Desde luego, la tarde del sábado 24 de enero no era la más propicia para ello, porque los nuestros necesitaban la victoria cara a sus aspiraciones de entrar entre los cuatro primeros y de esa forma, jugarla fase de clasificación para la Liga EBA.
Aún así, tras ganar al equipo almeriense de Huercal (que no conocen la victoria este año,) me vinieron a la mente muchas imágenes que ratifican mi idea sobre el amor que sienten muchos por este deporte llamado Ba-lon-ces-to (que diría el exseleccionador Pepu Hernández, aquel que nos llevó a conquistar el mundo por tierras del lejano oriente).
Viajaron en sus propios vehículos ya que el presupuesto no les da, de momento, para más. Con más de 4 horas de camino, y con la incomodidad que supone viajar, encima conduciendo, se presentaron en el Pabellón Antonio Serrano Lima con una hora de adelanto (como es habitual en los encuentros).
Viajaron en sus propios vehículos ya que el presupuesto no les da, de momento, para más. Con más de 4 horas de camino, y con la incomodidad que supone viajar, encima conduciendo, se presentaron en el Pabellón Antonio Serrano Lima con una hora de adelanto (como es habitual en los encuentros).
El transcurso del partido fue como una película que ya habían visto varias veces en los últimos meses: aguantar los primeros cuartos y caer sin remisión en el tramo final del encuentro, debido entre otras razones, a la falta de efectivos y a la ausencia de calidad.
Lo peor vendría tras finalizar el partido. Ahí es cuando te das cuenta de la grandeza de las personas, del ánimo con el que se afrontan las derrotas, y del amor a un deporte que, si bien depende -como todos- de un balón que entre dentro de una cesta en este caso (o de una portería en otros), la estrategia, los fundamentos técnicos y la condición física priman más que nada.
Lo peor vendría tras finalizar el partido. Ahí es cuando te das cuenta de la grandeza de las personas, del ánimo con el que se afrontan las derrotas, y del amor a un deporte que, si bien depende -como todos- de un balón que entre dentro de una cesta en este caso (o de una portería en otros), la estrategia, los fundamentos técnicos y la condición física priman más que nada.
Los ocho componentes más los dos entrenadores, tras ducharse, tenían que emprender camino de vuelta a casa, bordeando la costa andaluza, para llegar a sus respectivos hogares bien entrada la madrugada. A lo mejor muchos piensan que el esfuerzo es el mismo pues los kilómetros existen para todos por igual, pero viajar en autobús, que te llevan y te traen, pudiendo echarse una cabezada cuando el cuerpo no puede más y el sueño te vence, es más cómodo que tener que conducir (al que le toque) durante muchas horas, y con el amargo sabor de la continua derrota.
Ahora tocó Marbella, pero otras semanas tienen que desplazarse a Sevilla hasta en tres ocasiones, Granada en dos, o tienen que visitar localidades cercanas a la nuestra como Torremolinos o Alhaurín el Grande (que viene prácticamente a ser lo mismo que venir a nuestra ciudad). Y no es sólo cuestión de desplazamientos por carretera, es tener que perder toda una jornada (desde la salida hasta el retorno a casa) para ver como semana tras semana llegas con una derrota más en tu casillero.
Posiblemente no consigan ganar un solo partido en todo el año, pero los jugadores almerienses han ganado muchos enteros en esa competiciónde "Pasión por el Baloncesto" que tantas personas disputan cada día sin otro aliciente y recompensa que disfrutar sobre una cancha de juego.
Posiblemente no consigan ganar un solo partido en todo el año, pero los jugadores almerienses han ganado muchos enteros en esa competiciónde "Pasión por el Baloncesto" que tantas personas disputan cada día sin otro aliciente y recompensa que disfrutar sobre una cancha de juego.
Aunque quería que el CB Marbella ganara ante todo, me dieron pena los jugadores del Huercal Almería, no por la nueva derrota, sino por el palizón del viaje de vuelta en coche. ¡Eso sí es amor por el deporte!.
Juan Luis Gámez
DEPARTAMENTO DE PRENSA DEL CB MARBELLA