**Magnífica colaboración con el Blog Viveeelbasket de Gabo Loaiza titulada "Neurociencia, el cerebro creó al jugador de baloncesto". Agradecemos de todo corazón a Gabo su siempre disposición para divulgar sus estupendos artículos en nuestro blog. ¡Felicidades por tan excelente trabajo!**
NEUROCIENCIA. EL CEREBRO CREÓ AL JUGADOR DE BALONCESTO
El tema del que voy
a hablaros es de gran desconocimiento por mi parte, ya que en los años de
carrera universitaria he tocado muy poco los componentes del cerebro o SN que
podrían permitir una asociación de éstos con cualquier práctica deportiva, en
mi caso el baloncesto. Sin embargo, cuando algo te apasiona de verdad, no te
importa invertir todo el tiempo del mundo en seguir buscando mejorar como
profesional para así mostrar TODO lo que SABES a tus jugadores y que éstos no
caigan en el hartazgo. Decía Sito Alonso, que el entrenador no puede dejar que
el jugador piense que trabaja más que él, el formarnos continuamente no sólo en
baloncesto, sino en ciencias vinculadas al deporte hace que el jugador se dé
cuenta de la integridad, honestidad y decencia del entrenador.
En este sentido,
creo muy interesantes hablaros de la neurociencia y el trabajo cognitivo para
desarrollar nuestra práctica motriz. Como he dicho conozco poco, pero ya
ilustres investigadores ligados al deporte de equipo han utilizado los procesos
mentales para dar forma a su modelo o método de entrenamiento, es el caso de
Paco Seirul-lo y el Modelo Cognitivo de entrenamiento, que tantos buenos ratos
hizo pasar en el seno Blaugrana en la época de Guardiola.
Como sabemos, el
baloncesto es un deporte muy abierto y de enorme dinamismo donde existe una
cooperación-oposición continua (cancha compartida) de manera que la
incertidumbre está presente en todas las acciones de baloncesto. Esta
incertidumbre, nos lleva a tratar de vincular los procesos cognitivos y de toma
de decisiones con el entrenamiento. Muchos entrenadores y preparadores físicos
ya le dan suma importancia a este entrenamiento mental (práctica imaginada,
toma de decisiones, etc.) como eje vertebrador de su entrenamiento.
Yo empecé a conocer
de estos aspectos a partir de la asignatura de Aprendizaje Motor y aunque no se
profundizaba lo suficiente, en los últimos meses he intentado leer algunos
artículos sobre esta temática ya que soy partidario de buscar entrenamientos
donde el jugador siempre esté activo mentalmente. Si lo está, el entrenamiento
será un éxito porque quiere decir que todas las tareas planteadas ha tenido
implicación cognitiva y, por ende, se han producido aprendizajes más
significativos.
Hay autores que
afirman que el ser humano está esclavizado a su cerebro por ello, debemos saber
CONTROLAR, CONOCER y MODELAR nuestro propio cerebro de acuerdo a nuestras
actividades, intereses, pretensiones, etc.
Algo importante que
debemos conocer es que estamos formados por diferentes “cerebros” y en función
de la situación, se activará uno u otro. Esto se debe a la teoría de la
evolución de Darwin. Uno de éstos es el reptiliano que busca la supervivencia
en sus acciones, es lo que muchas veces denominamos “reaccionar sin pensar”,
los instintos que muchas veces reprimimos cuando entran en acción otro
“cerebro” (el límbico (emociones de acuerdo a las experiencias, curiosidad) o
el neocórtex (racionalidad, lógica)).
Nuestro cerebro es
un procesador excelente. Cuando lo nutrimos de información en cantidad y
CALIDAD provoca acciones inteligentes y acertadas. En este concepto, creo que
reside la base de la importancia de la neurociencia. Cuando a un bebé le
hablamos en diferentes idiomas, éste tardará en hablar, pero cuando lo haga
para él los diferentes idiomas serán “maternos” y su cerebro estará programado
para ello. Esto, extrapolado a nuestro baloncesto puede vincularse con los
ejercicios de toma de decisiones donde el aprendizaje de la técnica individual
puede ser más largo pero mucho más significativo y duradero ya que sea ha
realizado en un contexto que vivencia la lógica interna del baloncesto. Aunque
se tarde más en adquirir esos patrones motores, los sabrá utilizar en un
contexto perceptivo-decisional (la realidad de nuestro deporte). Integrar la NEUROCIENCIA
a nuestro entrenamiento integrando y unificando conocimientos dará lugar a la
formación de jugadores mental-física-técnica-tácticamente preparados para las
situaciones competitivas.
A continuación, a
modo de paréntesis, os adjunto una serie de ejercicios sobre toma de decisiones
en baloncesto. Creo que son muy interesantes, ya que se sabe que el cerebro
“predice” las diferentes opciones que pueden darse, facilitar que esta
predicción sea en el menor tiempo es nuestra labor como entrenadores:
Para la
construcción de esos procesos mentales que deriven y mejoren en nuestro caso la
inteligencia motriz, se seguirán los siguientes procesos:
Recepción de la información
Comprensión de la información
Entrenamiento con la información recibida
Automatización de la información recibida
Por tanto, toda la
información que le demos a nuestro jugador debe ser en CANTIDAD y CALIDAD.
Ambos conceptos deben UNIRSE no separarse; Pienso que tanto la cantidad como la
calidad deben ser valorar insustituibles en todo proceso de entrenamiento por
lo que deben SUMAR (Y) y no proponerlas como opción que no puedan conjugarse (o
una u otra).
Ningún cerebro es
igual (y tanto que no) y no tienen una única “historia que contar” sino que
dependerá de los contextos en los que se modelaron y del contexto presente.
Fundamentalmente de los contextos iniciales, por tanto, ¿ayudará a crecer el
entendimiento sobre el juego modelos de proceso de enseñanza-aprendizaje
basados en la resolución de problemas antes que la descontextualización y modelos
más tradicionales?; Para mí, sin lugar a dudas SÍ, ya que estos métodos de
entrenamiento permiten no coartar la libertad de nuestro cerebro para crear y
buscar “nuevas aplicaciones” que activar.
Necesitamos de
estímulos, de nueva información y de calidad para mejorar los proceso del
pensamiento que se resumo a continuación:
ESTÍMULO/ATENCIÓN/SENSACIÓN/PERCEPCIÓN/MEMORIA CORTO
PLAZO/APERCEPCIÓN/CONCEPTO NATURAL/INTELIGENCIA Y MEMORIA A LARGO PLAZO
El aprendizaje de
la técnica individual es fundamental entenderlo desde una perspectiva
neurocientífica ya que provocan nuevas sinapsis (conexiones neuronales) dentro
de los sistemas neuronales del movimiento. Aquí entran, por ejemplo, los
famosos refuerzos positivos o negativos ya que su utilización puede mejorar
estos procesos sinápticos o incluso inhibirlos.
Esta manifestación
“mental” también debe tenerse en cuenta en el CALENTAMIENTO “poner la cabeza en
su sitio”. El entrenamiento mental previa a la competición debe seguir una
seguir de patrones preestablecidos que favorezcan la aparición de pensamientos
positivos y adecuados a la competencia (enfatizar en los cinco sentidos). No se
puede descontextualizar de la técnica, físico o táctica porque este
entrenamiento cognitivo perceptivo-decisional provocará una mejora en la
velocidad del procesamiento de la información.
Cuando tenemos en
cuenta que la habilidad se manifiesta a partir de las percepciones, decisiones
y ejecuciones podremos crear tareas NO DESCONTEXTUALIZADAS y que permitan que
el jugador NO LAS AUTOMATICE AL 100% (una automatización total provocará pérdida
de atención y percepción).
Quien me ha visto
entrenar, le puedo gustar más o habitualmente menos; puede pensar que sé más o
que sé menos pero sinceramente pienso que el entrenamiento en casi cualquier
categoría debe ser un “CAOS ORGANIZADO” este caos provoca el despertar de las
emociones en el entrenamiento y como dicen “Si un entrenador hace un
entrenamiento y no hay emoción ha perdido ese entrenamiento”. El desgaste en
los deportes de equipo es FUNDAMENTALMENTE DECISIONAL Y MENTAL por lo tanto, el
control de las emociones ayudará a controlar la FATIGA NEURONAL del SNC
Aunque es cierto
que las estructuras neuronales básicas se crean fundamentalmente hasta los 8
años, el cerebro es el órgano que más tarda en desarrollarse completamente.
Debemos nutrirlo para activar todas las zonas del cerebro y maximizar nuestras
capacidades: diferentes informaciones sensoriales, trabajar el sistema
vestibular (equilibrio), coordinación motriz y creación de disyunciones
(problemas motrices con toma de decisiones). El cerebro sí puede entrenarse al
igual que las capacidades técnicas, tácticas y físicas lo que es necesario es
crear un programa que aúne todos esos conceptos.
Sólo podemos usar
al 2% de nuestro cerebro al mismo tiempo, de manera que las áreas se van
activando y apagando por lo que mantener “encendidas” las neuronas a partir de
las dudas y no de ejercicios preestablecidos. Lo importante es la “calidad” de
esas neuronas y sus conexiones (un jugador profesional utiliza el mismo
porcentaje, pero no la misma calidad que nosotros).
El cerebro hay que
ir armándolo a diario, y depende de la mente (sus pensamientos, emociones,
etc.) de ahí la importancia de crear emociones en el entrenamiento. Si el
jugador repite, repite y repite un mismo gesto motriz genera automatismos, pero
no es un jugador inteligente; hay que darle la importancia de PENSAR en el
entrenamiento. Educar al cerebro para CREER (la forma de pensar altera a las
neuronas), el entrenador no puede limitar esa capacidad mental (aunque tenga
límites, es NECESARIO QUE EL ENTRENADOR NO LOS PONGA); el cerebro es el que
DECIDE EL MOVIMIENTO.
Las capacidades
condicionales como la fuerza, son muy importantes para alcanzar rendimiento
deportivo, pero siempre seré defensor de que bajo el contexto del BALONCESTO.
El 90% de la práctica deportiva es mental, porque los músculos son los que nos
permiten movernos pero el cerebro es el que dice a dónde ir. Por tanto, cuando
se hacen ejercicios en la dimensión física TOTALMENTE RELACIONADOS CON NUESTRA
PRÁCTICA DEPORTIVA, el músculo se activará cuando sea necesario. No sólo se
mueven los músculos, sino que el cerebro decide entre opciones, recuerda
anteriores errores, evalúa sus resultados y recuerda.
Otro aspecto muy
interesante es fomentar la práctica IMAGINADA en los jugadores. Esto es,
imaginarse estando jugando ya que mejora, acelera y facilita la adquisición de
las habilidades técnicas ya que las neuronas aprenden más rápido de esta
manera. En cambio, la repetición sistemática no genera nuevas conexiones
neuronales y el SN se adaptará rápidamente a las rutinas y tareas conocidas.
La búsqueda de
tareas que respeten la lógica interna del deporte es fundamental, atendiendo a
las dimensiones físicas, técnicas, tácticas y emocionales-mentales ya que sólo
así se alcanzará principios del entrenamiento como la ESPECIFICIDAD y de
TRANSFERENCIA. Éstas, mantener un alto nivel de concentración en las tareas,
que el jugador entienda los objetivos y finalidades del entrenamiento y
realización a una intensidad similar a la competición. Todo esto provocará que
se ENTRENE DE MANERA ESPONTÁNEA Y CREATIVA.
A partir de la
periodización táctica, que conjuga todas las dimensiones se desarrollan los
siguientes principios:
Principio de especificidad
Alternancia horizontal en especificidad: alternancia en función de la
duración, velocidad o tipo de contracción
Principio de progresión compleja: jerarquización de principios (espacio,
tiempo, jugadores, etc.)
Principio de propensiones: contextos que permiten la interacción que se dan
en el juego
Por tanto, y a modo
de síntesis, el cerebro es como un móvil de última generación ya que tiene
multitud de funciones y aplicaciones pero sólo utilizamos algunas. Es por esto,
que debemos ENTRENAR AL CEREBRO, conocerlo en profundidad y UTILIZARLO en
nuestra realidad.
AUTOR: Gabo Loaiza Pérez (@gaboloaizaperez)
-Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
-Entrenador Superior de Baloncesto