Importantísimo partido el ganado hoy en el Bruesa Arena por el TAU de Vitoria al imponerse al Real Madrid por (91-80).
Ha sido un partido en el que los de Dusko Ivanovic se han impuesto sin pasar demasiados apuros al equipo de Joan Plaza, que aunque ha dado la cara en cancha ajena tendrá que solventar el todo o nada la próxima semana en Vista Alegre si quiere pasar a la Final de la ACB. No debemos olvidar que este año la semifinal se juega a tres partidos y esto colocará a los dos equipos en un ambiente de gran tensión emocional la próxima semana, con mayor presión en este caso para los madrileños ya que los vitorianos siempre tienen la opción de desempatar con el factor cancha a su favor.
El conjunto de Dusko Ivanovic fue superior en líneas generales a los madridistas y con el pívot Tiago Splitter, estelar, como líder, se llevó este primer duelo entre los dos últimos campeones de la ACB. El Real Madrid desplegó un juego que fue de más a menos y, pese al despliegue táctico de Joan Plaza, no pudo contra la solidez de los de Ivanovic. Al final, el conjunto madrileño, que tuvo sus opciones en determinados momentos, sucumbió por once puntos. El Tau inició el choque con ímpetu e intentando correr.
Tras hacerse con el balón en el salto inicial anotó rápido por mediación de Igor Rakocevic y lanzó varios contraataques que firmaron el primer parcial de 6-0, mientras que al Real Madrid le hicieron falta casi dos minutos para empezar a sumar. No obstante, el equipo de Plaza se mostró muy activo en defensa en los primeros minutos y consiguió equilibrar las fuerzas, aunque con el Tau al mando de la contienda, bien dirigido por el argentino Pablo Prigioni. Splitter comenzaba a hacer un gran daño en la zona madridista, tanto que situaba la máxima ventaja para el Tau con un 26-17 que obligaba a Plaza a llamar a capítulo a sus pupilos para frenar las acometidas del cuadro vitoriano, que llegó al primer parón con 26-19 en el electrónico tras una bandeja de Sergio Llull.
En el segundo cuarto ambos equipos apretaron más en defensa, lo que redundó en peores porcentajes de tiro pero incrementó si cabe la intensidad. Con Raúl López y Louis Bullock nuevamente en cancha, un triple y una bandeja de ambos, respectivamente, los blancos se ponían a tres puntos y obligaban a Ivanovic a pedir tiempo muerto para reconducir la falta de ideas en ataque. La salida a cancha de Prigioni corrigió esa tara y motivó tres ataques en los que el Tau sumó. El base local y Splitter (16 puntos, 11 rebotes) fueron los pilares que posibilitaron al cuadro de Ivanovic irse al descanso con seis puntos de ventaja.
A la vuelta de los vestuarios fue cuando se rompió el partido, porque Prigioni, Splitter e Igor Rakocevic pusieron tierra de por medio (56-43) ante un Real Madrid atolondrado. Plaza movió sus peones en busca de soluciones pese a las faltas de Reyes y Van den Spiegel, pero el Tau mostró su cara más seria y solvente y amplió la diferencia hasta los quince puntos, aunque Llull, de nuevo 'descaradò y con un tremendo corazón, frenó la masacre (67-55).
En el último y definitivo cuarto Plaza se la jugó con Llull, Tomas, Massey, Mumbrú y Reyes buscando mayor agresividad defensiva y la rapidez en ataque. La apuesta por un quinteto de estas características acercó a los blancos a siete puntos a ocho minutos del final y aunque Splitter se cargó de faltas y se tenía que ir por cinco el Tau supo encarar el final del encuentro con una ventaja tranquilizadora que no dio en los últimos compases opciones al Real Madrid de soñar con arrebatar el factor cancha a su rival.
Tras hacerse con el balón en el salto inicial anotó rápido por mediación de Igor Rakocevic y lanzó varios contraataques que firmaron el primer parcial de 6-0, mientras que al Real Madrid le hicieron falta casi dos minutos para empezar a sumar. No obstante, el equipo de Plaza se mostró muy activo en defensa en los primeros minutos y consiguió equilibrar las fuerzas, aunque con el Tau al mando de la contienda, bien dirigido por el argentino Pablo Prigioni. Splitter comenzaba a hacer un gran daño en la zona madridista, tanto que situaba la máxima ventaja para el Tau con un 26-17 que obligaba a Plaza a llamar a capítulo a sus pupilos para frenar las acometidas del cuadro vitoriano, que llegó al primer parón con 26-19 en el electrónico tras una bandeja de Sergio Llull.
En el segundo cuarto ambos equipos apretaron más en defensa, lo que redundó en peores porcentajes de tiro pero incrementó si cabe la intensidad. Con Raúl López y Louis Bullock nuevamente en cancha, un triple y una bandeja de ambos, respectivamente, los blancos se ponían a tres puntos y obligaban a Ivanovic a pedir tiempo muerto para reconducir la falta de ideas en ataque. La salida a cancha de Prigioni corrigió esa tara y motivó tres ataques en los que el Tau sumó. El base local y Splitter (16 puntos, 11 rebotes) fueron los pilares que posibilitaron al cuadro de Ivanovic irse al descanso con seis puntos de ventaja.
A la vuelta de los vestuarios fue cuando se rompió el partido, porque Prigioni, Splitter e Igor Rakocevic pusieron tierra de por medio (56-43) ante un Real Madrid atolondrado. Plaza movió sus peones en busca de soluciones pese a las faltas de Reyes y Van den Spiegel, pero el Tau mostró su cara más seria y solvente y amplió la diferencia hasta los quince puntos, aunque Llull, de nuevo 'descaradò y con un tremendo corazón, frenó la masacre (67-55).
En el último y definitivo cuarto Plaza se la jugó con Llull, Tomas, Massey, Mumbrú y Reyes buscando mayor agresividad defensiva y la rapidez en ataque. La apuesta por un quinteto de estas características acercó a los blancos a siete puntos a ocho minutos del final y aunque Splitter se cargó de faltas y se tenía que ir por cinco el Tau supo encarar el final del encuentro con una ventaja tranquilizadora que no dio en los últimos compases opciones al Real Madrid de soñar con arrebatar el factor cancha a su rival.
FUENTE: EL MUNDO DEPORTIVO