Juan Fuentes es mi amigo con letras mayúsculas, es lo primero que quiero decir para que nadie se llame a engaños, en estos días ha tenido un susto grande del que afortunadamente se está recuperando y que con el paso del tiempo seguramente se recuperará totalmente, según me informa su propio hijo Juan Antonio Fuentes (jugador en activo que ha pasado entre otros por equipos como Salesianos,Villanueva, Montilla, Andújar, Cajasur, Peñarroya, etc).
(Equipo del DOSA, Juan Fuentes es el nº7)
Pero quiero que se sepa que ha sido una auténtica leyenda del baloncesto en Córdoba, un jugador de los grandes en una época en el que el altruismo y la entrega eran las señas de identidad de los que nos dedicábamos por aquél entonces a jugar a baloncesto, jugadores enormes que no tuvieron apenas reconocimiento y que serían auténticas figuras al lado de muchos jugadores actuales que con muy poco tienen mas fama y publicidad.
Conocí a Juan Fuentes personalmente cuando fuí fichado por el DOSA allá por la temporada 1972-73, José Luís Reyes "El Pipa" que en paz descanse era entonces el entrenador de un equipo en el que jugadores como Juan Fuentes "alías Roberto, no sé muy bien por qué", Pepe Aguilar, Rafa y Manolo Garrido, Juan Carlos Hens, Espinosa, Fernando Aranda, Román, marcaban una época dorada y habían ascendido a la que en aquél entonces era Tercera División Nacional. A este equipo nos unimos Abilio Antolín, Fernando Lara, Centella y yo, procedentes del Córdoba OJE.
(Maristas 1984-85, Juan Fuentes es el nº10)
Lo primero que me llamó la atención de Juan Fuentes como jugador era su capacidad de salto, tenia unos "muelles impresionantes", sin ser demasiado alto (calculo que 1´87 m aproximadamente) daba unos "pingos" que alucinaban a cualquiera, os aseguro que no exagero lo mas mínimo y así lo pueden atestiguar todos aquellos que lo vieron jugar. Tenía curiosamente una suspensión perfecta, se mantenía unos segundos mas que los demás en el aire y era un seguro de vida en sus tiros de cinco o seis metros (en aquella época no existía la línea de tres), Juan Fuentes era de la típica estirpe que tiraba mejor de dos que de tres (en estático no era tan estilista y preciso). Dos cualidades mas llamaban la atención en su juego, lógicamente su capacidad para ayudar al rebote siendo un alero (aunque en los rebotes ofensivos era aún mas fiera que en los defensivos, no se le iba uno porque tenía el don y la intuición de estar en el sitio adecuado, además de su poder en el salto) y su velocidad para correr el contraataque, era un gamo auténtico.
La defensa no era su mejor virtud, pero las ganas y el deseo no se los quitaba nadie, su mejor virtud en esa faceta era la anticipación en las líneas de pase, esos típicos robos de balón que le permitía llegar 1 contra 0 en contraataque y anotar canastas indefendibles.
Juan Fuentes fue fichado por Abilio Antolín para el Juventud de Córdoba, era un proyecto que con Andrés López de Presidente marcó una época y durante mas de una década representó a Córdoba en Segunda División Nacional y en Primera División "B". Su entrega, actitud, aptitud y capacidad durante tantos años le hizo un jugador emblemático y de los mas queridos por la afición que habitualmente llenaba el "Polimecano del Sector Sur".
En los albores de su carrera baloncestista tuve el honor de coincidir de nuevo con Juan Fuentes, en este caso yo era entrenador de Maristas de Córdoba en Tercera División Nacional (temporada 1984-85) y decidimos sacar un equipo júnior casi en su totalidad para meterlo a competir con los séniors, lógicamente les ayudamos con dos jugadores veteranos que eran como los padres de ellos, uno era Juan García "Gori" (otra auténtica leyenda del que mas adelante hablaremos) y el otro (Juan Fuentes que con 33 años fue el máximo anotador del equipo y del grupo en el que jugábamos).
(Festividad conmemorativa del 25 aniversario del DOSA)
Juan Fuentes era un ejemplo para todos, casado y con cuatro hijos, no se perdía un entrenamiento (no cobraba un duro) y además era duro y fuerte como un roble (se rompió la nariz), tuvo una clavícula dañada y estaba siempre al pié del cañón Esa temporada quedamos terceros y no jugamos el ascenso a Segunda División por el basket-average, primero fue el Caja Huelva y segundo La Línea de la Concepción.
Quizás su mayor laguna como jugador era la parte táctica, a través de muchas conversaciones me decía que prácticamente había sido un autodidacta y a pesar de haber jugado bastantes años en segunda división no había terminado de asimilarla y digerirla (tampoco en aquél entonces estaba tan avanzada), me confesó que en nuestro año había aprendido aspectos tácticos que desconocía.
Sin embargo para mí el rasgo fundamental de Juan Fuentes que destacaría en su personalidad y muy por encima de su calidad como jugador, que la tenía y mucha, es lo gran persona que es. Juan es un tío espectacular como persona, "un amigo 10", siempre está cuando se le necesita y te ayuda con gran desinterés, quizás por su carácter bondadoso y su sensibilidad no ha llegado mas alto aún, era el típico jugador que nunca protestaba y aceptaba todo, era la deportividad personificada en el campo, nunca un mal gesto ni a los compañeros, ni a los rivales, ni a sus entrenadores, ni a nadie. Si hubiera tenido mas "malaleche" hubiera destacado mas, pero si hubiera sido así no habría sido Juan Fuentes, porque su personalidad era ser buena gente y "un pan" y eso es muy difícil de cambiar.
Juan ha sido uno de los mejores jugadores del baloncesto cordobés, ahora atraviesa un mal momento pero seguro que saldrá adelante, ha sido siempre un gran luchador y ahora no dejará de serlo, ganará la batalla que se le ha presentado y quiero que este artículo sirva para darle ánimos, que cuente conmigo para lo que quiera y que sepa que este homenaje lo tenía pensando de antes y me da coraje no haberlo escrito con anterioridad, pero para mi "JUAN FUENTES HA SIDO Y ES UNA GRAN LEYENDA DEL BALONCESTO CORDOBÉS"
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