Una de las situaciones que más llaman la
atención en nuestro baloncesto es la dificultad que tienen la mayoría de los equipos para realizar un juego
fluido mientras pasan de la defensa al ataque (transición ofensiva).
El baloncesto,
cada vez más, es un juego
sin pausas. Además, el juego en transición tiene una ventaja
fundamental y es que realza
el juego en velocidad, le da vistosidad y ello es algo que
siempre agradece el aficionado.
(Foto extraída de Entrenandobasket)
De
una forma errónea se aplica el juego de transición confundiéndolo con el de
contraataque. El
contraataque es el aprovechamiento de una ventaja numérica tras una buena
acción defensiva de nuestro equipo. En el momento que no
podamos aprovechar esta situación de ventaja numérica y, a medida que el equipo
contrario se recupera defensivamente, iniciamos nuestros movimientos de
transición que pueden realizarse con ventaja numérica o sin ella. Lo importante
es mantener un ritmo de juego que aproveche más que la ventaja numérica la
situación de inestabilidad defensiva de un equipo que está recuperando.
Entendemos la transición como la fase del juego desde que
termina el contraataque hasta que comienza el ataque posicional (mal llamado
estático). Una transición será más efectiva cuanto
más orden y continuidad encontremos en su desarrollo (juego en continuación-juego sin
pararse). Debemos entender la transición, por tanto, como algo continuo y no como una fase intermedia de colocación de jugadores para
desarrollar un ataque más estructurado.
El
juego en transición es la forma de jugar preferida en los últimos años de los
equipos de la NBA, donde se la conoce como “Ataque a todo el campo”. En la Liga ACB de la última temporada quizás el equipo que mas destacó por su juego en transición fuera el Real Madrid de Pablo Laso, aunque también hay otros con mentalidad de a ser posible "jugar llegando". Se trata, en definitiva, en no dar tiempo a que el
equipo rival pueda formar su defensa o tarde en hacerlo.
Evidentemente,
la transición debe estar
íntimamente ligada con la estructura del contraataque que
hayamos elegido y con las características de nuestros jugadores.
CONSIDERACIONES
En
el desarrollo de los contraataques y las transiciones debemos tener en cuenta
los siguientes aspectos:
- Evitar en lo posible el bote del
balón (realizar el avance de la transición mediante pases).
- Realizar el primer pase de
contraataque (clave), en un lado del campo. Esto facilita al
receptor del primer pase una visión más amplia del mismo.
-
Todos los jugadores
deben ser una amenaza para la defensa, esto facilitará las
situaciones de ventaja y la defensa tendrá que preocuparse por atender a más
zonas y espacios del campo.
-
Tener como alternativa para los atacantes, al menos, dos líneas de pase.
- Saber conseguir éxito de las
ventajas numéricas (de nada sirve conseguirlas si el atacante
tira con un defensor encima y llegamos dos o tres contra uno).
VENTAJAS
-
Con la transiciones imponemos
el ritmo de
juego.
- Obliga al equipo contrario a estar
siempre tenso.
- Motiva a todos los jugadores,
favorece el espectáculo y crea afición.
-
No hay momentos vacíos en el juego (JUEGO CONTINUO).