"De verdad que me ha encantado este artículo que he encontrado en el portal de Basket Condifencial y escrito por Carlos Bermejo, no me he podido resistir a la tentación de colgarlo en el blog y de recomendar a los seguidores del mismo que lo lean y saquen conclusiones":
SABER (de) BALONCESTO Me hizo mucha gracia hace unos días el discurso que largó un gran amigo mío a un grupo con la pretensión de que nadie pusiera en duda su autoridad: “Sé más baloncesto que todo lo que vosotros podáis conocer juntos (sumados, supongo)”.
Como a mí los interfectos me conocían, no supe si sentirme aludido y reflexioné en torno a este concepto tan manido: “Éste sabe mucho baloncesto… Uf, este otro es la caraba, es un pozo de ciencia… Pues yo creo que aquél es mucho mejor entrenador… y así”.
Por partes:
1.) Conocer el baloncesto: Hay gente que lo sabe todo, que es un libro abierto. Incluso muchos periodistas saben de primera mano todo tipo de dimes y diretes de jugadores, cuáles son los mejores, en cuánto están en el mercado, de cuántos puntos ganó el equipo de Pepito (el de las maletas, ya sabéis) al de Juanito… etc. También se saben todos los jugadores que juegan hasta en toda la LEB bronce y en cualquier equipo júnior, juvenil o lo que sea de su región; que le informan, que lee revistas especializadas, que acude a cenáculos y tertulias. Hay gente así y yo recuerdo alguno excepcional por la zona de Badalona. Son buenos informadores, aunque a veces, cuando falta materia real, tiran de la imaginación.
Éste sabe mucho (del mundillo del) baloncesto.
2.) Saber baloncesto: Imagínate el baloncesto que puede saber mi amigo Txetxu Biriukov, con todo lo que ha llegado a jugar. Un día nos reíamos todos cuando le recordaba a Fernando Romay cómo le hacía saltar por los aires en los entrenos con una simple finta de oreja. Lo sabe todo; trucos, defensas de todo tipo, todo clase de ataques, su técnica individual es depurada y empezó jugando de pívot en juveniles (por eso lo de la finta de oreja) y terminó dando pases de oro a su palomero favorito (a éste también se lo recuerda). Es un gran conocedor de este deporte y lo domina a la perfección…
Las experiencias vividas hacen, además, que conozca muy bien los entresijos y las relaciones de este mundillo, por lo que a su saber se debe sumar una parte del que correspondería al grupo anterior y una buena parte del que viene a continuación, aunque sea en forma pasiva (Conoce muchos sistemas porque se los han enseñado, pero no ha elegido nunca el sistema ante un panorama determinado). ¡No está nada mal!
Éste sabe (jugar muy bien a) baloncesto.
3.) Ser un sabio del baloncesto: Haberse leído todos los libros técnicos, asistir a los clínics, hacer cursos, asistir a tertulias, analizar lo que hacen los entrenadores de los equipos que salen por la tele; en fin, éste puede pasar unas oposiciones sin riesgo a confundir una zona 2-3 con un individual ‘saltar y cambiar’, y puede desarrollar unos cuarenta sistemas contra zona y ochenta y dos contra individual.
Es como estos que se pasan cinco años estudiando la carrera de Económicas y hacen seis másteres y un MBA en U.S.A. sobre economía y al final… solamente nos saben explicar lo que ha pasado, jamás hacen una previsión acertada. Antes seguía sus consejos en la Bolsa. Ahora ya no puedo, porque gracias a ello ya perdí todo mi dinero.
Traduzco: Éstos son los que nos discursean ante cualquier partido que un equipo no ha ganado y nos cuentan qué hubiera debido hacer para conseguir el triunfo… cuando ya terminó el partido y sin posibilidad de comprobar la bondad de sus teorías.
Éste sabe (teorizar sobre) baloncesto.
4.) Y mi amigo el árbitro… ¿Sabéis las preguntitas de los exámenes de arbitraje? Yo me las doy de conocedor de las reglas de juego, pero a veces… en categoría preinfantil de promoción, que no es lo mismo que infantil A-2 (la misma edad) hay reglas distintas. Y respuestas ante situaciones rocambolescas, casi imposibles, en fin, no hay regla que se le escape. Lo sabe todo.
Éste sabe perfectamente (el reglamento del) baloncesto.
Y así podríamos seguir analizando grupos que saben (algo) de baloncesto… Pero que, desgraciadamente, no saben entrenar a un equipo.
Dicho en positivo: Un buen enseñante de este o de cualquier deporte ha de tener algunas cualidades más, como por ejemplo:
• Saber transmitir sus conocimientos (que se les suponen).
• Tener métodos de enseñanza adecuados y saber dónde quiere llegar cuando los aplica.
• Saber analizar a su equipo y, en consecuencia, enseñarles lo más adecuado para que puedan ganar los partidos.
• Combinar lo anterior con el respeto al progreso individual de cada jugador.
• Saber dirigir humanamente al grupo.
• Exigir solamente lo posible. Los fracasos son de todos, pero sobre todo del entrenador.
• No sobrecargar de responsabilidad a los jugadores de forma individual.
• Proporcionar a los jugadores recursos técnicos y tácticos adecuados.
• Saber leer los partidos en cada momento, ser flexibles y rectificar las ideas ante las situaciones que se vayan produciendo.
• Saber programar adecuadamente la condición física, los recursos técnicos y la táctica individual y colectiva. Y etc., ya sabéis.
Naturalmente, los que hayan sido jugadores o los que sean unos sabios de la táctica y un libro de ejercicios, tienen ventajas, siempre que también aprendan “todo-lo-demás”.
Y además del entrenador, tenemos el gestor o el secretario técnico, y tantos puestos en los que parece que si pones a alguien “que sepa mucho” (de) baloncesto ya se iluminará por sí solo la luz verde de los objetivos. Aunque a veces poner a un gran jugador retirado, a un sabio famoso, a un periodista o columnista o a un ex árbitro… ayuda a crear ilusión y la gente aplaude al presidente que, en definitiva, esto es lo que importa.
En definitiva, creo que nadie sabe (de) baloncesto, sino que todos sabemos (algo de) baloncesto y, en consecuencia, este conocimiento nos puede servir para (alguna función determinada) dentro del mundo del baloncesto… O no.
De todos modos, espero y deseo –y casi estoy convencido– de que a mi amigo le sirva de mucho (lo que él sabe de) baloncesto y triunfe en su empeño.
• El autor es conocedor (de algo de) baloncesto y entrenador superior.
Artículo publicado en: http://www.carlesbermejo.com y en: www.basketconfidencial.com
SABER (de) BALONCESTO Me hizo mucha gracia hace unos días el discurso que largó un gran amigo mío a un grupo con la pretensión de que nadie pusiera en duda su autoridad: “Sé más baloncesto que todo lo que vosotros podáis conocer juntos (sumados, supongo)”.
Como a mí los interfectos me conocían, no supe si sentirme aludido y reflexioné en torno a este concepto tan manido: “Éste sabe mucho baloncesto… Uf, este otro es la caraba, es un pozo de ciencia… Pues yo creo que aquél es mucho mejor entrenador… y así”.
Por partes:
1.) Conocer el baloncesto: Hay gente que lo sabe todo, que es un libro abierto. Incluso muchos periodistas saben de primera mano todo tipo de dimes y diretes de jugadores, cuáles son los mejores, en cuánto están en el mercado, de cuántos puntos ganó el equipo de Pepito (el de las maletas, ya sabéis) al de Juanito… etc. También se saben todos los jugadores que juegan hasta en toda la LEB bronce y en cualquier equipo júnior, juvenil o lo que sea de su región; que le informan, que lee revistas especializadas, que acude a cenáculos y tertulias. Hay gente así y yo recuerdo alguno excepcional por la zona de Badalona. Son buenos informadores, aunque a veces, cuando falta materia real, tiran de la imaginación.
Éste sabe mucho (del mundillo del) baloncesto.
2.) Saber baloncesto: Imagínate el baloncesto que puede saber mi amigo Txetxu Biriukov, con todo lo que ha llegado a jugar. Un día nos reíamos todos cuando le recordaba a Fernando Romay cómo le hacía saltar por los aires en los entrenos con una simple finta de oreja. Lo sabe todo; trucos, defensas de todo tipo, todo clase de ataques, su técnica individual es depurada y empezó jugando de pívot en juveniles (por eso lo de la finta de oreja) y terminó dando pases de oro a su palomero favorito (a éste también se lo recuerda). Es un gran conocedor de este deporte y lo domina a la perfección…
Las experiencias vividas hacen, además, que conozca muy bien los entresijos y las relaciones de este mundillo, por lo que a su saber se debe sumar una parte del que correspondería al grupo anterior y una buena parte del que viene a continuación, aunque sea en forma pasiva (Conoce muchos sistemas porque se los han enseñado, pero no ha elegido nunca el sistema ante un panorama determinado). ¡No está nada mal!
Éste sabe (jugar muy bien a) baloncesto.
3.) Ser un sabio del baloncesto: Haberse leído todos los libros técnicos, asistir a los clínics, hacer cursos, asistir a tertulias, analizar lo que hacen los entrenadores de los equipos que salen por la tele; en fin, éste puede pasar unas oposiciones sin riesgo a confundir una zona 2-3 con un individual ‘saltar y cambiar’, y puede desarrollar unos cuarenta sistemas contra zona y ochenta y dos contra individual.
Es como estos que se pasan cinco años estudiando la carrera de Económicas y hacen seis másteres y un MBA en U.S.A. sobre economía y al final… solamente nos saben explicar lo que ha pasado, jamás hacen una previsión acertada. Antes seguía sus consejos en la Bolsa. Ahora ya no puedo, porque gracias a ello ya perdí todo mi dinero.
Traduzco: Éstos son los que nos discursean ante cualquier partido que un equipo no ha ganado y nos cuentan qué hubiera debido hacer para conseguir el triunfo… cuando ya terminó el partido y sin posibilidad de comprobar la bondad de sus teorías.
Éste sabe (teorizar sobre) baloncesto.
4.) Y mi amigo el árbitro… ¿Sabéis las preguntitas de los exámenes de arbitraje? Yo me las doy de conocedor de las reglas de juego, pero a veces… en categoría preinfantil de promoción, que no es lo mismo que infantil A-2 (la misma edad) hay reglas distintas. Y respuestas ante situaciones rocambolescas, casi imposibles, en fin, no hay regla que se le escape. Lo sabe todo.
Éste sabe perfectamente (el reglamento del) baloncesto.
Y así podríamos seguir analizando grupos que saben (algo) de baloncesto… Pero que, desgraciadamente, no saben entrenar a un equipo.
Dicho en positivo: Un buen enseñante de este o de cualquier deporte ha de tener algunas cualidades más, como por ejemplo:
• Saber transmitir sus conocimientos (que se les suponen).
• Tener métodos de enseñanza adecuados y saber dónde quiere llegar cuando los aplica.
• Saber analizar a su equipo y, en consecuencia, enseñarles lo más adecuado para que puedan ganar los partidos.
• Combinar lo anterior con el respeto al progreso individual de cada jugador.
• Saber dirigir humanamente al grupo.
• Exigir solamente lo posible. Los fracasos son de todos, pero sobre todo del entrenador.
• No sobrecargar de responsabilidad a los jugadores de forma individual.
• Proporcionar a los jugadores recursos técnicos y tácticos adecuados.
• Saber leer los partidos en cada momento, ser flexibles y rectificar las ideas ante las situaciones que se vayan produciendo.
• Saber programar adecuadamente la condición física, los recursos técnicos y la táctica individual y colectiva. Y etc., ya sabéis.
Naturalmente, los que hayan sido jugadores o los que sean unos sabios de la táctica y un libro de ejercicios, tienen ventajas, siempre que también aprendan “todo-lo-demás”.
Y además del entrenador, tenemos el gestor o el secretario técnico, y tantos puestos en los que parece que si pones a alguien “que sepa mucho” (de) baloncesto ya se iluminará por sí solo la luz verde de los objetivos. Aunque a veces poner a un gran jugador retirado, a un sabio famoso, a un periodista o columnista o a un ex árbitro… ayuda a crear ilusión y la gente aplaude al presidente que, en definitiva, esto es lo que importa.
En definitiva, creo que nadie sabe (de) baloncesto, sino que todos sabemos (algo de) baloncesto y, en consecuencia, este conocimiento nos puede servir para (alguna función determinada) dentro del mundo del baloncesto… O no.
De todos modos, espero y deseo –y casi estoy convencido– de que a mi amigo le sirva de mucho (lo que él sabe de) baloncesto y triunfe en su empeño.
• El autor es conocedor (de algo de) baloncesto y entrenador superior.
Artículo publicado en: http://www.carlesbermejo.com y en: www.basketconfidencial.com