En baloncesto formarse y actualizarse es fundamental y absolutamente necesario, pero no pensemos que por hacer los cursos de entrenador y mejorar nuestros conocimientos asistiendo a clinics y buscando apuntes y videos por internet está todo hecho, lo estudiado y aprendido hay que llevarlo a la práctica y no todo el mundo lo hace igual y de la misma forma.
Supongamos que ya sabemos mucho y estamos duchos en Preparación Física, Técnica Individual, Táctica Indidividual, Táctica de Equipo, Estrategia y Preparación Psicológica. Si quiero preparar un buen entrenamiento tendré que hacer un "cocktail" perfecto para que mis jugadores lo saboreen bien, lo disfruten y vengan con ganas al día siguiente para repetir.
Pero, ¿sabemos combinar y mezclar todo lo aprendido convenientemente? ¿sabemos darle la proporción adecuada?. Acertar en ello es la gran virtud de un buen entrenador y es lo mas difícil de conseguir porque camareros que preparen cokctails hay muchos, pero que tengan el reconocimiento y la consideración máxima y les den un premio por su originalidad y peculiaridad ya no hay tantos.
El entrenamiento es un "cocktail" de todo y el entrenador es el que debe mezclar adecuadamente todos los ingredientes en su justa medida y proporción. Si añadimos demasiado de un mismo ingrediente posiblemente nadie se trage el preparado y si obviamos alguno tampoco tendrá el sabor final que pretendemos.
En un entrenamiento hay que reflejar la preparación física, defensa, pases, tiro a canasta, contraataques, rebotes, transiciones, ataques posicionales, etc. Todos estos aspectos deben estar medidos de la mejor forma posible para presentar a los jugadores un entrenamiento que les motive, que les divierta y que les haga trabajar casi sin darse cuenta. Porque no podemos olvidar que tal como se entrena se juega y esto es una realidad absoluta que se cumple en términos generales (aunque pueda ocurrir que el día anterior o la semana previa a un partido hayamos entrenado fatal y luego nos salga un partido perfecto, casualidades y excepciones que confirman la regla).
Generalmente los jugadores no suelen decirnos casi nunca aunque lo piensen que no le gustan los entrenamientos, que se aburren, que no sudan, que no trabajan en equipo, que los interrumpimos y hacemos demasiadas paradas quedándose fríos, que no les animamos y motivamos lo suficiente, esto sólo lo hacen los menos y cuando la crítica es generalizada suele ser cuando cesan a un entrenador y llega uno nuevo (a este si que le dicen todos los errores y fallos anteriores, pero mientras estaba el cesado pocos se atreven a decirlo en su cara).
Pero el entrenador observa, mira y ve como entrenan sus jugadores y cuando detecte desidia, y que no se entrena bien, debe poner todos sus sentidos y medios a su alcance para que esto no ocurra y la mejor receta es la de preparar buenos entrenamientos, "buenos cocktails", no podemos decepcionar a los jugadores que llegan al entrenamiento con ganas de trabajar, progresar y divertirse, pensemos que hay jugadores que tiene que realizar grandes sacrificios para acudir a los entrenamientos y no podemos decepcionarles llevando un entrenamiento inadecuado, mal organizado y planificado. Y no sólo eso también tenemos que pensar en el sino que rige el mundo de los entrenadores, si no hay buenos resultados lo normal es que te cesen (aunque no seas el único culpable).
Cuanto mejor llevemos preparados nuestros entrenamientos, con mayor deseos y ganas irán nuestros jugadores a ellos, debemos tener organizado el material, saber previamente el número de jugadores que van a acudir y en función de ello programarlo, ser y exigir puntualidad, tener preparados los ejercicios mas adecuados, saber establecer los tiempos y las pausas, tener preparado el "cocktail" idóneo en función de las caracteristicas de nuestros jugadores.
Si no lo hacemos así, enseguida empezará a faltar la gente, apreciaremos cosas raras, tendrán mas exámenes, se quejarán mas de molestias físicas y pondrán toda clase de impedimentos para no asistir al mismo o incluso algo peor que es el trabajo con desgana.