**Este artículo lo publiqué el hace dos años en el portal de zonabasket y he querido volver a recordarlo y reponerlo en este blog porque pienso que puede ser interesante para los entrenadores que habitualmente nos visitan y que desde luego se ha incrementado notablemente en los últimos años según se puede certificar por el crecimiento en visitas que habitualmente tenemos. Los ejemplos de equipos que aquí se citan, se refieren a los equipos de hace dos años (es una reposición del 2007) **.
EN BUSCA DEL EQUIPO IDEAL
A todos los entrenadores de baloncesto nos gusta obtener éxitos, no hay ningún técnico que conozca que no quiera ganar, ¿ustedes lo conocen?. Por eso considero un tópico y me hace gracia la expresión “es un entrenador ganador”, ya lo he dicho en alguna ocasión aquí y no voy a ser repetitivo porque las razones son obvias.
Pero con lo que todos los entrenadores soñamos es encontrar, buscar y más aún llegar a construir “un equipo ideal”. Un equipo que sea capaz de plasmar en la cancha aquellos ideales que tenemos como entrenador, será con toda seguridad un equipo que ganará partidos y nos hará triunfar y saborear las mieles de este bello deporte. ¿Qué requisitos debe tener ese equipo? Veamos.
Dice el refrán: “Cada maestrillo tiene su librillo”, eso es cierto como la vida misma, cada entrenador tiene su propia impronta personal e intransferible. A veces oímos expresiones como “ese equipo tiene el sello de su entrenador”, eso es un motivo de satisfacción y de orgullo para ese colega, es un reconocimiento a un estilo, a una filosofía, eso tiene muchísimo más valor que una racha más o menos afortunada de victorias.
Pero, sin embargo, hay una serie de pautas comunes que todo equipo tiene que tener para ser considerado un equipo ideal, las relacionamos a continuación:
1) Balance defensa-ataque
Hay que jugar en todo el campo, por ello debemos mantener un equilibrio en el juego y saber correr hacia delante y hacia atrás, a los jugadores les cuesta mucho más bajar a defender que incorporarse al ataque, el juego del basket es un todo y las transiciones defensa-ataque y viceversa se suceden de forma continuada. Este balance defensa-ataque incluye cuatro aspectos esenciales que son:
a) La defensa
Sin defensa no hay nada, si no bajamos el culo y movemos las piernas, sacrificándonos por los demás habremos muerto antes de nacer. A partir de la defensa se genera el juego de ataque, un equipo que defiende provocará más errores en el rival, eso generará mas posesiones y permitirá llegar en más superioridades numéricas al ataque. A título de ejemplo me encantó este año el nivel defensivo de la semifinal de ACB entre Real Madrid y DKV Joventut.
b) Anotar corriendo No todos los equipos son capaz de ello, pero a mí me encanta que se juegue así, trailers que llegan al contraataque, aleros que culminan entradas, aleros que incluso culminan de tres (Basile, Navarro, Rudy, etc). Está claro que para ello son básicas dos cosas: 1) Coger rebotes y 2) Anticipación defensiva robando balones. Barcelona, Real Madrid, Joventut han sido equipos que han demostrado poder hacerlo.
c) Juego 5 contra 5 en ataque posicional
Cada vez cuesta más hacer los ataques cuando la defensa ya está formada, incluso a equipos con grandes individualidades les cuesta la misma vida hacer ataques fluídos. Al Barcelona este año le ha costado mucho esta faceta del juego. Está bien que los equipos tengan muchos sistemas de ataque pero a veces los propios entrenadores encorsetamos a los jugadores con tanta sistematización.
Creo que la clave para tener un buen ataque estático es el equilibrio interior exterior, los equipos capaces de generar juego de fuera a dentro y de dentro a fuera (especialmente esto segundo), tienen mucho terreno ganado. Real Madrid y TAU han mostrado un buen equilibrio entre el perímetro y el interior.
d) Balance defensivo Si no anotamos hay que bajar a defender, pero no de cualquier manera, sino de forma organizada, teniendo previsto los hombres que irán al rebote y los que no y entorpeciendo la salida del primer pase de contraataque del equipo rival.
2) Conexión banco-campo
Las dinámicas de grupo y la psicología en el deporte cada vez toman mayor importancia, no basta con prepararse física, técnica y tácticamente. Es necesario además que halla un buen feeling entre el el staff técnico y los jugadores, cuando se consigue esa conexión todo es más fácil. Se respeta la autoridad del jefe, pero todos opinando y participando de forma constructiva. En este punto la figura del “líder” puede ser clave. La conexión que se ha visto en el Real Madrid y el DKV Joventut ha sido muy diferente a la apreciada en TAU y Barcelona, por ejemplo.
3) Las rotaciones
Hoy día el baloncesto moderno no permite jugar con cinco o seis hombres. Cualquier equipo que se precie debe tener al menos dos hombres por puesto de similar nivel. La frescura en el juego requiere de esa política, si se quiere jugar intenso y no tener miedo a las faltas requiere la participación de más hombres, esto además hará sentirse importantes a todos. Aíto y Joan Plaza han dado lecciones magistrales en este aspecto.
4) Espíritu de equipo
Las individualidades por sí solas no ganan los partidos, pero si esas individualidades se ponen al servicio del colectivo seguramente serán claves para el posible éxito. Compromiso, unión, y sacrificarse por el grupo son las pautas que nos harán más fuertes, todos juntos será más fácil conseguirlo.
5) La triple A (actitud, ambición y amor)
-Actitud
Imprescindible para todo (para entrenar, para cuidarse, para jugar los partidos, para apoyar al compañero), manteniendo siempre la mejor predisposición y talante.
-Ambición
Sin ambición, sin hambre de triunfos, sin ganas de comerse el mundo poco se puede hacer, no hay que ser conformistas y tratar siempre de mejorar día a día tanto en los entrenos como en los partidos.
-Amor
Amor a este deporte tan bello, quererlo, hacerlo nuestra droga personal, hacerlo nuestro, no serle nunca infiel, vivirlo y disfrutarlo. Y, además, amor a los colores que defendamos aunque estemos de paso, comprometerse en los proyectos y no ser meros mercenarios.
**Seguramente podríamos añadir más detalles al posible equipo ideal, pero os puedo asegurar que nada más que con que cumpliese los que aquí hemos enumerado, yo particularmente me conformaría**.