A la tercera fue la vencida y el Basket Lucena ya sabe lo que es ganar en su temporada de estreno en División Nacional. Fue una victoria muy costosa y trabajada la conseguida en la tarde-noche de ayer por los pupilos de Miguel Aguilar en el Pabellón Cubierto de Lucena. Cincuenta minutos necesitó el equipo lucentino para hacerse con esta primera victoria frente a un correoso Club Baloncesto Almería, que en ningún momento tiró la toalla. Y es que fueron necesarias dos prorrogas para deshacer las tablas que reflejaba el marcador al final del tiempo reglamentario. Al final 77-73 que refleja la igualdad que presidió todo el encuentro.
El primer cuarto ya dejó ver cual iba a ser la tónica general del partido. Lucentinos y almerienses saltaron a la cancha del Pabellón Cubierto dispuestos a ganar su primer partido de la temporada y lo demostraron llegando con cierta facilidad al aro contrario para cerrar el cuarto con un resultado de 17-17. En el segundo cuarto se mantuvo la igualdad, pero el Basket Lucena aprovechó la capacidad anotadora de Igor da Silva para marcharse de tres puntos en el marcador a la mitad del partido, que concluyó con un resultado de 37 a 34, tras un parcial de 20-17.
Los almerienses salieron de vestuarios con la lección bien aprendida y en pocos minutos dejaron claro que iban a vender muy cara su derrota. Los lucentinos ya no tenían la misma frescura frente al aro contrario y se acumulaban los fallos. El Basket Almería no sólo saldo la ventaja inicial, sino que incluso llegaron a gozar de una renta de diez puntos en el marcador. Sin embargo la reacción de los locales se produjo justo a tiempo para que el tercer cuarto concluyese con el equipo lucentino a un sólo punto de los almerienses (50-51), incluso desaprovechando varias ocasiones para ponerse de nuevo con ventaja.
Quedaba por delante el último cuarto, pero ni lucentinos ni almerienses parecían querer ganar el partido. La presión se dejó notar en demasía en los jugadores de ambos equipos, que fallaban una y otra vez bajo el tablero. A tres minutos del término el equipo lucentino lograba su máxima ventaja del cuarto, con tres puntos, pero los almerienses enjugaban la deventaja y volvían a ponerse por delante de un punto (59-60). A cuatro segundos para el final los almerienses hacían falta sobre Andrés Molero, que conseguía uno de sus dos tiros libres y dejaba el electrónico en el 60-60 con el que se llegaba al final del tiempo reglamentario, tras un raquítico parcial de 10-9 para los lucentinos.
La prorroga se inició por los mismo derroteros. El balón pesaba mucho a ambos equipos y la presión hacía que cada canasta fuese una noticia. A falta de 22 segundos, y con 66-66 en el marcador, los almerienses conseguían recuperar el balón a media pista y se jugaban la victoria a una canasta que no llegaría, mientras que Da Silva tampoco lograba concretar un tiro sobre la bocina que marcaba el final de la prórroga.
Fue necesario llegar a la segunda prórroga para cerrar un partido agónico en el que cualquiera de los contendientes pudo haberse llevado la victoria. Tras varias jugadas sin premio para ninguno de los dos equipos, Andrés Molero lograba un triple que ponía el marcador en 71-69 para los locales. Empataban los almerienses a un minuto del final, pero ahora era Paco Vivar el que castigaba el aro contrario con un nuevo triple que terminó de desquiciar al rival, llevando el 74-71 al electrónico. Tras la sucesión de faltas personales de los últimos segundos el marcador final se quedaba en 77-73. Tres puntos que marcan la diferencia tras cincuenta minutos de juego en un partido no apto para cardiacos, en el que el público también puso de su parte en los momentos cruciales animando a su equipo.
Miguel Aguilar, entrenador del Basket Lucena resumía el encuentro para LucenaHoy con cuatro palabras: "Ningún equipo quería ganar". Aguilar señalaba que sus chicos acusaron mucho la presión por estrenar su casillero de victorias y jugaron con demasiada precipitación en los momentos cruciales del encuentro. "Aun no nos hemos adaptado a la categoría, pero espero que esta victoria sirva para asentarnos un poco más y empezar a demostrar el trabajo que estamos haciendo", indicaba el entrenador montillano del Basket Lucena, que sigue estando convenido de que "estamos ante un equipo muy competitivo", máxime tras la incorporación de dos nuevos jugadores, Francisco Galindo, alero cordobés con poca experiencia en la competición oficial pero con un futuro prometedor, y David Corpas, otro joven alero, en este caso de la vecina localidad de Cabra. Con estas dos incorporaciones son doce los jugadores que integran el plantel lucentino, entre ellos dos juveniles.
FUENTE: LUCENAHOY.COM (Texto y foto)