Tras dejar el equipo de Pozoblanco en la temporada 1995-96, decidí tomarme un año sabático y descansar de la vorágine de la competición ya que habían sido cuatro años intensísimos, necesitaba desconectar y dedicarme con mas tiempo a los míos.
En esa temporada me dediqué a dar Cursos para los entrenadores de Córdoba y provincia (durante aquella época la Federación Cordobesa siempre contaba conmigo para ello) y a ver baloncesto de todas las categorías, pero fundamentalmente para conocer la recién creada LEB ORO en la que participaba el Cajasur Córdoba que presidía Andrés López.
En la temporada 1997-98 recibí la llamada de la directiva del CP Peñarroya para hacerme cargo del equipo que estaba recién ascendido a Liga EBA, me reuní en Espiel creo recordar con su Presidente Adolfo Gallardo y otro directivos Ramón Delgado y Paco Reixach y acepté el reto.
En aquel entonces la normativa decía que se tenía que jugar con cuatro jugadores con ficha senior y los demás tenían que ser sub-22. En esa Liga se permitían extranjeros pero la directiva me dijo con toda claridad que ellos no podían traerlos, además de las cuatro fichas seniors dos se debían de ocupar con dos jugadores seniors del pueblo que eran toda una tradición y no se podían quedar fuera del equipo bajo ningún concepto. Es decir que el esfuerzo en fichajes se tendría que hacer en los otros dos jugadores de fuera y en los sub-22. El objetivo en esa primera temporada se centraba en conseguir la permanencia. Acepté todas esas condiciones pensando en que sería capaz de sacar el equipo a flote pero me confundí de todas todas.
Fichamos a dos pívots seniors veteranos y con experiencia contrastada, el extremeño Juanjo Hernández y el madrileño Raúl Octavio, yo me llevé de Córdoba a dos sub22 muy prometedores como el base Chema Martín (había estado conmigo en Pozoblanco) y el alero Rafa García-Courtoy (de la gran generación que formó José María Muñoz en el Carmen), fichamos a Alberto Utrero un pívot extremeño que había jugado en Liga EBA con Cajasur Córdoba, a Iván Martínez un pívot de la zona centro, creo que era de Guadalajara, Correa un pívot procedente de Motril y del pueblo continuaron Eduardo Pedregosa, Dani González, Diego Algaba y también entraba algún júnior en ocasiones.
Empezamos con mucha ilusión, trabajamos a destajo en pretemporada, pero los hados no iban a estar con nosotros, recuerdo que en el primer partido de Liga contra el filial del Unicaja de Málaga, nuestro teórico base titular Chema Martín se rompió el quinto metatarsiano y estuvo cuatro meses de baja, primer contratiempo grave, en su lugar fichamos a Paco Vázquez, un base sub22 gaditano que había militado en el filial del Caja San Fernando, pero la sombra de José María Martín iba a ser muy alargada para suplirla.
Pero el gran contratiempo de verdad, fue cuando debido al temporal que azotó la zona con noches de fuertes tormentas, ocasionó que todo un lateral del Pabellón Municipal de Deportes se cayera (menos mal que no nos pilló entrenando porque fue apenas pasadas dos horas de haberlo estado). Como consecuencia de ello, tuvimos que invertir el orden de partidos hasta que se arreglara y jugamos la friolera de doce partidos consecutivos fuera de casa, lógicamente en la segunda vuelta sería lo contrario. Pero no sólo el problema era ese, además para entrenar los días que subíamos al pueblo teníamos que hacerlo en una cancha reducida como era el Colegio Inglés, aunque los días que entrenábamos en Córdoba lo hacíamos en una cancha normal.
Tengo que decir que esa temporada por primera vez en mi etapa de entrenador sentí el fracaso, estuvimos diecisiete partidos sin ganar antes de rescindir mi contrato, las circunstancias que he referido podían haber servido de excusas, pero perdimos también partidos increíbles de difícil explicación, como uno ante el filial del CB Granada que entrenaba Quique Gutiérrez y que ibamos ganando por seis a falta de un minuto. Otro en Villanueva 2 de la Serena que dominamos 39 minutos y al final nos fastidiaron un poquito los árbitros que dicho sea de paso eran de la región.
También es cierto que otros partidos los jugamos pésimamente. El equipo entró en una dinámica negativa, me decían que no había dinero para fichar y la situación se hizo insostenible, la afición lógicamente pidió la cabeza del entrenador y aunque yo no me sentía el único culpable de la situación, por lo que pasó con las lesiones y lo del Pabellón, también hay que decir que algunos jugadores tampoco dieron la talla y no respondieron a las expectativas esperadas. Pero lo cierto y real que el máximo responsable del rendimiento del equipo era yo y sentí que era honesto por mi parte proponer a la directiva rescindir el contrato para buscar un revulsivo que pudiera hacer cambiar la dinámica y ayudara al equipo (ni dimití, ni me cesaron, simplemente llegamos a una cuerdo para rescindir).
Mi sustituto llegó de Extremadura y se llamaba Porfirio Fisac (hoy día un entrenador de gran prestigio que entrena en ACB al Guipúzcoa Basket), con la llegada del nuevo entrenador se fichó a Ramirez un pívot extremeño de buen nivel que había jugado en Portugal, se recuperó a Chema Martín y además se iban a jugar los partidos que en la primera vuelta se habían jugado fuera dentro. El equipo reaccionó y se ganaron algunos partidos de la Fase Regular. Luego se perdió el Play-off de descenso ante Dos Hermanas, pero la gran noticia fue que el equipo siguió en Liga EBA porque la Federación aprobó una reestructuración en las Ligas EBA.
No sabéis lo mal que lo pasé esa temporada, dicen que no se es un entrenador completo hasta que no se pasa por un fracaso, pero yo eso no se lo deseo a nadie, noches y noches sin dormir, viendo vídeos, analizando el más mínimo detalle, buscando ejercicios nuevos, cambiando los sistemas de juego, variando forma de atacar y defender, trabajé como nunca y conseguí menos que nunca. Os puedo asegurar que me dejé la piel en el intento, pero cuando la cosas se tuercen todo se vuelve en contra.
Durante esa temporada y por los meses de abril-mayo recibí una llamada de Nicolás Urbano que en paz descanse y que era el Presidente del CB la Carlota, su equipo se había clasificado para jugar la Fase de Ascenso a EBA, pero a pesar de ello iban a cesar al entrenador (no sé muy bien los motivos), me proponía dirigir al equipo en la Fase de Ascenso y continuar una temporada mas (bien en EBA si se ascendía o bien en Segunda Diviisón Nacional si no se hacía).
Estuve dos meses con los carloteños, en el primer mes hicimos una minipretemporada y jugamos algunos amistosos con buenos resultados (ganamos un amistoso a Cabra que militaba en EBA) y nos fuimos a Don Benito a jugar la Fase de Ascenso, jugamos el primer partido ante Labradores de Sevilla fuimos todo el partido ganando aunque de forma ajustada, pero al final a pesar de que nuestro base Pedro Bello tuvo el balón para ganar, nos forzaron la prórroga y perdimos un partido que tendría repercusión psicológica.
En ese equipo jugaba gente de la talla de los hermanos De la Torre, hermanos Carmona, Pedro Bello, Yimi Jiménez, Agustín Alcántara, Paquito Rodríguez, Rafa Tapia, Luky, etc. Ganamos nuestro partido al equipo extremeño del Moraleja, pero para pasar a semifinales teníamos que ganar forzosamente el partido al anfitrión Don Benito que era dirigido por Eulogio Martín (posteriomente mantuve una amistad con él que sigue en vigor hoy día), pero caímos por trece puntos de diferencia, entre el fervor de la hinchada que los llevó en volandas y una zona que nos costó digerir los extremeños siguieron adelante.
Cuando en el verano estaba intentando conformar el equipo carloteño para la siguiente temporada en Segunda División Nacional, Nicolás Urbano me llamó para decirme que por motivos personales dejaba el equipo y que además no había presupuesto para salir en dicha categoría por lo que el equipo iba a renunciar a la misma. Todo lo planificado, el equipo estaba ya medio hecho, se vino abajo.
En la temporada 1998-99, el hijo pródigo vuelve a Maristas, decido trabajar de nuevo con la base y me hago cargo de un equipo de cadetes del club con gente como Pedro Calles, Álvaro González, Gerardo Calvo, David, Merlo, Enrique Gómez, etc. estuve dos años con ellos y nos lo pasamos bien, el primer año ganamos el Trofeo de Navidad de Maristas aunque al ser de primer año casi todos en la Liga no jugamos el play-off final, en el segundo año fuimos subcampeones provinciales tras perder con Cajasur Córdoba que dirigía Pichi Arévalo.
En el año 1999-2000 me centré mucho en escribir mi primer Libro de Baloncesto "100 ejercicios de baloncesto para un entrenamiento divertido y variado", lo hice con la colaboración de la Federación Andaluza de Baloncesto que presidía Rafel Rojano (q.e.p.d) y de la Diputación Provincial presidida por José Abad, el prólogo lo hizo mi amigo el periodista Paco Merino y se tiraron 1000 ejemplares que desaparecieron como rosquillas, el libro tuvo un éxito espectacular de hecho aún hoy día me siguen llegando peticiones del mismo, actualmente se puede encontrar como Libro Digital en en enlace http://www.biblioeteca.com/biblioeteca.web/Publicacion.action
En la temporada 2000-2001, me hice cargo de un equipo de cadetes de Maristas (curiosamente empezaron conmigo en la Escuela de Baloncesto del Colegio), tengo que decir que por aquel entonces en Maristas se seguía la filosofía que todos los entrenadores del Club independientemente del equipo y categoría que que entrenaran, tenían que trabajar con la Escuela de Baloncesto al menos dos horas a la semana, cuando yo me marché a Pozoblanco mi amigo Fran Larriva se hizo cargo de ellos y los llevó de forma triunfal hasta cadetes, pero Fran estaba algo quemado de estar tanto tiempo con los mismos jugadores y quiso descansar esa temporada pasándome a mí el equipo.
Era un equipo con una magnífica generación de jugadores entre los que estaban, Enrique Gómez, Roberto Valverde, Tochu Sánchez, Jesús Castro, Ramón Gómez Sola, Pablo Luque, Quique Garzón, Jose Antonio Ortiz, Fernando Triviño, Antonio Mena, Navarro y Vega.
Fuimos campeones provinciales de forma clara y en el Campeonato de Andalucía en el que nos acompañó como Coordinador de Deportes Chany del Rey y como Delegado de Equipo José María Ortiz, obtuvimos la medalla de bronce tras vencer al CB San Fernando de Cádiz que era el equipo anfitrión por siete puntos, en un partido muy igualado lleno de intensidad por ambas partes.
Las medallas de Oro y Plata como suele ser habitual en los campeonatos andaluces fueron para Unicaja y Caja San Fernando, ambos equipos en un escalón mas alto e inabordables para el resto. Recuerdo que nosotros jugamos la semifinal contra Unicaja y tras ver la diferencia que nos llevaban en el primer cuarto, decidí dar descanso a los titulares y jugar con los menos habituales para que estuvieran los míos mas descansados para la lucha por el bronce. Los "cañaillas" locales jugaron a intentar ganar al Caja San Fernando de Sevilla, estuvieron cerca, pero creo que acusaron un poquito el esfuerzo a la mañana siguiente y nosotros aprovechamos llegar algo mas frescos para derrotarles.
Seguí el año siguiente entrenando al equipo júnior del colegio y en mi cabeza no rondaba otra cosa que volver a la élite, decidí de nuevo tomarme un descanso. No entrené durante la temporada 2002-2003.
En la temporada 2003-04 me incorporé a ONDA MEZQUITA TV como comentarista técnico junto al periodista Luis Fernando Garrido (un gran amigo y con mucha sapiencia baloncestística, llegamos aformar una pareja muy notoria y reconocida por el telvidente), de los partidos que jugaba en aquel entonces el equipo de Cajasur Córdoba en Liga LEB. Estuve desarrollando esa labor hasta el mes de diciembre, pero se pusieron en contacto de nuevo conmigo el CP Peñarroya para hacerme cargo del equipo que estaba en Liga EBA ya que habían rescindido el contrato con mi amigo Fran Larriva porque el equipo se había metido en una situación delicada.
Cuando vinieron a hablar conmigo el Presidente del Club Amado Gallardo y Paco Rexach yo me quedé atónito. ¿Cómo era posible que después de mi fracaso con ellos en la temporada 1997-98 confiaban en mi?, les dije que estaban locos. Sin embargo me dijeron que sabían las dificultades con las que me encontré y que pese a todo les gustaba como trabajaba, la decisión de aceptar el reto la dejaban en mis manos, me picaron el amor propio al decirme que era una magnifica oportunidad para resarcirme de la anterior etapa, no se como ni por qué pero acepté hacerme cargo del equipo.
Mi primer partido era esa misma semana en casa contra Dos Hermanas, no he pasado mas nervios en un banquillo de baloncesto que ese día, por mi cabeza pasaban las diecisiete derrotas anteriores y no dejaba de pensar en como podría reaccionar el público si de nuevo perdíamos el partido. Afortunadamente ganamos de trece puntos y eso para mí fue una gran liberación que me iba a permitir trabajar mucho mas tranquilo. Se con total seguridad que Paco Reixach toda una institución peñarriblense fue el verdadero artífice de mi vuelta, ¡gracias Paco eres un grande del baloncesto y no sólo en Peñarroya¡
Esa temporada jugamos una gran segunda vuelta y acabamos en 9ª posición de 16 equipos, en el equipo había jugadores como Felipe García, Javi Muñoz, Miguel Benitez, Manolo Pérez, José Manuel Aveledo, Javi Sánchez, Emilio Pizarro, Manolo Delgado, Rubén de Antonio, Juan González y Carlos Gallardo. Independientemente de la clasificación, fue muy emotivo el partido que la ganamos a Cajasur Córdoba en Peñarroya (lo entrenaba Santi Gisbert q.e.p.d), con dos tiros libres con el reloj a cero de Felipe García cuando perdíamos de un punto, el gran base peñarriblense anotó los dos tiros libres y el público invadió el campo en una fiesta espectacular. ¿Quién me iba a decir que tras lo vivido anteriormente iba a vivir esos momentos de éxito?.
Me renovaron para la temporada 2004-05 y puse todo mi empeño en no equivocarme en la confección de la plantilla, tuvimos el contratiempo de que Felipe García no renovó y se fue a Montilla, en su lugar fichamos al base Moisés Ortiz con experiencia en la categoría con equipos andaluces y extremeños, mantuvimos del año anterior al alero también granadino Miguel Benitez (un tío con mucha clase, rápido y muy anotador, destacaba en su facilidad para penetrar a canasta , al base malagueño Javi Muñoz que un vivales jugando y un auténtico francotirador que ha terminado afincado en la ciudad minera en la actualidad, al alero Juan González con unas condiciones físicas magníficas y un gran tiro de tres, al base Carlos Gallardo y al pívot José Manuel Aveledo todo un jabato bajo los aros, e incorporamos al pívot uruguayo Quique López Vilas un pívot con 34 años con muchas batallas libradas, que se implicó totalmente y que dejó muestras sobradas de su calidad, el alero José Manuel Alastuey que volvía a España procedente de Irlanda (un alero polivalente), el pívot José Carlos Fernández que había jugado en diferentes equipos de Liga EBA y que destacaba por ser un pívot abierto de los que ahora están de moda y que se les llama falso-pívots (buen tiro de tres) y Rafa Pérez un pívot cordobés batallador y luchador procedente de la UCO (tuvo la mala fortuna de pasar por una pericarditis y fue baja algunos meses) y algunas veces fue de la partida Rubén un junior local prometedor. Chany del Rey que estuvo también el año anterior hacía el trabajo de Preparador Físico, Cristina Arjona estuvo como fisioterapeuta y Juan Muñoz Castañeda ejercíó de forma notable como Delegado de Equipo.
Ganamos la Copa Diputación en verano por primera vez para el club al vencer en semifinales a Cajasur y en la final a Montilla a doble vuelta por el basket-average. Empezamos muy bien la competición con varias victorias seguidas pero José Carlos Fernández se lesionó en gimnasio al caérsele una pesa encima, estuvo bastante tiempo de baja y además Moisés Ortiz y Miguel Benitez que trabajaban como profesores en Baza, aunque comenzaron viniendo a entrenar dos veces en semana, a mitad de temporada estaban fundidos de viajes y terminaron por venir a entrenar sólo los viernes, esa situación afectó al equipo porque tenían mucha calidad pero si los ponía se quejaban los que entrenaban todos los días y si no los ponía no tenía demasiado sentido que estuvieran en el equipo (era una situación problemática). Con todo y con eso acabamos quintos clasificados y con bastantes posibilidades de meternos entre los tres primeros hasta poco menos de tres jornadas, Montilla fue el campeón del grupo y un partido igualado en casa ante Axarquía que perdimos por tres puntos, nos dejó sin opciones de estar entre los tres primeros.
Tenia apalabrada mi renovación si conseguíamos la permanencia, pero en el mes de mayo tuve la mala noticia de que a mi mujer le detectaron un cáncer de mama y yo lógicamente tenía que quedarme a cuidarla y acompañarla a las sesiones de quimio y radio ya que mis hijos estaban fuera de Córdoba. Con todo el dolor de mi corazón renuncié al cargo, recuerdo que Amado Gallardo que por aquel entonces pasaba por un trance similar con un familiar suyo, me insistió en que me quedara, pero yo no tenía la mente puesta en el baloncesto. Me sustituyó en el puesto Hugo Martín actual Director Técnico de la Federación Andaluza de Baloncesto, recuerdo que Amado me preguntó que opinión tenía de él como entrenador y le contesté que para mí era totalmente válido como después demostraría con creces.
Próximo capítulo: "Onda Mezquita TV, la web de Zonabasket y el Blog Viveelbasket"