Terrible historia la del partido del Aceitunas Fragata Morón contra JAFEP FG La Roda. Todo lo que pudo salir mal, salió. No entraban las canastas, no funcionaban las defensas y La Roda jamás vio peligrar el partido. Muchísimo que aprender de este encuentro para optar a algo mejor en la segunda vuelta, independientemente del estado de varios jugadores, lesionados o con molestias durante la semana. El arbitraje fue de añadir sal a la herida, sin ser definitivo, por supuesto. Pero es reseñable lo poco que se respeta a un equipo que lleva ya tanto tiempo en la LEB Plata.
Del partido en sí hay poco que comentar, pero hacer una crónica de cien palabras no queda tampoco bien. Avisaba Pepe Carrión en la previa que La Roda era un equipo peligroso en su casa y, además, muy certero desde el 6,75. El partido es una muestra de que tenía razón, pero no se pudo combatir dada la falta de efectividad en ataque de los jugadores del Aceitunas Fragata Morón. Aun así, el primer cuarto estuvo combatido, con intercambio de golpes e igualdad en el juego. 16-13.
En el segundo, Aceitunas Fragata Morón comenzó a perder cada vez más fuelle. FG La Roda conseguía anotar todo lo que se proponía, justo lo contrario que Aceitunas Fragata Morón. A pesar de los intentos de Aramburu y Kedar, La Roda iba ampliando su ventaja, llegando a ponerse por encima de los diez puntos. El equipo peleaba, pero en este caso no podía ir contra la enorme suerte de La Roda, que anotaba triples como el que dice buenos días. Así terminó la primera parte: con un triple inverosímil de Blázquez para dejar el marcador en 43-33.
El tercer cuarto multiplicó al máximo esa impotencia moronense. Canastas, a priori fáciles, se fallaban, La Roda metía triples, el equipo no encontraba ritmo. Aramburu no podía jugar, Joaquín Carrasco se lesionaba. Pepe Carrión solo podía contar con seis jugadores para toda la segunda parte. Era como si el Aceitunas Fragata Morón fuese una casa en la que la cocina está ardiendo y el cuarto de baño tiene las cañerías rotas y se está inundando todo. Alejandro Rodríguez y, especialmente, Kedar y Tanner, maquillaban el resultado para intentar tener alguna opción en el último cuarto.
Y ocurrió que, de un 63-49 casi definitivo, el Aceitunas Fragata Morón se arremangó y pudo sentar las bases de una posible remontada. Pero una vez más, los triples inauditos y las decisiones arbitrales del mismo tipo terminaban de matar un partido al que Aceitunas Fragata Morón llegaba con todo en contra. 82-74 para concluir un encuentro del que tomar mucha nota. Pero no todo es negativo. Importante que jugadores novatos como Tanner y Kedar se echen el equipo a la espalda cuando las cosas no vienen bien, y que Taylor Cameron confirme su salto de calidad en esta temporada. También es de reseñar que Marco y Aramburu, con lesiones, se sacrificasen en pos del bien común. Comienza la segunda vuelta.
COMUNICADO ACEITUNAS FRAGATA MORÓN