El equipo de baloncesto del Real Madrid no ha dado la talla exigible en una Final Four y ha naufragado en un segundo tiempo nefasto en el que ha sido una marioneta en manos de los jugadores del Macabbi de Tel Aviv, el resultado final (82-63), lo dice prácticamente todo.
(Foto extraída de www. terra.es)
Los jugadores blancos han sido capaces de aguantar hasta el descanso al que se retiraron con un (32-29) desfavorable, pero cuando un equipo juega sin equilibrio interior-exterior y las aportaciones de los jugadores de perímetro son tan escasas (en especial de los aleros), resulta imposible poder desarbolar a un equipo como el israelí que muy bien dirigido desde el banco ha sabido explotar sus recursos fenomenalmente.
Partiendo de una defensa de alternativas han planteado muchas dificultades al ataque blanco en el que únicamente Felipe Reyes, Prigioni y a medias Tomic se han salvado de la quema, pero lo mas importante del equipo de David Blatt ha sido su ambición, su no especular, su búsqueda constante de la canasta contraria y el no tener miedo nunca al error y al fallo. Todo lo contrario que le ha sucedido al equipo de Emanuel Molin, que ha dado en todo momento la sensación de temeroso, de no querer arriesgar y estar a la defensiva y a verlas venir y así es difícil conseguir el éxito en una Final Four.
Si comparamos la actuación en general de los aleros de uno y otro equipo quizás podemos encontrar una explicación al resultado, Sergi Llull anotó 9 puntos, Carlos Suárez 8 y Caly Tucker 3 (en la última jugada del partido), Sergi Vidal y Velickovic no contaron. Un total de 20 puntos y un 30´4 % en tiros de tres (7 de 23). En los israelíes Chuck Eidson 19 puntos, David Blu 10 y Guy Pniny 14, es decir un total de 43 puntos y un 52´7% en tiros de tres (12 de 23). Si a esta prestación le añadimos los 14 puntitos de Jeremy Pargo (muchos de ellos de los llamados de calidad, es decir en los momentos importantes de partido) y los 16 de Schortsanitis, la losa era mas que difícil de levantar.
Y es que además la moral de los jugadores blancos parecía que estaba cogida con alfileres, cuando Pargo apareció en tres o cuatro jugadas marca de la casa, el equipo se descompuso con total facilidad, perdió el norte y se le vieron todas las debilidades, los ataques se hacían sin orden ni concierto y los despropósitos fueron constantes, por momentos y me pesa decirlo se jugaba en ataque como pollos descabezados y además no se defendía un pimiento (el tanteo del segundo tiempo fue 50-34, cuando hasta el descanso se había dejado a Macabbi en 32 puntos).
Desde el banquillo y me pesa decirlo pocas soluciones, ni defensas especiales ni cambios estratégicos y tácticos y poca imaginación para cambiar las circunstancias y el ritmo del partido. Decepción total y a aprender de la lección, es cierto que en el equipo blanco hay mucha gente joven con falta de experiencia, pero también tiene jugadores como Prigioni, Felipe Reyes, Tucker, Fisher, etc, curtidos en mil batallas, han jugado una buena Euroliga y no creo que el mal partido de hoy podamos excusarlo únicamente en la inexperiencia como he oído en diferentes declaraciones.