Intentando poner orden y clasificar los artículos y post escritos en el blog, encuentro este que escribí en la temporada 2012-13 y he pensado volverlo a reponer. Creo que lo que plasmé en el mismo es algo que le sucede a otros muchos entrenadores y le da un poco de sentido al esfuerzo y dedicación de muchos entrenadores que han dedicado y dedican su toempo y esfuerzo a formar jugadores y construir equipos.
¿Doctor cree usted que soy un loco del baloncesto?
El baloncesto es mi
deporte, no me cabe la menor duda, todos los que me conocen saben de mi pasión por
él, formo parte de ese grupo de gente al que llaman "locos del baloncesto" aunque yo no me siento
así, yo lo que siento es que me gusta el baloncesto, que disfruto con él, que
lo siento dentro de mí, que lo quiero y que me ha hecho vivir momentos inolvidables
para lo bueno y para lo malo (que ha habido de todo), pero que si estoy metido
en él está claro que es porque me llena, me subyuga y me fascina.
No me he podido
dedicar profesionalmente a él, aunque en mi vida ha habido dos momentos muy
cercanos a ello, uno cuando saqué el curso de entrenador nacional en Madrid en
el año 1980 (voy a contar un pequeño secreto que nunca dije porque soy muy
vergonzoso y es que fui el nº1 de mi promoción, esto lo saben sólo unos pocos
allegados y la Delegación Cordobesa de Baloncesto que en aquél entonces
presidía creo recordar el Sr.Hinojosa), pues bien en el mismo curso Nacional
que menciono uno de los profesores del curso me ofreció irme a Cataluña a su
staff técnico, yo que había recién aprobado las Oposiciones de Magisterio tenía
que renunciar a ellas (en aquél entonces para poder pedir la
excedencia había que haber estado
ejerciendo al menos tres años y yo no los cumplía), casado con una hija no fui
capaz o no tuve la valentía de renunciar a mi puesto de maestro definitivo.
La segunda ocasión me
llegó tras dirigir a Pozoblanco en el año 1994-95 tras ascender a liga
EBA, un representante de baloncesto de la zona levantina, me ofreció hacerme
cargo de un equipo EBA de su zona (la EBA por aquél entonces, 1995-96, era la segunda
categoría Nacional no existía la LEB que se creó precisamente al año siguiente), la oferta igualaba lo que ganaba de
maestro, pero preferí seguir de maestro y por las tardes entrenar en EBA al Pozoblanco
(salía mejor económicamente y no existía el riesgo de que me cesaran y me
quedara un poco con el culo en el aire), opté por la seguridad y no acepté la
oferta.
No he entrenado en
profesionales, pero yo siempre me he sentido profesional porque para mi la
profesionalidad no se mide por la categoría en que entrenas, ni por el dinero
que ganas, sino por el grado de compromiso y responsabilidad que un entrenador
pone en el empeño. ¿Es que un entrenador de categorías inferiores no puede ser
profesional si programa, planifica, desarrolla, ejerce bien su trabajo, es
responsable, forma chavales, hace scouting, analiza, ejerce de psicólogo, de
preparador físico, de acompañante, de gestor, etc?, lo siento, pero hay muchos
de esos que son verdaderamente profesionales, aunque entrenen a cualquier
equipo de colegio, de pueblo o de ciudad.
Me gusta transmitir lo
que sé y nunca me guardo nada para lo bueno y para lo malo, sé que hay
entrenadores mucho mas brillantes que yo pero no me importa al contrario
los admiro, los estudio, los analizo y aprendo de ellos. Algunos amigos y
compañeros del basket me dicen que por qué no me guardo las cosas como hacen
otros (no publican artículos técnicos, o publican lo que hacían en el pasado y
ya no hacen, no dan clinics, etc), pues bien la respuesta tiene dos
reflexiones, la 1ª es que cuando yo empezaba estaba ávido de buscar información
y actualización y apenas si encontraba (no eran tiempos como los actuales que
las tecnologías han avanzado al máximo) y yo no quiero que eso pase porque
me gusta que todos los entrenadores tengan sitio de donde extraer ideas y
conceptos, la 2ª razón y aún más importante es que si con mis ideas consigo
hacer a mis rivales mejores (ojalá tuviera ese don), eso me obligaría a
superarme y mejorar para buscar nuevas salidas y nuevas fórmulas que les
pudieran sorprender, formando a los demás me formo yo de camino posiblemente
mucho mas (porque aprenderé sin duda de los otros).
Jugar a baloncesto es
una bendición, no sólo por el hecho de hacer deporte sino por todo lo que
implica, es luchar por un objetivo de mejora y superación personal, es
darlo todo por un escudo, por un club, por tus compañeros, por tu entrenador,
es luchar, no rendirse nunca, es disfrutar cada segundo del partido, es
disfrutar con cada acción del juego, es respetar al contrario y a los árbitros,
es trabajar en equipo de forma colectiva para conseguir llegar a una
meta, es hacer amigos y mejorar socialmente a través de múltiples
relaciones interpersonales (familias, compañeros, rivales, árbitros,
periodistas, aficionados, federativos, etc. Con el baloncesto aprendemos a
ganar y a perder y es una lección que perdurará en la vida, aprenderemos a
encajar los golpes, a caernos y a levantarnos, a defender a muerte en todo
momento, pero siempre disfrutando, sin aburrirnos y disfrutando del
espectáculo que representa (mates, triples, tapones, etc).
Si señores llevo el
baloncesto en el corazón, de eso si me siento orgulloso, lo vivo, lo mimo y no
puedo separarme de él, ¿estoy loco por ello? ¿soy un apasionado que pierde
el norte? ¿estoy enganchado a su droga?, no tengo ni idea, pero estoy
contento de pertenecer a su mundo y nuca me cansaré de estarlo. El
baloncesto tiene todo mi respeto y sin él no sería yo mismo. ¿A alguien mas le pasa lo mismo o parecido?