semifinal que alcanzó límites casi insuperables, Melilla y Tenerife incrementaron la dosis de baloncesto en estado puro que nos deparó una tarde de sábado apasionante.
Nuevamente las gradas se impregnaron de ambiente entregado con las aficiones de cada uno de los equipos ocupando el papel de las dos anteriores. Un partido ,si cabe, todavía más espectacular que el anterior, repleto de emoción y calidad. La fiesta continuaba en una cita inolvidable.Y en el primer cuarto de la segunda semifinal, para mantener la costumbre de esta competición y de la tónica del partido anterior igualada absoluta en marcador (20-20) y juego. Melilla mostrando ese arsenal interior que tiene su póquer de pivots y Tenerife buscando desde la distancia y la inspiración de sus exteriores el equilibrio de amenazas. El americano del Melilla Victor Cutberth, un ganador nato, mostraba todo su talento en esos primeros minutos enviando un claro mensaje a su rival de que estaba dispuesto a todo por repetir las experiencias vividas en sus últimas tres temporadas en la Adecco LEB Oro.
Rafa Sanz intentó maquillar el desequilibrio en el juego interior planteando una defensa zonal que si bien si obtuvo el objetivo de crear más solidez defensiva en la pintura permitió a Huertas mostrar su buena mano con dos triples consecutivos que distanció a Melilla (35-30) en minuto 15. Y con la vuelta a defensa individual de los canarios, vuelta al castigo interior melillense con Caio Torres y Waleskowski, relevos de Southall y Cuthbert, desgastando a los pívots de un Tenerife tocado (40-30, minuto 17).
Un estratega como Paco Olmos se guardaba una defensa zonal tras tiempo muerto rival para intentar dar un nuevo golpe al rival y casi lo consigue (44-30) de no ser porque en Tenerife hay jugadores con mucho oficio que no se descomponen tan fácilmente. Al final de la primera parte 10 puntos arriba para Melilla (46-36) producto de una evidente superioridad en el juego interior.
Entre los cuatro pívots 30 de los 46 puntos de su equipo compensando así el mayor acierto canario desde la línea de tres puntos.
Tras el descanso Rafa Sanz insistió en la defensa zonal como herramienta para descomponer el juego de un Melilla que a medida que pasaba el partido se iba sintiendo más dominador gracias a un equilibrado ataque en el que desde el poste bajo se obtenían muchas situaciones de ventaja en el lado contrario. La buena dinámica melillense sabiendo correr cuando era posible y tener pausa en muchos momentos le permitió mantener e incluso incrementar ante un Tenerife cuya virtud era seguir trabajando sin bajar ni la concentración ni la intensidad consciente de que a lo largo de los minutos tendría la oportunidad de volver al partido.
Esa capacidad para resistir en los momentos tuvo como premio acercarse a 7 puntos en el minuto 29 (62-55) para concluir el tercer cuarto igual que al descanso, con 10 puntos favorables a un Melilla que veía la final cerca tan difícil como diez minutos atrás. Julio González y Antelo habían sido capaces de liderar la resistencia canaria en los momentos en que las fuerzas y la moral de algunos compañeros empezaban a flaquear.
Una jugada de cuatro puntos de Francis Sánchez dio vida a Tenerife y de pronto el destino del partido dejó de estar tan claro. Un triple de Carroll acercó a los canarios a cuatro puntos, ¡sólo a cuatro! (74-70) con cinco minutos por jugar. Era el momento de Francis Sánchez y sus triples imposibles y 76-73 en el marcador con el pabellón disfrutando nuevamente de un partido extraordinario.
El Oro de la Adecco LEB brillaba más que nunca en el Fernando Martín. A cada acción le seguía otra menor, cada triple era respondido con otro más difícil. El espectáculo y la emoción aumentaba hasta incluso superar lo vivido dos horas atrás. A poco más de un minuto 81-79 tras el tercer triple imposible y consecutivo de Francis que provocaba que hasta Sergio Rodríguez en la grada alucinara y que los corazones de todos los aficionados canarios y melillenses latiendo más rápido que en toda la temporada.
Un nuevo triple, este nuevamente de Huertas, llevó al Melilla a una diferencia que parecía decisiva (84-79, a 50´´ del final)… parecía, sólo parecía porque Julio González acercaba todavía más a Tenerife (85-83) con 20 ´´ por delante. Los tiros libres dictaron la sentencia final. Melilla, como antes Lucentum, se situaba a un paso de la ACB.
RUEDA DE PRENSA
Rafa Sanz (Tenerife Rural)
“El partido ha tenido una gran igualdad salvo en el segundo cuarto. Nos han hecho daño en el rebote y con canastas fáciles. En un partido así, los momentos malos hay que saber llevarlos con más contundencia atrás. Nos hemos enganchado al partido con nuestro amor propio y un juego directo. Al final, en los pequeños detalles, ellos se han impuesto en un partido a cara o cruz”.
“He felicitado a mis jugadores porque en el deporte lo puedes hacer muy bien y perder. La línea que separa el éxito del fracaso la cruzamos el año pasado y este año no ha podido ser. Hemos perdido contra un buen equipo y los jugadores lo han dado todo”.
“Llegué de un club humilde como UB La Palma y no me encontré un equipo muy boyante y con todos nuestros problemas hemos peleado hasta el final. Si hubiéramos subido tendría contrato, ahora mismo no. Espero que el Tenerife conmigo o sin mí siga viniendo a esta cita porque es un grande de la LEB”.
“Siento mucho orgullo de entrenar a este equipo. Ojalá que esto no se quedara aquí pero si no es así espero que el Tenerife siga adelante. Tenerife merece un club en ACB.
Paco Olmos (Melilla Baloncesto)
“Hemos conseguido que Tenerife no tuviera su ritmo en la primera parte. Sabíamos que en la segunda parte iban a llevar el partido a sus zonas. Ha sido importante mantener las ventajas. Nos llevamos un partido que nos merecemos en el cómputo global porque no hemos jugado al ritmo infernal que impone Tenerife”.
“Era importante que la zona de Tenerife no nos cansara mentalmente y lo importante ha sido mantener el nivel defensivo. Si hubiéramos metido algunos tiros libres más, el partido se podría haber resuelto antes”.“Hemos conseguido un buen reparto de minutos y los que han jugado más son nuestros mejores atletas”.
“Es fundamental recuperar el equipo y ver qué energía tiene mañana. El gran favorito al ascenso desde agosto es Alicante y nosotros vamos a intentar poner toda la oposición posible. Hemos trabajado mucho y los jugadores se merecen estar en esa final. Esperamos poder ganar y que Melilla pueda ser historia del baloncesto español”.
FUENTE: FEB (Miguel Panadés)