Es un trabajo de las federaciones autonómicas y los clubes. Nosotros, a través de los campeonatos de España de selecciones minibasket y los diferentes eventos de esta categoría, más la información que tenemos de los diferentes directores deportivos, los reclutamos para su primera toma de contacto en la concentración que hacemos cada verano en El Collel (Barcelona). Así confeccionamos las listas de los jugadores que vamos entendiendo que tienen proyección internacional. Es el punto de partida de las futuras selecciones nacionales.
¿Cuándo empezó usted con el Programa?
Estuve primero como entrenador, después como ayudante de dirección y al final como responsable dentro del gabinete técnico. Pero quiero destacar que no es un trabajo personalizado, sino en equipo. Más que dirigir, coordino las voluntades de información que existen. No estuve en los inicios del Programa, pero llevo alrededor de 18 años.
Desde que trabaja con los jóvenes, ¿hay alguna generación que le haya llamado especialmente la atención?
Cada generación tiene un talento especial, y lo importante es saber interpretarlo. Te puedo decir que la generación de 1992 destaca porque tiene unos grandes pasadores. La de 1988 tiene unos jugadores de una gran proyección. La de Rudy (1985), la de Ricky (1990), la de Sergio (1986)... cada una tiene su peculiaridad.
¿Cómo analizas la situación actual del baloncesto base canario?
Canarias es una escuela de baloncesto. Han salido grandes jugadores. Hubo un momento hace unos años en que sufrió un pequeño bajón, pero en los últimos cinco vuelve a reencontrarse con su verdadera escuela, su verdadero sentido tanto en masculino como en femenino. Canarias está a un nivel importante dentro del contexto del baloncesto nacional.
Canarias siempre ha tenido grandes bases y aleros, pero parece que le cuesta sacar hombres altos.
Ahora no. Tenemos nombres que van a salir a la palestra como David Delgado, los hermanos Guerra... Esto no tiene nada que ver, a lo mejor en un momento determinado te salen jugadores muy grandes pero no pequeños. Lo que sí es una virtud es que los canarios son unos grandes dominadores del balón, controlan muy bien el espacio frontal de cara a la canasta. Esto hace que los jugadores de allí tengan una capacidad innata, un gen, para ver el baloncesto desde un punto de vista exterior. Pero no se puede prever cuando van a salir jugadores grandes.
¿Qué sentiste cuando jugadores que han estado con ustedes en El Collel como Rudy, Sergio Rodríguez, Marc Gasol o Navarro alzaron la copa de campeones del Mundo?
Es el mejor pago que puede obtener una persona que sirve al baloncesto o a cualquier deporte. Más que la medalla en sí, que a veces es una cuestión de circunstancias, es un gran reconocimiento al jugador, y para mi una satisfacción personal, cuando veo que un chico entra en la selección cadete y ha empezado desde el inicio, o llega al combinado senior. Luego, si se consigue una medalla, es una gran satisfacción compartirla con el jugador, que es la auténtica estrella de todo esto.
Su último proyecto fue hace solo unos días, entrenando a los chicos de la selección U15.
En la semana del puente de la Constitución, el día 6 tuvimos la Operación Altura con varios canarios. Hemos reclutado una cantidad importante de jugadores para buscar nuevas fuentes y darles a otros la oportunidad de entrar por primera vez en una convocatoria. También fui el coordinador de la generación de 1992, que participó en el torneo de Íscar con Fran Guerra y Eliécer Santana (Ciudad de Telde) y Pedro Fariña (Unelco Tenerife). Es un grupo de 16 jugadores muy exigente que servirá para estructurar la selección que disputará el próximo verano el Campeonato de Europa cadete.