**El periódico digital Granadahoy.com publica una estupenda entrevista realizada por Juan José Fernández a Enrique Gutiérrrez entrenador granadino que el año pasado se encargó de dirigir al equipo cordobés de Puente Genil en Liga EBA y que en la actualidad ha tenido que emigrar a Hungría dónde se ha hecho cargo del equipo del Atomeromu.
Conozco a Quique desde hace bastante tiempo lo sufrí en mis carnes cuando entrenaba al Oximeca en la Segunda Nacional cuando yo entrenaba al Club Baloncesto Pozoblanco, curiosamente ambos ascendimos a nuestros respectivos equipos a liga EBA en la temporada 1994-95, dicha Fase de Ascenso se llevó a cabo en Pozoblanco y les adjunto una fotografía histórica de ese momento en el que aparecemos ambos.
Posteriormente nos enfrentamos cuando yo entrenaba al Peñarroya y él al CB Granada en liga EBA, luego cada uno ha seguido su camino pero siempre que nos hemos visto la amistad ha perdurado y tengo una magnífica impresión de él como persona y como entrenador, ¡mucha suerte para Quique en su etapa húngara!**
SU ENTREVISTA EN GRANADAHOY.COM
Enrique Gutiérrez García es uno más de los españoles que tiene que buscarse la vida en estos tiempos de crisis. Hombre del deporte de la canasta desde que cursó sus estudios en el granadino instituto Padre Manjón, fue entrenador ayudante de Manolo Cueto en aquel Oximesa que eludió perder la categoría ACB en el dramático play off ante el Cajabilbao en 1991. También jugó y fue vocal de la primera directiva del Club Amigos del Baloncesto, entidad que con los años se convirtió en sociedad anónima deportiva y pasó a denominarse Club Baloncesto Granada. En el equipo rojiverde llegó a ser director deportivo. Ahora prepara al Atomeromu húngaro.
-¿Qué se le ha perdido en Hungría a un sevillano afincado en Granada?
-No se me ha perdido nada, pero no encontraba trabajo en España y he tenido que emigrar.
-¿Cómo le va en su aventura por esas tierras?
-Profesionalmente las cosas van francamente bien... hasta ahora. En Semana Santa jugaremos la Final a Cuatro de la Copa y una semana después comienzan los play off. Serán nuestros exámenes finales.
-El balance no puede ser más positivo.
-En la liga hemos ganado los cinco partidos que se han disputado desde que estoy aquí, el último el sábado ante el PVSK Pannon (115-82). En la Copa eliminamos al líder de la liga, pero estuvimos a punto de tirar a la basura los 43 puntos de ventaja del partido de ida.
-¿Cuál es el objetivo que le han marcado en el Atomeromu?
-El club quiere que compitamos bien en los play off. Jugar las semifinales de la liga sería un buen resultado.
-Hable un poco del club al que ha llegado.
-Es un club pequeño, pero que está bien organizado. Es propiedad de la empresa que gestiona la central nuclear del país.
-Y la plantilla, ¿cuáles son sus virtudes y sus carencias?
-Realmente tenemos una plantilla con nueve jugadores que pueden jugar a buen nivel en esta liga. Es una ventaja respecto a la mayoría de los equipos de la categoría. Como principal carencia diría que nos cuesta entender que son importantes todos los partidos y todos los entrenamientos.
-Para que nos hagamos una idea, compare al Atomeromu con algún club español por potencial o nivel de juego.
-El nivel de la liga húngara estaría por debajo de la LEB Oro, pero por encima del que hay en la LEB Plata. El Atomeromu es un club que, en lo que va de siglo, ha ganado cuatro ligas y cuatro copas.
-¿Qué interés tiene el baloncesto húngaro con respecto a otras disciplinas deportivas?
-Creo que aquí no hay un deporte tan dominante como lo es el fútbol en España. De todos modos, el fútbol tiene gran seguimiento mediático y muchos aficionados que lo siguen, pero también lo tienen el balonmano (masculino y femenino), waterpolo, hockey hielo, judo y esgrima.
-Hable de la afición baloncestística.
-Los pabellones en Hungría son pequeños, entre 1.000 y 3.000 localidades, pero la realidad es que algunas aficiones son bastantes calientes.
-Creo que en Hungría también hay otro técnico español, Raúl Jiménez, que entrena al Factum Sport Debrecen, ¿tienen relación?
-Ninguna, no le conozco. Jugaremos en su campo en la última jornada de la liga y entonces podré saludarle.
-¿Qué dicen los medios de comunicación del equipo y de Quique Gutiérrez... si es que hablan?
-Sí se habla, pero yo no me entero. Me contaron que, tras ganar a los dos primeros clasificados, se titulaba La magia española, claro que fue hasta que perdimos por 36 puntos en el partido de vuelta de la Copa, ahí se acabó la magia.
-De estar varias temporadas en los despachos, como director deportivo en el CB Granada y en el Cajasol, ha pasado a los banquillos. ¿Cómo ha sido el cambio y la adaptación?
-La pasada temporada ya pude entrenar y disfrutar mucho en el Puente Genil en la Liga EBA, fue algo que me vino muy bien para readaptarme a entrenar. Ser director deportivo o entrenador son trabajos muy diferentes, pero ambas opciones me encantan. De entrenador tienes mayor control de la situación y es más apasionante. En los despachos se sufre menos y es un trabajo más tranquilo.
-Cuando no entrena o ve vídeos de su equipo y de los rivales, ¿en qué se entretiene en la ciudad de Paks?
-Pues por ahora estoy en casa, aún no he hecho turismo.
-Supongo que se habrá topado con un sinfín de contrastes entre España y Hungría.
-El primero, la nieve. Las dos primeras semanas, la ciudad estuvo totalmente cubierta de nieve, que es algo que no había visto. A partir de ahí, los horarios son algo diferentes; los precios, algo más baratos que en España y poco más. No he tenido tiempo de otras cosas. Por ahora voy del pabellón a la casa y de la casa al pabellón.
-¿Está al tanto de las noticias del baloncesto español? ¿Qué le llega del CB Granada?
-Aquí puedo ver dos partidos de la Liga ACB a la semana, además de todo lo que leo a través de internet. Del CB Granada, salvo la buena actitud de la plantilla, todo lo demás que leo es negativo.
-Opine de la situación que vive un CB Granada que está a punto de desaparecer.
-Es un club en fase terminal. En el último lustro, sus responsables han sido incapaces de gestionar el club durante los años de crisis y finalmente lo han llevado a la ruina y, salvo milagro, a la desaparición. Lo grave no es que perdamos al club, ya que estoy seguro de que a corto o medio plazo volveremos a tener un club profesional, lo grave es que creo que pasaran lustros o décadas antes de que podamos volver a la ACB. Perder los derechos deportivos para competir en la ACB es una tragedia y una irresponsabilidad por la que nadie va a pagar.
-Para finalizar, un poco de idioma. ¿Cómo se dice ¡Vamos Granada! en húngaro?
-Pues no lo sé, pero me gustaría darle las gracias y animar a todas las personas que se están moviendo para que el baloncesto profesional no muera en Granada. Lo que sé decir es gracias: koszonom.