**La
afición, que completó la mejor entrada de la temporada, fue clave para poder
sumar una sufrida victoria frente al Real Betis, que hizo un gran partido**
Partido no apto para cardíacos en el Palacio de Deportes
de Vista Alegre. La vuelta a la competición tras el parón navideño se le
atragantó al Muser Auto; al igual que se le atragantaría a cualquier espectador
que osara tomarse un polvorón de los que le quedaran de Nochebuena. El partido
de esta noche se resolvió a falta de 3,4 segundos para el final gracias a un
tiro libre anotado por Arturo López, que supuso el 79-78 que, a la postre, y
pese al último intento del Real Betis, fue el marcador definitivo.
Hasta entonces, y repasando toda la historia del
encuentro, el balance era prácticamente negativo por completo para el conjunto
cordobés, ya que de los 40 minutos de juego apenas estuvo 5 mandando en el
electrónico si sumamos todos los momentos en los que estuvo por delante. Así
pues, no fue un buen partido del equipo que dirige Jesús Lázaro, ya que fue una
auténtica y literal “sufrida victoria”. No obstante, de todo se extraen cosas
positivas y, sobre todo, lo positivo fue el hecho de estar por encima en el
instante decisivo: el pitido final de los árbitros.
El
frío reinaba en Córdoba y se colaba hasta dentro del pabellón, donde, pese a
registrarse la mejor entrada de la temporada con más de 600 personas en las
gradas, el ambiente era igualmente gélido y así comenzó el choque.
Todos confiaban en que fuese un mal arranque de los
hombres de Lázaro y que estuviesen acusando -tal y como advirtió el propio
entrenador en la previa- la falta de ritmo de la competición, pero ese débil
arranque se alargó durante todo el primer cuarto, al que se llegó con el tanteo
de 17-27 para los visitantes. El combinado califal hilaba juego y miraba a
canasta -incluso con segundas opciones de tiro en las jugadas- pero la
efectividad brillaba por su ausencia. Fruto de ello, la joven escuadra bética
se subió a las barbas del Muser Auto y de ahí no se quiso bajar hasta
prácticamente el último suspiro del choque. De hecho, el Real Betis llegó a
tener una máxima ventaja de 14 puntos al arrancar el segundo cuarto y gran
parte del encuentro se mantuvo a una distancia de 10 o más puntos.
Ante esta situación, el plan inicial de Jesús Lázaro tuvo
que variar: había dado entrada a los más jóvenes del plantel cordobés para que
fuesen acumulando minutos de experiencia en la categoría, pero tuvo que tirar
de los más experimentados para alcanzar el mando del encuentro, pero éste tardó
en llegar demasiado. Hubo varias intentonas de reacción local, como la que vino
apoyada en un parcial de 0-8, pero todos ellos eran, antes o después,
interrumpidos por algún triple del cuadro de Rafa Gomariz (anotaron 11 en total
en todo el partido).
Tras un intercambio de canastas antes del descanso, el
conjunto bético llegaba con ventaja al ecuador del choque, aunque era tan sólo
de tres puntos, ya que el Muser Auto se llevó el segundo cuarto por un parcial
de 25 a 18 y dejaba las cosas en un apretado 42-45 para afrontar los otros dos
cuartos. Se acechaba al contrario pero no se materializaba la remontada. El
acercamiento fue posible gracias a una mayor aplicación defensiva y un mayor
acierto en el tiro, comandados por Kai desde el perímetro.
Sin embargo, el paso por vestuarios no sentó nada bien a
los nuestros y arrancamos, de nuevo, fríos, incluso algo dormidos, al igual que
lo estaba la afición que, sin embargo, finalmente despertó. Pero hubo de
despertar de un mal sueño, porque el Real Betis Energía Plus volvió a tener un +11
a su favor y cada vez quedaba menos tiempo. Tirando más de casta que otra cosa,
el Muser Auto logró acercarse de nuevo en el electrónico: ahora tan sólo a 2. Sin
embargo, la presión arriba de los locales, la castigaban los hombres de Gomariz
saliendo viendo y rápido de su campo para acabar conectando dos triples
seguidos que hacen mella en el ánimo de los locales que, a pesar de ello, no
desfallece y vuelve a la carga en busca de voltear el marcador.
El resultado, tras el tercer cuarto: 58-65. Así pues,
tocaba remontar, pero de verdad, en el último periodo. Era un todo o nada en
los últimos diez minutos. Tanto Yosi, la mascota, como los jugadores, se
conjuraban para levantar el partido y pedían a la afición su colaboración. Y
llegó, vaya sí llegó, ya que gracias al empuje de las gradas llegaron más fallos
en el equipo visitante y más aciertos en el equipo local, el cual, pese a todo,
empezó algo dubitativo e incluyendo un mal porcentaje de tiro desde la línea de
tiro libre.
El Muser Auto acechaba a su presa, el Real Betis, pero no
le daba caza por completo. Se repetía la estrechez en el tanteo: a sólo 2 puntos a falta de algo menos de 7
minutos. Y Jesús Lázaro ponía toda la artillería ofensiva en pista (Kai,
Arturo, etc…). Era ahora o nunca. Y el público así lo entendió también y empezó
a apretar como no lo había hecho en todo el partido, gracias a ese apoyo y esa
conexión equipo-afición fue posible la remontada, que llegó a falta de 5
minutos e hizo que el equipo de Lázaro se disparara hasta los 8 puntos de
ventaja, pasando por unos minutos -pocos, muy pocos- de relativa tranquilidad
teniendo la ventaja por encima de los 4 puntos.
Pero
fue un espejismo. Éste era un choque en el que tocaba sufrir y vaya sí se hizo.
Algunos fallos en ataque y unos cuantos malos balances defensivos -unidos a
alguna estricta decisión arbitral señalando algunas faltas antideportivas-
dilapidaron la ventaja del combinado califal que tanto costó lograr y, de
nuevo, igualdad en el marcador e, incluso, vuelta a esta por debajo a falta del
último minuto. Los tiempos muertos se sucedían y la emoción crecía por
momentos. Se mascaba la tragedia, aunque a la vez no se perdía la esperanza y
nadie se movía de sus asientos.
Esos
últimos sesenta segundos fueron de auténtico infarto, con fallos de algún
ataque y con una canasta decisiva del Muser Auto, que igualó el marcador cuando
apenas quedaba medio minuto. El siguiente ataque de los verdiblancos fue
interceptado por el Muser Auto, aunque realmente lo fue por todas las personas
presentes en Vista Alegre, que estaban metidos en esa defensa final.
Se ponía todo de cara para el conjunto local: posesión en
busca de la canasta para lograr la victoria. Balón a Kai y a esperar.
Penetración y, cuando parecía hecho, pierde la pelota y va a arrancar un
contraataque que es cortado con falta por el propio Kai, una falta que es
considerada antideportiva. Ahora estaba todo de cara para el Real Betis, a
falta de 12 segundos, con la oportunidad de anotar desde la línea de tiros
libres y con posesión para cerrar el partido. Lanzamiento, presión de la grada
y fallo. Acto seguido, protesta local, confusión, charla del dúo arbitral y
decisión que penaliza al Real Betis, que había puesto en la línea de tiros
libres a otro jugador diferente al que había recibido la falta. Balón para el
Muser Auto y nueva oportunidad para anotar. Ahora es Arturo López el que se
juega el balón y recibe falta personal: dos tiros, anota uno y quedan 3,4
segundos. El Real Betis saca desde el centro de la pista tras tiempo muerto,
incluso le da tiempo a hilvanar jugada y penetrar y un jugador suyo, junto a
tres del Muser Auto se elevan… respiración contenida, tiro fallado, no hay
falta, Muser Auto gana… podemos respirar tranquilos.
La igualdad reflejada en el marcador también se pudo
comprobar en diferentes facetas del juego, como es el caso de los debates (39
los locales frente a 37 los visitantes) o el de las asistencias (10 firmó el
Muser Auto por 11 el Real Betis). Igualdad también en el reparto de puntos,
destacando un trío de cabeza en ambas escuadras. Del lado cordobés: Kaison, José
Antonio Moreno y Arturo López. Del lado sevillano: Juan Manuel Cebolla, Pablo
Marín y Anthony Da Silva.
De nuevo fue el MVP con un 28 de valoración (29 puntos, 4
recuperaciones y 3 asistencias) aunque en esta noche de basket tuvo un duro
competidor en la figura de Cebolla, que acumuló un 25 (23 puntos, 6 triples y 5
rebotes). El dúo restante de ambos equipos contribuyó a la causa con 17 y 11
puntos para los verdiblancos y 11 y 10 puntos para nuestros blanquiazules. A
estos últimos, sumar entre los destacados en anotación a Unai Friscia,
normalmente más dedicado a labores defensivas pero que hoy ha ayudado con 9
tantos y canastas en momentos decisivos para lograr la remontada.
Resaltar, al
mismo tiempo, los primeros puntos de Tobe Okafor en casa, que se estrenó con 6,
incluido un mate, y varios tapones, además de imponer su ley en la zona
defensiva con 10 rebotes.
La
afición, gracias al resultado positivo, salió encantada por el espectáculo
disfrutado en la cancha. El Real Betis Energía Plus hizo un gran partido en
todos los aspectos y complicó muchísimo el juego al Muser Auto que, pese a los
errores, supo rehacerse y lograr el triunfo, el primero de 2019 que llega
gracias a que la grada lo llevó en volandas. La gran entrada al pabellón se
produjo, en parte, gracias a la presencia de todos los chicos y chicas de las
escuelas y centros educativos con equipos de Cordobasket, que tuvieron su
reconocimiento y agradecimiento por su contribución al deporte base de la
canasta en Córdoba. Fue una auténtica ‘marea verde’ que invadió la pista de
Vista Alegre cada vez que había un descanso o un tiempo muerto. La energía y la
ilusión de todas estas jóvenes figuras del basket cordobés también fueron
claves, a buen seguro, en traer suerte al Muser Auto en este arranque del año
en la Liga EBA.
Muser Auto Basket 79: Ricky Caballero (5), Unai
Friscia (9), Arturo López (10), Joselito (4), Tobe Okafor (6) –cinco inicial-,
Rafa Santos (0), Kaison Randolph (29), Adolfo Vega (4), Ángel López (0), Rafa
Blanco (1) y José Antonio Moreno (11) y Alejandro Asencio (0).
Real Betis Energía Plus 78: Juan Manuel Cebolla (23),
Stefan Vlahovic (6), Anthony Da Silva (11), Adrián Latorre (0) y Kennedy
Clement (3) –cinco inicial- Guillermo Urbano (6), Pablo Marín (17), José María
Robles (0), Ismael Faye (0), Adrián Doblado (5), Javier Candilejo (2), Zhiyao
Zhang (5).
COMUNICADO MUSER AUTO CORDOBASKET