En las páginas de la web de la Federación Andaluza de Baloncesto aparece la siguiente entrevista a Cayetano Marín, un jugador andaluz de la provincia de Cádiz que marcó una época en su momento y que ahora diez años después de retirarse vuelve a las canchas de juego, dónde curiosamente coincide con su propio hjjo Alo Marín de 19 años.A sus 42 años, Cayetano Tano Marín, todo un histórico del baloncesto andaluz y un personaje clave en el desarrollo del baloncesto en la provincia de Cádiz, debutó la pasada semana con el San Fernando Cimbis de la Liga EBA. Una lesión sufrida en la pretemporada impidió que Tano se estrenara antes en la competición y pudiera compartir pista... con su hijo Alejandro, de 19 años. Hay que remontarse a casos como los del gran Dino y Andrea Meneghin para encontrar la unión de dos generaciones que, en este caso, representan las dos edades de oro del baloncesto español. Con 23 años de diferencia, padre e hijo se fundieron en el pabellón Tomás de la Hera de Almendralejo, donde el Cimbis no pudo evitar una nueva derrota (79-50) en su complicado estreno en la categoría. Para tratar de enderezar el rumbo ha llegado un trozo de la historia. Este es el contenido de la citada entrevista:
-¿Cómo surgió la idea de volver al baloncesto?.....Bueno, aunque me retiré oficialmente hace diez años, nunca he dejado de jugar, porque desde entonces he seguido enrolado en las ligas locales y mantengo más o menos la forma. Este año se daba la circunstancia de que mi hijo estaba en el equipo y hacía falta un poco de veteranía en el Cimbis y ahí estoy, tratando de echar una mano.
-¿Cómo es el trato con su hijo Alejandro dentro del vestuario?.....Es complicado, porque de haberlo visto nacer a verlo ahora con 19 años como compañero de equipo hay que andar con tacto, pero se lleva bien.
-Supongo que será su mayor crítico......La verdad es que sí, pero es difícil ser objetivo con tu hijo. A nivel deportivo estoy contento con cómo está jugando. El único lunar es que uno siempre le exige más y estoy muy encima suyo para que se le quiten los pajaritos de la cabeza con el baloncesto. Tiene que darse cuenta de que el baloncesto tiene que ser algo secundario y debe centrarse más en otras cosas (a sus 19 años, Alejandro estudia 1º de Ingeniería Técnica Industrial). Siempre se les pide algo más, aunque es verdad que los chicos de ahora son algo más vagos.
-¿Y cómo le recibieron los demás jugadores en el vestuario?.....Muy bien, porque de hecho he jugado con la mayoría de los chicos en las ligas locales y ya estoy acostumbrado a tratar con ellos.
-Aunque supongo que ejercerá de padre de todo el equipo......Esa es mi función. Muchas veces me ponen unas caras de susto cuando les echo broncas, pero saben que es por su bien. Por donde ellos están pasando ahora ya pasé yo hace muchos años.
-¿Hay muchas diferencias generacionales entre el vestuario que vivió hace 20 años y el que se ha encontrado en el Cimbis?......Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando yo era júnior, un tío de 25 años ya era considerado un viejo, y ahora los jugadores se estiran mucho más. Creo que los chicos de hoy en día se han criado en un sentido algo negativo porque la calidad de vida ha mejorado tanto que cada vez admiten menos las críticas y las broncas. Recuerdo que cuando era júnior y un veterano me echaba una bronca, agachaba la cabeza sin decir ni pío. Ahora son más descarados, y es verdad que no aguantan una bronca, pero también es cierto que no les importa jugarse la última bola con el pabellón lleno.
-¿Más allá de esos detalles, nota mucha diferencia entre el baloncesto que dejó y el que se ha encontrado ahora?.....En estos diez años el baloncesto ha mejorado muchísimo. Los chavales están mejor preparados tanto física como técnicamente y el nivel es muy alto, y eso que lo estoy comparando con la LEB de hace diez años.
-Un nivel que se le está atragantando al Cimbis......Sí. Estamos pasando apuros porque es un equipo nuevo, con gente de la casa y con apenas incentivos. Además, estamos encontrando equipos de muchísimo potencial y los resultados no están acompañando, pero hacía falta que en San Fernando volviera a haber baloncesto de cierto nivel. La gente del Cimbis quiso apostar el pasado verano por dar el salto a la Liga EBA y ahí estamos, luchando.