**Entrevistar a Luis Requena para mí es algo especial, lo tuve de jugador siendo infantil aunque por poco tiempo porque pronto dejó de jugar y después he sido compañero suyo en diferentes etapas en el club del Colegio Cervantes, incluso en la temporada 2018-19 estuve durante unos meses colaborando con él en los entrenamientos de su equipo. Agradezco a Luis su colaboración con el blog y le felicito por su trayectoria y por su trabajo continuado en el club maristeño.**
- ¿Cómo analizas esta temporada con el
Primera Nacional Masculina de Maristas?
Creo que el análisis que podemos hacer no es del todo correcto y
completo ya que la competición se cortó en el momento que creo estábamos
empezando a sentirnos mejor, más acorde a nuestra capacidad, mejorando
resultados, juego, comenzando a ganar autoconfianza y nivel mental competitivo.
Si nos ceñimos a los partidos disputados y meses de competición, hay que ser
conscientes de que hasta navidad hemos estado lejos de lo esperado, más allá de
resultados y a excepción de un par de partidos. En ese periodo nos faltaron
muchas cosas, teniendo mimbres para hacerlo mejor, en muchos partidos mostramos
una falta de fluidez e inconsistencia psicológica que nos lastraron mucho. Fuimos un equipo triste en pista y con una
aparente falta de patrón de juego.
Intentamos resetearnos a partir del primer partido del 2020 y creo
que lo conseguimos, nos conjuramos para empezar con lo más básico, que era
nuestra cabeza, no podíamos hablar de elementos técnicos o tácticos sin antes
empezar por cada uno de nosotros, y parece que la alegría en el juego fue
mejorando poco a poco, conseguimos ganar fuera de casa dos partidos, en casa
pasamos a ser consistentes, y creo que estábamos en franca progresión para
afrontar los últimos 8 partidos de liga; pero ahí llegó este desgraciado parón,
así que la perspectiva de una temporada entera no la tengo, uno trata de
mejorar con un horizonte a la vista, si de repente eso se apaga, se queda con
lo hecho, una obra inacabada.
-¿Te parecería buena la idea de unirse
los equipos de Primera Nacional de Córdoba e intentar salir en EBA? ¿Estarías
dispuesto de forma hipotética a dirigir a ese equipo en una liga más fuerte?
Supongo que te refieres a Córdoba capital por cercanía. Bueno es
difícil la respuesta, porque no solo se trata hacer una selección de jugadores
ni elegir un técnico, sino de gestionar una unión de intereses, y en esa unión
creo que tendría que haber más clubes implicados no solo Ciudad de Córdoba y
Maristas, hay otros como CV Carmen que circunstancialmente este año no está pero
es una referencia en Córdoba; o Cordobasket que lo ha intentado los últimos
años, o el propio UCB. De la suma de todos seguro que jugadores y gestores hay
con capacidad y experiencia, pero se seguirían debiendo a los intereses de sus
clubes, jugadores y familias. Quizás si surgiera una figura con capacidad de
aunar esas voces y con "maletín" bajo el brazo para financiar el
proyecto más de dos años en categorías FEB, podríamos estar hablando de unión
del baloncesto cordobés para estar donde por calidad de trabajo en colegios y
clubes deberíamos de estar.
En cuanto al puesto de entrenador el casting sería interesante, el
nivel de técnicos en Córdoba es muy bueno, ya estar en una lista de posibles
inquilinos de ese banquillo sería de agradecer.
-¿Qué significó para ti tu etapa de la
UCO? Háblanos un poquito de ello.
Te voy a hablar un poco de memoria, creo que fueron 16 años aproximadamente, viví casi todo
en la progresión de equipos y a nivel personal. Empecé de ayudante de Fran de Larriva
en el masculino, por entonces se disputaba una liga entre Universidades, nos clasificamos
para una final a 8 en el País Vasco, aquello fue un logro. A mitad de la
temporada siguiente se presentó la opción de coger el equipo femenino, y ahí
estuve tres temporadas , mejorando clasificaciones cada año. Se produjo la
disolución en Andalucía de las ligas universitarias, y pasamos a convertirnos
en club federado. El primer año fue muy duro, 8 jugadoras senior, dos de ellas
no habían jugado nunca, venían de voleibol y gimnasia rítmica, durante la
semana íbamos por los colegios jugando amistosos con masculinos de formación
para poder hacer 5x5. A partir de ese año el grupo se fue afianzando, hicimos
una buena base, estuve unas tres temporadas más con el femenino en nacional. Pasé al masculino que también militaba en
nacional, me tocó recomponerlo, ya que gracias una gran temporada anterior con
Fran de Larriva muchos de esos jugadores salieron a otros clubes. Con lo justo,
pudimos mantenernos el primer año, y los dos siguientes fueron a más, al grupo
llegaron jugadores interesantes y trabajadores, nos clasificamos para el grupo
de ascenso y lo hicimos bien. El ambiente era buenísimo. Cerrada esa tapa, y
con el femenino en LF2 gracias al buen trabajo de Angel Lopera con una buena
base de jugadoras, cogí al segundo equipo femenino, que eran las jóvenes y jugaban
en nacional, a mitad de la segunda temporada hubo cambio en el banquillo de LF2,
estábamos en descenso con un calendario muy complicado, hicimos un sprint final
increíble para nuestras posibilidades, nos salvamos. Al año siguiente me tocó
dejarlo a mí en las puertas del descenso, por desgracia no hubo forma de
reflotarlo. Entre medias probablemente los 5 días que todo entrenador sueña en
algún momento, me llamaron para una concentración con la selección española sub
19 femenina, una concentración en Galicia.
Cuando el equipo bajó de LF2 anduvimos tres años en nacional con
gente muy joven intentando rehacernos, pero llegó la decisión de que los equipos
federados desaparecieran, aunque las selecciones universitarias como tal siguen
participando en sus campeonatos, de hecho tuve la suerte de dirigir al
masculino en dos competiciones internacionales, una Campeonato de Europa
Universitario y unos Juegos Europeos Universitarios.
Fueron muchos años de un gran ambiente, con un trabajo muy
positivo, con logros deportivos importantes para la UCO y para la ciudad, por parte de todos los entrenadores que pasaron
por allí, y los que dirigían el deporte universitario.
- Maristas algo más que un club para
ti?
Llevo 41 años ligado al colegio, entré con 6 cursé todos los años
hasta mi entrada a la Universidad, fui jugador, muy malo, era de los que
aplaudían y animaban a los compañeros en los partidos, pero no me suponía un
problema, me gustaba entrenar y estar con mis compañeros de equipo. Mis grandes
amigos, son compañeros que salimos del colegio, somos una gran familia. Sin
duda he pasado mucho más tiempo en los patios del colegio, ahora también en el polideportivo,
que en ningún otro sitio. Me da vida respirar ese sentimiento a baloncesto, ver
los campos llenos, ver a los babys que casi no pueden con el balón y tres horas
más tarde a un senior o a una senior llegar de la Universidad o su trabajo con
la mochila acuestas, me produce un estado de gran satisfacción de club. Estoy
teniendo la suerte de pertenecer, para mí al mejor club, por historia, por
figuras que lo han hecho posible, por valores educativos, por gestores
deportivos.
Para mí es un orgullo, es un sentimiento, educado en los valores
de los Maristas como alumno y como entrenador.
- ¿Qué te gusta más como entrenador y que te gusta menos?
Me gusta la sesión diaria, me divierte, no
concibo entrenar sin pasármelo bien, me gusta ver que la gente se divierta
entrenando, me gusta que los jugadores cuando termina una sesión estén agotados,
me gusta la sensación de grupo, de equipo, me gusta que tengan ganas
de entrenar, que quieran que llegue la hora de la siguiente sesión.
Paradójicamente no me gustan los partidos, bueno
a decir verdad los prepartidos, esas horas antes de un encuentro me siguen
poniendo nervioso, puede sonar raro porque son muchos años y partidos encima,
pero ahí entran muchos factores psicológicos, propios y externos, y me
tensionan demasiado.
-¿Qué cualidad valoras más en un equipo?
La predisposición al trabajo y a la escucha, sin eso puedes contar
las milongas que quieras que no va a funcionar nada, aunque eso es tan básico
que o se da por sentado o no puedes avanzar.
Déjame que te diga una más, necesitas tener jugadores generosos,
generosos en el esfuerzo, generosos en el trato con el compañero, generosos
dándose a los demás, generosos al poner sus capacidades en beneficio de un bien
común. No vas a ningún lado cuando tienes jugadores pendientes de sí mismos, de
sus minutos, de sus opciones para anotar, de sus números.