**En mis numerosas correrias por el mundo de internet
buscando información interesante sobre el baloncesto, nunca me canso de
hacerlo, he encontrado este artículo escrito en el Blog de Basket de Decathlón
por Alberto García (vendedor de deportes colectivos) que me ha encantado y que
además me viene como anillo al dedo en mi próxima aventura baloncestística con
el CB La Rambla, felicito a su autor y os invito a disfrutar de él**:
¿Qué buscamos en el
baloncesto amateur?
Esta pregunta creo que es la
que nos deberíamos hacer todos los entrenadores a la hora de planificar una
temporada.
Para ello creo que es
importante hacerse una serie de cuestiones:
- ¿Quiénes somos?
- ¿Dónde queremos llegar?
- ¿Qué objetivos tenemos?
- ¿Qué jugadores forman la
plantilla?
En este tipo de categorías en
la que los jugadores no cobran e incluso muchos pagan por hacer este deporte
creo que lo más importante es generar ese grado de compromiso que necesita un
grupo para que se mantenga unido y con el paso del tiempo sea una gran familia.
¿Cuántos días de
invierno no te has preguntado y yo porque tengo que ir a pasar frío? Te
respondo con un símil: eres parte de una silla (una pata) y si no estás, la
silla no se mantiene. Piensa que habrá compañeros que opinen igual que tú, pero
esa actitud, ese amor por el deporte de la canasta es lo
que les hace no faltar.
Los entrenadores nos debemos de
dar cuenta desde el principio que de normal los jugadores de nuestras
plantillas no tienen dedicación exclusiva al baloncesto, tendremos gente
que estudia, que trabaja, que está en el paro, por lo cual no debemos
enfadarnos de forma innecesaria porque un día tu base, alero o ayudante no te
venga a entrenar por motivos ajenos al equipo. Si hay interés se ve de lejos.
Esta situación, en la que
debemos generar ese grado de compromiso, no debe llegar a ser una
obligación sino una necesidad para nuestro cuerpo. Tengo una
experiencia personal en la cual se ha demostrado que esto es posible
y es un claro ejemplo como un jugador de 42 años que he tenido en mi equipo
durante las últimas dos temporadas ha sido una persona que nunca ha faltado a
entrenar por causa de fuerza mayor y ha disputado encuentros en situaciones que
demuestran su grado de compromiso e integración en un grupo.
A base de años entrenando me he
dado cuenta que tenemos que generar esa unión, ese
vínculo entre compañeros, esa ilusión porque llegue el momento del
entrenamiento y de esa forma el jugador lo dará todo en la pista en todo
momento.
Si se genera un compromiso por parte de todos, el día que parte del grupo
falle a los demás y no vengan a entrenar se darán cuenta que a quien
están perjudicando no es a ellos mismos, es a sus compañeros que habrán dejado
de hacer cosas por ir a entrenar y por la falta de interés de ellos no van a
poder disfrutar como ellos esperaban.
Tanto los jugadores como
entrenadores tenemos que tener el deporte de la canasta
como una vía de escape ante los problemas que se nos presentan día
a día. La imagen de un entrenador que se enfada porque un ejercicio no sale,
porque un sistema de juego no se ejecuta correctamente o la de un jugador,
porque pierde dos balones o no realiza su mejor partido nos debe servir de
refuerzo para querer seguir trabajando, el enfado es bueno pero hay que darse
cuenta que cuando salgamos de la pista debemos olvidarnos de este tipo de
enfados y sonreír porque estamos haciendo lo que más nos gusta, que es jugar o
entrenar al baloncesto.
Os pongo el ejemplo, un jugador
que esté en situación de desempleo, que no tiene distracción alguna a lo largo
de todo el día, ¿no creéis que el mejor momento del día para él será ese rato
que se junta con sus compañeros y realiza su deporte pasión?
Otro ejemplo, un jugador que se
está preparando una oposición, estudiando una carrera universitaria, ¿qué mejor
forma de desconectar tras un largo día de estudio?
Para que todo esto se
cumpla, los entrenadores tenemos que ayudar a que sea así,
está bastante claro que tenemos que ser exigentes con
los jugadores, corregir en todo momento lo necesario pero al mismo tiempo
tenemos que dar los suficientes refuerzos positivos a los jugadores para que
sigan con esta mentalidad. No les podemos estar machacando
constantemente puesto que esto puede provocar que se pierda la
ilusión y las ganas de jugar al baloncesto.
En estas edades, el que va a
entrenar un 11 de Enero a las 22:00 de la noche con 7º de temperatura es señal
de que le gusta y que tiene compromiso con todos sus compañeros. Eso
tiene que generar satisfacción y servir de ejemplo para aquellos
que utilizan la mínima excusa para faltar a una sesión de
entrenamiento o a un partido.
Desde mi propia experiencia
puedo opinar que todo este tipo de situaciones hacen
que un grupo se una, que vayan todos en la misma dirección y eso es
gracias al compromiso que ellos mismos se auto generan para poder disfrutar del
baloncesto. Esta ha sido mi opinión como entrenador ¿cuál es la tuya?
¡Hay que hacer que el BALONCESTO sea PASIÓN, no OBLIGACIÓN!