**Cuando finalizó el mundial de baloncesto nuestro Seleccionador Sergio Scariolo dijo que en caliente no era apropiado hacer un análisis y reflexión de la actuación del equipo español y que mas adelante haría un análisis exhaustivo del mismo.
Esta forma de actuar que en principio parece sensata y coherente, lo hacen otros entrenadores (sin ir mas lejos su compatriota Ettore Messina hizo lo mismo al acabar el año pasado la temporada con el Real Madrid), pero en este caso huele mas a huida para ganar tiempo y que la cosa se enfríe, que a una razonada explicación sobre lo acontecido en el mundial.
Que hayan pasado mas de cuarenta días para que aparezca alguna reflexión de Scariolo, me parece una tomadura de pelo para los que seguimos este bello y apasionante deporte, si encima la excusa que da es que no ha podido hablar previamente con Jose Luís Sáez por el Mundial Femenino y por la preparación de la Euroliga con el Khimki, es para echarse a llorar, cuarenta y tantos días y cuarenta y tantas noches contando además con un equipo extenso de colaboradores dan para mucho mas que las declaraciones que estos días podemos ver en la página web de la Federación Española y en diferentes medios de comunicación deportiva (Marca, As, etc).
Otra cuestión es opinar si se está o no de acuerdo con dicho análisis que sería cuestión mas larga y exhaustiva. Para que los lectores del blog se hagan una idea de lo que hablo, os pongo uno de los artículos aparecidos en la FEB con la opinión de Sergio Scariolo y otro que escribe Pablo Laso exponiendo su reflexión de forma valiente y bajo mi punto de vista muy acertada**:
Scariolo: "Dimitiría si me hubieran dicho que no se confía en mí" (Público)
No es el momento de hacer balances", exigía hace 48 días Sergio Scariolo (Brescia, 1961) con el rostro lleno de desencanto en Estambul. Su voz asume ahora responsabilidades y pide confianza para el futuro.
Foto: web de la FEB)
¿Qué adjetivo le pondría al Mundial de España?
A nivel de resultado, fue decepcionante. A nivel de imagen de equipo, fue bueno.
¿Y no es contradictorio?
No, porque el equipo no demostró falta de actitud o estilo sino una mala respuesta ante el estrés que fue apareciendo a lo largo del campeonato. A nivel de juego, hubo de todo.
¿Qué se hizo bien y mal?
La faceta ofensiva ha sido la que mejor ha funcionado. Sin embargo, donde fallamos, sobre todo respecto al Europeo, fue en defensa.
¿El exceso de confianza provocó esas lagunas?
No creo que el exceso de confianza fuera voluntario. Si es cierto que, y aquí asumo toda la responsabilidad, no fuimos capaces de aislarnos de toda la habladuría de alrededor acerca de objetivos finales o cruces. No supimos centrarnos con humildad y entusiasmo en lo fundamental: ganar el primer partido. Después, el segundo; más tarde, el tercero Un jugador me dijo que parece que, si en el minuto 5 no ganamos por 15, entra agobio. Eso puede producirse por no autovalorar lo que cuesta ganar cada partido. Nos vendrá bien para apreciar cada esfuerzo y valorar a cada rival. Debemos volver a ser buenos deportistas en el sentido que lo es Nadal. Nunca le oigo hablar de un rival de cuartos cuando está en octavos. Y es Nadal. Debemos estar muy centrados no con la boca, sino con la cabeza y el corazón, en volver a ser un equipo normal.
¿Qué quiere decir?
Tenemos que recuperar el gusto por querer ganar cada partido. Las cosas que se dan por sentadas ya no dan satisfacción y eso es malo. Entras en una dinámica que piensas que vas a ganar sin jugar. Y eso no es sólo una falta de responsabilidad, sino una falta de alegría.
¿Hubo algo de eso en el debut ante Francia?
Cuando no piensas que un partido de baloncesto se puede ganar pero también perder, posiblemente una derrota es más bofetón de lo que realmente es. Tras ese partido, sí penetró un poco de inseguridad dentro de un grupo en el que había jugadores como Marc o Ricky con un rol nuevo.
¿Condicionó a esos dos jugadores la responsabilidad de ser titulares?
Las expectativas que había sobre ellos me han parecido desproporcionadas. Estaría preo-cupado por Ricky si me esperara que con 20 años siempre va a jugar fenomenal. No es posible. Está en un momento más bajo y volverá a ir para arriba. Y Marc ha subido con respecto al Europeo. Ha tenido un rol diferente que ha ido digiriendo. Su problema ha sido que las expectativas iban más hacia el apellido. La ecuación no está Pau, Marc es exactamente Pau estaba completamente equivocada de salida. A mí no me ha decepcionado porque no ha fallado en actitud, esfuerzo, compañerismo. No ha fallado en los valores, que es lo importante.
Pero en esa comparación de Marc, no con su apellido, sino con Fran Vázquez, sí que sale perdedor.
Yo no comparto esta valoración, aun admitiendo la posibilidad de que el reparto de minutos podía haber sido diferente. En los partidos en los que nos jugamos algo importante, Marc ha sido mejor.
¿Se replanteará llevar un tercer base?
Ese fue un error que no volveré a cometer. Aunque sigo plenamente convencido de que con Calderón y Ricky en plenitud de condiciones y Llull sano, el puesto de base está bien cubierto. El gran problema es que un base experto siempre estás reticente en llevarlo como invitado. Teníamos que haberlo hecho porque Raúl estaba en buena forma, pero no dejó de incorporarse en Turquía. Hubiéramos necesitado un base más metido en la dinámica del equipo.
¿Volvería a exigir una defensa sin personal ante Teodosic?
Sí, sin duda.
¿Los gritos de "¡Scariolo, dimisión!" en el partido ante Argentina le hicieron reflexionar?
En el momento, te coges un poco de trauma, pero en seguida te metes en el partido para intentar remontar.
¿Pensó en dimitir?
No. Durante el campeonato, en absoluto. Inmediatamente después, sí que pensé que si mi cuerpo técnico o jugadores me hubiesen manifestado o manifestaran que para el bien del equipo era mejor un cambio de entrenador, entonces sí que toca al seleccionador dar un paso al frente. Si ellos me hubieran dicho que habían perdido la confianza en mí, entonces sí se justificaría mi dimisión.
Hasta la semana pasada, usted y el presidente Sáez no mantuvieron una conversación profunda sobre el Mundial. ¿Por qué tanto tiempo?
Para él ha sido un período muy intenso con el Mundial femenino y para mí con la clasificación de la Euroliga con el Khimki. Hemos tenido una conversación telefónica bastante profunda para plantear el futuro. Estoy con ganas de sentarme en una mesa con él y poder enfocar el siguiente campeonato.
¿Por qué cree que no le ha destituido el presidente, cuando lo ha hecho con técnicos tras ganar medallas o títulos?
Porque lo que tiene que hacer un directivo no es examinar si el último tiro ha entrado o no. O quizá porque cuando se me contrató, además de los objetivos deportivos, que eran ganar un Europeo y una medalla en los Juegos, se me manifestó la exigencia de que, después de unos años complicados a nivel de relación jugadores-seleccionador-federación, se entrase en una etapa de armonía, confianza, de lealtad recíproca.
¿La medalla estaba por encima de las posibilidades del grupo?
No. Rindiendo al máximo, sé que podíamos haber subido al podio.
¿La selección necesitaba un fracaso para acabar con vicios internos?
Está claro que, una vez recibida la hostia,esta sólo puede ser algo positivo si sabemos aprender de ella. Si no, no habrá servido para nada.
FUENTE FEB
Reflexiones post Mundial de Turquía (Pepe Laso)
Es una obviedad afirmar que el mundial jugado por la selección española ha sido un fracaso. El sexto puesto, considerando las aspiraciones de nuestra representación, no es de recibo.
(Foto: del Blog de Pepe Laso)
Por el juego desplegado es indudablemente el merecido. Llega la hora de buscar los motivos sobre lo acontecido.
¿Qué se ha hecho mal?; ¿Cuáles son las diferencias entre los que conseguían tantos éxitos y lo ocurrido en Turquía?
¿Tenemos que pensar en el final definitivo de una etapa?; ¿Es responsable del entrenador de lo ocurrido?
El asunto es complejo y merece alguna reflexión.
Ya hace tiempo hay quien se quejaba de una preparación excesivamente amable, es posible, yo también lo creo, aunque nadie puede negar que es la misma que en pasados años y los triunfos llegaban.
Es conocido que la preparación supedita la vertiente deportiva sobre la financiera. La recaudación se convierte en vital. Como desconozco el funcionamiento económico de la FEB, dejo el asunto sin comentario.
Por lo ocurrido parece llegado el momento en el que la preparación sea eso, preparación, y no un fin en sí misma.
La gira de nuestro combinado por las autonomías tiene una parte positiva que se olvida. Es impagable la promoción del baloncesto a lo largo del verano y aunque la ACB sea olvidada imperdonablemente por la Federación, los réditos publicitarios también repercuten en la competición española.
Es de obligado cumplimiento reconocer la capacidad organizativa y de promoción de la FEB allá donde monta la carpa.
En lo deportivo todo queda marcado por la renuncia de Pau, sin él somos un equipo vulnerable.
En el baloncesto europeo nuestro pívot es tan determinante como lo fue Sabonis en sus tiempos, debemos recordar, que todos vivíamos pendiente de si el lituano jugaba o no.
La composición de nuestra escuadra, que tan grandes momentos nos ha dado, no está basada, como puede ser la Serbia de hoy, en un grupo de jugadores altos y fuertes.
Nuestras estrellas, Navarro Ricky y Pau, tienen características físicas similares entre sí, delgados, ágiles, veloces y sobre todo imaginativos.
Son jugadores de difícil predicción para los entrenadores contrarios y por tanto ingobernables. De las grandes figuras del mundial sólo Scola es como ellos.
Para colmo se lesionó Calderón, él, sin ser tan determinante como el trío, tiene una solidez que engrana perfectamente con la genialidad de sus compañeros.
Por tanto, la falta de Pau y Calderón ha sido un motivo fundamental en la pobre actuación española.
Para colmo, dos jugadores han estado muy por debajo de lo esperado. A Ricky le ha venido grande la titularidad, su juventud no le permite tener la templanza para manejar durante muchos minutos el tiempo de los partidos y menos, ante bases que están experimentados.
El problema se arreglará, el chaval pertenece físicamente a la misma familia de los mosqueteros, pero por la posición en que juega necesita un poco más de experiencia.
Esperaba muchísimo más de Marc, su talento natural hacia presagiar un pívot sobre el que girará el baloncesto español, no ha sido así, quizá la culpa no haya sido toda suya pero es la realidad. También es una mala noticia su pobre 56% en tiros libres.
Por mucho que nos duela el resto de la plantilla es terrenal ni mejor ni peor de cualquier equipo europeo.
Garbajosa demasiado especialista en el triple; Reyes siempre bravo pero pequeño para grandes batallas; Mumbru incapaz de sacar rendimiento a su juego en el poste bajo; Raúl, por su tardía incorporación, impotente; LLull fuera de forma y sin sitio;
San Emeterio como debutante, sin presencia relevante; Vázquez, el mejor en cuanto a rendimiento en el tiempo que ha dispuesto, nada que decir sobre Claver, sólo él puede decidir su futuro.
Scariolo no ha estado bien. Intentaré meterme en sus pensamientos y sus decisiones. El asunto viene de lejos. En su primera temporada con la selección intentó jugar su baloncesto, como cualquier entrenador, imponiendo sus condiciones.
No empezó bien y el grupo de talentosos -recordemos que estaba Pau- impuso sus criterios y todos aplaudimos como soltó las riendas para dejar cabalgar a aquellos puras sangres.
Desde el primer momento en la preparación de este año el grupo funcionaba igual y así se inició el mundial. A los artistas les llegó el miedo después de la remontada de Lituania. A partir de ese momento Scariolo ejerció de entrenador para bien o para mal. En la victoria ante Grecia se vieron ciertas aportaciones del director que sirvieron para ganar un partido muy difícil. Ahí quedó todo.
Estoy seguro que si tuviera que volver a jugar el torneo, pondría a LLull como base titular durante muchos partidos, dejando minutos a Ricky para la espectacularidad.
Utilizaría a San Emeterio en la labor que durante muchos años ha hecho muy bien Berni Rodríguez.
Convertiría a Vázquez en eje defensivo y eficaz en porcentajes ofensivos. Reduciría los minutos de Garbajosa que tanto han debilitado la capacidad defensiva del equipo. En definitiva tomaría las riendas del vestuario aún perdiendo algo del buen ambiente.
Como siempre ha sido, el presidente Pepe Sáez quien tiene la última palabra sobre el futuro de la selección, que por cierto se ha complicado mucho para entrar en la ansiada olimpiada.
Ahora llega la hora del baloncesto de clubes donde se forjan las estrellas del espectáculo veraniego.
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