La labor de un entrenador de baloncesto es
ardua y amplia y abarca un abanico muy grande
de aspectos a tener en cuenta en su trabajo: organización,
planificación, metodología, filosofía de juego, psicología aplicada,
conocimientos físicos, técnicos, tácticos, etc.
Pero tanto en entrenamientos como en partidos
hay un aspecto para mí de grandísima importancia que al que no siempre se le
presta el tiempo y la atención necesaria y que para lo que posteriormente
llevaremos a cabo resultará fundamental como es SABER MIRAR EL BOSQUE, es decir
lo que pasa delante nuestra con nuestros equipo, con nuestros jugadores, con la
competición, con nuestro club, etc.
Se aprende más escuchando que hablando. EL
ENTRENADOR DEBE MIRAR EL ENTRENAMIENTO Y EL PARTIDO.
Hay que saber MIRAR EL GRAN CUADRO y luego LOS
DETALLES (grandes y pequeños, todos importan y todos influyen).
Pero, ¿Cómo hacerlo y como ponerlo en práctica?
No es tan difícil pero hay que proponérselo y
no saltarse los pasos, 1) La observación, 2) Reflexión y 3) Búsqueda de
soluciones.
Observación
La observación se define como la adquisición activa de información a
partir del sentido de la vista (yo incluiría que a través de cualquiera de los
sentidos).
Aplicada al baloncesto se referirá a recoger cualquier dato referido a
dicha actividad que nos pueda servir de información para hacer mejor al jugador
y por ende al equipo.
Nuestra observación lleva implícitos aspectos que el espectador normal a
lo mejor no puede captar, aunque pueda observar algo global y obvio. Por poner
un ejemplo mucha gente simplemente viendo un partido podría decir, “ese equipo está jugando mal”.
Pero nuestra observación como entrenadores debe ser más profunda y
detallista y se debe complementar con una
reflexión sobre lo que miramos.
Reflexión
Después de observar toca reflexionar. Se trata de un proceso
absolutamente necesario para pensar detenidamente en alguna cuestión física,
técnica o táctica que hayamos visto en los entrenamientos o partidos con la
finalidad de sacar conclusiones.
En el día a día tomamos muchas decisiones como entrenadores y no nos
detenemos a pensar detenidamente si hemos obrado bien o si nos estamos
equivocando. Las consecuencias, a la larga, no siempre son positivas.
Además,
también perdemos mucho tiempo luchando por cosas que en el fondo no importan
tanto, y dejamos de lado otras que deberíamos valorar más. Este último aspecto es clave especialmente en el entrenamiento de
formación saber establecer los pasos y la jerarquía de lo que trabajamos.
Reflexionar es buscar el porqué de las cosas, de lo que sucede cuando
trabajamos con nuestros jugadores y nuestro equipo.
¿Por qué se está jugando entrenando o jugando mal?, no hay tantas personas
capaces de responder a ello, pero el entrenador que debe estar constantemente
MIRANDO EL CUADRO, sí que puede dar con la tecla adecuada y centrarse con todas sus fuerzas en la
búsqueda de soluciones.
Solución
Cuando apreciemos algún detalle a corregir y hayamos reflexionado sobre
él con detenimiento llegando a alguna conclusión,
llega el paso definitivo y quizás más relevante en nuestro cometido como
entrenadores, se trata de BUSCAR SOLUCIONES SABIENDO ELEGIR LA MAS ADECUADA.
A nivel individual a veces lo que es solución para un jugador no lo es
para otro, la personalidad, características y condiciones de cada jugador son
diferentes y variopintas y nosotros debemos saber cómo hincarle el diente a
cada cual.
A nivel de equipo la búsqueda de soluciones debe ir en función de lo
mejor para el grupo. Si conseguimos que lo mejor de cada jugador se de para el
equipo tendremos mucho ganado.
¿Qué es lo que debemos hacer para solucionar algo que no hacemos bien?, un
espectador puede darse cuenta de ello pero ¿cuántos son capaces de decir que se
debe de hacer para jugar bien?
Por ejemplo, se dice muy fácilmente esa zona les está haciendo daño,
¿pero quienes son capaces de buscar soluciones para mejorar ese ataque a zonas?
Nosotros como entrenadores, tras la observación y la reflexión, tenemos la
obligación de buscar las soluciones al respecto, cuestión que a veces no es tan
fácil como parece, pero que hace que el deporte del baloncesto sea tan atractivo
y apasionante.
SI NO MIRAMOS EL BOSQUE SERÁ DIFÍCIL ENCONTRAR SOLUCIONES.