Acabado el campeonato del mundo de baloncesto en China se ha nombrado MVP del torneo de forma totalmente merecida a Ricky Rubio, pero para mí el auténtico MVP del torneo ha sido DON SERGIO SCARIOLO, un líder silencioso que ha sabido sacar el máximo jugo a todos los jugadores y ha optimizado su rendimiento hasta límites impensables.
Los que lo conocen dicen que es un trabajador incansable, estudioso al máximo de su equipo y de sus rivales, humilde y modesto pese a su gran categoría, sabe aunar esfuerzo-calidad-mentalidad para ponerlo al servicio del equipo desde la individualidad de cada jugador y sabe reunirse de un equipo de colaboradores de gran nivel y capacidad de trabajo que ven en su figura a un jefe que sabe conducir y dinamizar su trabajo equipo de forma armoniosa y enriquecedora.
Pero lo que es mas importante es que Sergio consigue que todo el mundo se implique en la causa de forma silenciosa, sin grandes ruidos ni alharacas, ni se vuelve loco de euforia ni se viene abajo porque las cosas no salgan en su inicio, es frío, inteligente y metódico y su MÉTODO lo traslada de forma convincente a jugadores y staff técnico e manera que siempre consigue grupos altamente competitivos.
Sergio no alzó la voz cuando llegó el momento de las famosas ventanas, simplemente se dedicó a pensar en como podía preparar al equipo mejor, en los jugadores que podrían ayudar y se puso mano a la obra, consiguió el compromiso de veteranos ilustres junto a una hornada de jóvenes y metieron a España en el Mundial a algunos de ellos como Rabaseda-Beirán-Quino Colonem les premió con estar en China (aunque no dispusieron de muchos minutos). Tampoco se lamentó y lloró cuando supo que no podía estar por lesión Pau Gasol, ni cuando gente de la importancia de Mirotic-Ibaka-Sergio Rodríguez, etc, anunciaron que no acudirían al mundial por motivos diversos y personales.
Trabajó en vacaciones a destajo junto a su equipo de trabajo, se buscaron rivales idóneos para la preparación (entre ellos EEUU, Argentina y Rusia) y comenzaron el campeonato de menos a mas como generalmente hace con la selección sabedores de que en la primera fase se lo pueden permitir.
Cuando llegaron las críticas iniciales porque España no arrancó bien y no terminaba de enamorar no se amilanó y siguió diciendo que confiaba en el grupo y que sabrían competir en los momentos de la verdad.
Las dudas siguieron floreciendo tras el partido de Italia en el que nos costó doblegar a los trasalpinos y todos nos daban como víctimas propiciatorias para el partido de Serbia, Sergio no alzó la voz en ningún momento no se quejó absolutamente de nada siguió a la suyo y dio un auténtico clinic de dirección de equipo ante el equipo de Djordjevic, con presencia en el cinco inicial de Oriola en lugar de Claver y con la puesta en escena de diferentes defensas zonales y una mixta "caja y uno" a Bogdanovic, que a la larga resultaron claves para el desenlace del partido. Sus tiempos muertos con discursos claros y calmados no dejaron indiferentes a nadie.
No dejó que los jugadores se relajasen y se confiasen ante Polonia que era a priori el mayor peligro del envite, pero para mí el mayor mérito fue como sacó adelante el partido contra Australia que se puso cuesta arriba tras los once puntos de ventaja que consiguieron los "Aussies", no dejó que los jugadores bajaran brazos en ningún momento, hizo unas rotaciones de libro (siempre con nueve hombres), diseñó una jugada de últimos segundos excelente que provocó que Marc Gasol fuera al tiro libre y forzara la prórroga y se sacó un as de la manga en forma de "box and one", con cuatro hombres en zona y Llull defendiendo cara a cara a Patty Mills que valió un partido que quedará grabado en la mente de todos nosotros. Hizo sentirnos orgullosos al máximo del espíritu de lucha y entrega de una Selección única e irrepetible.
En la final Sergio, con tranquilidad pasmosa volvió a hacer magia táctica, puso a Oriola sobre Scola y lo descompuso por completo, supo defender y descentrar a Campazzo y Argentina navegó como pollo sin cabeza ante el despliegue técnico-táctico de los españoles, manejó las rotaciones magistralmente, fue valiente sacando de inicio en el tercer cuarto a Ricky Rubio pese a tener tres faltas y puso en liza una defensa fenomenal, fuerte en rebote y bajo aros, que terminó desquiciando a los argentinos y dominando el partido de punta a punta, de cabo a rabo, como reconoció el propio "Oveja" Hernández. El mayor ejemplo de un partido en que un entrenador rompe las fortalezas del rival y no deja apreciar las debilidades de su equipo.
Por último Sergio Scariolo ha conseguido lo que parecía impensable en un país acostumbrado a que cualquiera juegue a ser seleccionador, ni mas ni menos que poner de acuerdo a todo el mundo y que se reconozca su figura como parte fundamental y esencial en el campeonato, que se reconozca su valía y sus méritos, su capacidad para buscar recursos técnicos, saber utilizar sus trampas mas inesperadas, tener una frialdad y una intuición especial en los momentos igualados y finales de partido, pero muy especialmente conseguir que la selección sea un verdadero equipo, disciplinado, serio y convencido de que puede ganar a cualquiera.
Decían que Serbio solamente había tenido la fortuna de coincidir con grandes generaciones y con los mejores jugadores posibles del país, sin embargo en ese campeonato sin estar los mejores ha dejado a todo el mundo callado. Todo un gran líder y un MVP silencioso.