El Real Madrid ha sido eliminado por el Bilbao Basket y ha acabado su temporada antes de lo previsto. El equipo bilbaino ha jugado una excelente semifinal y su pase a la lucha por el título ha sido mas que merecido, sin embargo a priori no contaba en las quinielas y se daba por hecho que el equipo madridista era superior.
No me gusta hacer leña del árbol caído (nunca me ha gustado), pero creo que se debe reflexionar y analizar sobre el papel realizado por el equipo blanco en esta liga ACB, ¿DECEPCIÓN?, ¿FRACASO?, ¿DESASTRE?...
(Foto extraída de www. pmporreres.com)
A todo el mundillo del baloncesto causó extrañeza el abandono de la nave madridista por Ettore Messina (un entrenador de reconocido prestigio que no fue capaz de encontrar el sendero del éxito y que de forma mas que anticipada renunció a su búsqueda), seguramente tenía razones escondidas que en estos momentos podrían ser mejor entendidas.
Creo que la cúpula madridista al elegir como su sustituto Emanuele Molin buscó una continuidad en el proyecto iniciado, pero lo cierto y real es que el equipo no ha funcionado, no ha tenido continuidad en el juego, ha ofrecido cosas buenas y malas, pero sin una base fuerte detrás que otorgarse una confianza total en el equipo para las mayores empresas.
El equipo se clasificó para la Final Four y aparentemente parecía haber encontrado una llave que le abriese puertas hasta ese momento inalcanzables, pero en la gran cita europea el equipo no dio la talla. La excusa fundamental que adujo fue la inexperiencia de sus jugadores en ese tipo de citas, sinceramente a mi siempre me pareció sin demasiado peso, hombres como Pablo Prigioni, Felipe Reyes, Sergio Rodríguez, Fisher, Velickovic, Tucker, Garbajosa (cuando estaba), etc, tienen unas poquitas batallas libradas y los jóvenes Tomic, Llull, Suárez, Begic y Mirotic (aunque en menor grado), también están curtidos en citas internacionales con sus respectivas selecciones (con la absoluta o con categorías inferiores). ¿Acaso la Jugoplastika de Split cuando apareció en el panorama europeo tenía experiencia?, ¿o es que tenía mucha calidad y creó posteriormente una época?
Otro tema fundamental ha sido el ostracismo por el que se ha hecho pasar a jugadores de la talla de Velickovic, Sergi Vidal y Begic, ¿es normal dicha situación?, pasó con Messina y ha vuelto a repetirse con Molin, ¿tan malos son como para no tener diez minutos por partido?. Sergi Vidal era un hombre importantísimo en los esquemas de un entrenador tan duro y comprometido como Ivanovic, ¿ahora no vale?. Velickovic ha sido un hombre bastante importante en la Selección Serbia de Dusan Ivkovic, ¿tampoco vale? y ¿el fichaje de Begic lo entiende alguien?, se dio la baja a Garbajosa para que este jugador sea carne de banquillo, ¿es de recibo?
Luego si nos centramos en el juego y con todos los respetos para Molin apenas he visto cambios en los aspectos tácticos y estratégicos que ya usaba su predecesor Messina, ¿no ha tenido tiempo en los meses que ha estado de buscar algún cambio en la forma de jugar del equipo?.
En la semifinal ante el Bilbao la defensa ha sido siempre la misma durante toda la serie, (individual clásica y poquito mas), no podía haber presionado en alguna ocasión, ¿por qué en algún momento no ha probado alguna zona, defensa mixta, combinada, etc?, pensemos por ejemplo como Fotis Katsikaris en el cuarto partido y tras un mal inicio de su equipo colocó una zona de ajuste que cortó el ritmo al equipo madrileño y consiguió igualar el parcial de inicio.
¿Y en ataque que me dicen?, la famosa "ele" que está hasta en la sopa y pocas variaciones mas. De inicio balones interiores a Tomic y después acciones individuales con demasiado uso del pick and roll, ¿no hay mas recursos?. Juego demasiado lento, ¿cuantos contraataques se han llegado a realizar?, pero además en el juego posicional circulación lenta, previsible y desmarques dificultosos con poca liberación para los tiradores.
Pero como dice Molin en sus declaraciones postpartido habría que repartir responsabilidades, en primer lugar las que conciernen a la Dirección Deportiva (gestión y planificación de la plantilla), al trabajo previo de Ettore y por supuesto a los jugadores que tampoco deben irse de rositas.
Ha habido desavenencias públicas manifestadas en gestos inapropiados de los jugadores con el entrenador (generalmente tras cambios en los partidos), ha sucedido con Prigioni, con Velickovic, etc. Son detalles que no ayudan y enturbian las relaciones y la conexión staff técnico-plantilla. Incluso he llegado a leer en medios digitales que los jugadores pidieron a su entrenador mas participación de los jugadores menos habituales (quizás en un ostracismo difícil de explicar). La experiencia que tengo como entrenador me dice que estos detalles incendian el vestuario y posteriormente se reflejan y trasladan a la pista de juego.
Hay jugadores que no han dado un rendimiento acorde a lo que se esperaba de ellos, no solo se trata de voluntad y ganas (eso como en el valor en la mili se presuponía), hay que poner sobre la cancha saber estar, mente fría, pulso firme, inteligencia y visión de juego, cuestiones que no siempre han aparecido.
Los bases Prigioni y Sergio Rodríguez parecían ser la pareja ideal, uno experto, vivo y listo en el juego estático y otro joven, rápido, explosivo, espontáneo y rompedor. Sin embargo no han marcado diferencias que se esperaba de ellos en cuanto a la dirección de equipo, aunque quizás la lesión de inicio de liga de Prigioni y la de Sergio Rodríguez (antes de la final Four), han podido influenciar de alguna manera en su rendimiento.
El cambio de Bullock por Tucker no ha sido lo que se esperaba, el americano que venía avalado por números importantes como anotador en equipos como Cajasol Sevilla y Joventut de Badalona no ha sido el francotirador deseado, e incluso en algunos momentos parecía que el balón le quemaba en las manos y dejaba la decisión en otros. Sergio Lull ha tirado del carro en muchas ocasiones, sus cualidades físicas y técnicas nadie las discute, pero en los momentos decisivos de los partidos clave no ha resuelto y en su afán de resolver situaciones importantes de finales de partido se ha precipitado mas de la cuenta. Carlos Suárez era la gran esperanza como alero alto, aunque ha mejorado en el tiro de tres (es obvio), sin embargo no ha brillado en facetas que en el equipo estudiantil sera quizás su mayor virtud (rebotes ofensivos, penetraciones y puntos bajo aro). De Sergi Vidal y Velickovic no voy a opinar porque apenas si han contado, aunque el serbio con Messina participaba mas.
Bajo aro Tomic ha ofrecido luces y sombras, mejor en ataque que en defensa, parece que todavía mayor contundencia y kilos para dar un salto cualitativo acorde sus magníficas cualidades. Todo lo contrario ha sido Fisher que siendo un baluarte en el aspecto defensivo (rebotes y tapones), ha mostrado mayor irregularidad en ataque (sinceramente pienso que podría haber sido mas explotado en esta faceta, su tiro corto en suspensión y su capacidad de salto así me lo parecen). Felipe Reyes siempre pelea, pero no ha sido ni mucho menos el jugador de temporadas anteriores, parece como si hubiera perdido confianza en si mismo y además ha jugado demasiado lejos del aro (al menos a mi me lo ha parecido). Mas difícil de explicar es la ausencia de minutos en esta semifinal para Mirotic, tras su gran partido en Siena se hizo con un status importante en las rotaciones del equipo, pero ante los bilbainos desapareció del panorama y en los minutos jugados tampoco demostró el nivel de su su capacidad. De Begic poco hay que decir, apenas si ha jugado y tampoco parece ser un pívot determinante, quizás por su juventud si se le da confianza y se trabaja a fondo con él se podría pensar como pieza de futuro.
¿Y AHORA QUÉ?