**El conocido y experto Ranko Zeravica prepara un libro que promete ser muy interesante sobre "La preparación física de los jugadores de baloncesto", nuestro amigo Sasha Stratijev nos envía la dirección de la página web www.plataformatridente.com que dirige el entrenador madrileño Jorge Osma donde viene una pequeño avance del citado libro y que transcribimos a continuación, junto el enlace completo a la noticia**:
LA PREPARACIÓN FÍSICA DE LOS JUGADORES DE BALONCESTO
Durante mucho tiempo en baloncesto se nos ha presentado una duda: cuantas y que cualidades físicas son necesarias para jugar al baloncesto y si hay que darles ventaja sobre las demás cualidades.
No soy experto en la preparación física, pero sé mucho sobre como y con que “armas” se gana, y como y con que se consigue la ventaja sobre el contrario. Por eso, con mi experiencia y conocimiento, me esfuerzo por dar a la preparación física un lugar adecuado, antes de nada, en la formación del jugador.
En un deseo de proporcionar importancia a la preparación física y valores individuales de cada jugador, muchas veces los entrenadores toman como referencia ejemplos individuales, casi siempre de la NBA, como competición de mayor calidad mundial.
Se escogen los ejemplos de Shaquil, Lebron, Jordan o parecidos portentos como base de pensamiento sobre la importancia de las cualidades físicas para el resultado final. Cuando se trata de la preparación física, siempre se escogen ejemplos de jugadores con una única y excepcional capacidad, su físico.
Estoy en contra de que esta idea sea aceptada, sin un análisis más amplio, y sin valorar “la otra parte de la medalla”
Existen también los ejemplos contrarios, donde la aportación al éxito del equipo no es menor que la de los mencionados “portentos físicos”. Sería un error en la preparación física, no tener en cuenta a los demás jugadores que no sobresalen por sus cualidades físicas en la misma NBA y en los demás competiciones.
Jabar, Duncan, Maravic, Steve Nash, John Stockton, Bob Cousy, Toni Kukoc y, en Europa, Kicanovic, Slavnic, etc. son jugadores que no pueden ser tomados como ejemplo cuando se piensa en las cualidades físicas, y aun menos, de la preparación física.
Si se sigue con el análisis de las cualidades físicas en el baloncesto en los mejores jugadores, se puede llegar a muy diferentes conclusiones. La diversificación y los contenidos amplios del juego en el baloncesto ofrecen la posibilidad de conseguir la máxima calidad para los jugadores que no se caracterizan por unas capacidades físicas superiores.
Por eso, no solo podemos tener de ejemplo los portentos físicos, sino que hay que observar y aceptar hechos como el de que existen jugadores muy lentos en el sentido físico, pero muy rápidos en la toma de decisiones en el juego. Hay que saber que existen jugadores con un salto muy bajo, inferior a 50 cm, pero que en el juego bajo los aros sobresalen por el número de rebotes, que tienen buena intuición y “taiming” para coger los balones tras el tiro fallado.
La conclusión es clara y lógica, se impone solo una regla: en la evaluación de las capacidades innatas del jugador, como en la mejoría de las mismas, hay que respetar las diferentes exigencias del baloncesto moderno. En la selección del jugador, como en los demás esfuerzos, no se puede dar ventaja solo a la fuerza.
LA PREPARACIÓN FÍSICA DE LOS JUGADORES DE BALONCESTO
Durante mucho tiempo en baloncesto se nos ha presentado una duda: cuantas y que cualidades físicas son necesarias para jugar al baloncesto y si hay que darles ventaja sobre las demás cualidades.
No soy experto en la preparación física, pero sé mucho sobre como y con que “armas” se gana, y como y con que se consigue la ventaja sobre el contrario. Por eso, con mi experiencia y conocimiento, me esfuerzo por dar a la preparación física un lugar adecuado, antes de nada, en la formación del jugador.
En un deseo de proporcionar importancia a la preparación física y valores individuales de cada jugador, muchas veces los entrenadores toman como referencia ejemplos individuales, casi siempre de la NBA, como competición de mayor calidad mundial.
Se escogen los ejemplos de Shaquil, Lebron, Jordan o parecidos portentos como base de pensamiento sobre la importancia de las cualidades físicas para el resultado final. Cuando se trata de la preparación física, siempre se escogen ejemplos de jugadores con una única y excepcional capacidad, su físico.
Estoy en contra de que esta idea sea aceptada, sin un análisis más amplio, y sin valorar “la otra parte de la medalla”
Existen también los ejemplos contrarios, donde la aportación al éxito del equipo no es menor que la de los mencionados “portentos físicos”. Sería un error en la preparación física, no tener en cuenta a los demás jugadores que no sobresalen por sus cualidades físicas en la misma NBA y en los demás competiciones.
Jabar, Duncan, Maravic, Steve Nash, John Stockton, Bob Cousy, Toni Kukoc y, en Europa, Kicanovic, Slavnic, etc. son jugadores que no pueden ser tomados como ejemplo cuando se piensa en las cualidades físicas, y aun menos, de la preparación física.
Si se sigue con el análisis de las cualidades físicas en el baloncesto en los mejores jugadores, se puede llegar a muy diferentes conclusiones. La diversificación y los contenidos amplios del juego en el baloncesto ofrecen la posibilidad de conseguir la máxima calidad para los jugadores que no se caracterizan por unas capacidades físicas superiores.
Por eso, no solo podemos tener de ejemplo los portentos físicos, sino que hay que observar y aceptar hechos como el de que existen jugadores muy lentos en el sentido físico, pero muy rápidos en la toma de decisiones en el juego. Hay que saber que existen jugadores con un salto muy bajo, inferior a 50 cm, pero que en el juego bajo los aros sobresalen por el número de rebotes, que tienen buena intuición y “taiming” para coger los balones tras el tiro fallado.
La conclusión es clara y lógica, se impone solo una regla: en la evaluación de las capacidades innatas del jugador, como en la mejoría de las mismas, hay que respetar las diferentes exigencias del baloncesto moderno. En la selección del jugador, como en los demás esfuerzos, no se puede dar ventaja solo a la fuerza.
Enlace: Avance completo del libro