Alicante C. B.-Tenerife Rural...(78-79)
A falta de poco menos de tres minutos y cuando Alicante ganaba de siete (78-71), una falta antideportiva y una pérdida de balón de Lucio Angulo resucitaron a un Tenerife Rural que con un mate de Barbour y un triple de Diego Guaita volvía a la vida a un minuto para el final (78-78). Alan Digbeu falló dos triples y Barbour no perdonó, forzando la falta en la siguiente jugada y anotando el segundo de los dos tiros libres de los que dispuso. Un punto que ponía el definitivo 78-79 y valía el billete a la final de este domingo para un Tenerife Rural que sigue soñando con el ascenso. Como nota curiosa decir que en todo el partido, los tinerfeños sólo tuvieron dos ventajas: el 2-4 y el definitivo 78-79, pero siempre creyeron en que podían ganar y al final obtuvieron el premio deseado.
Esas dos acciones son las que rompieron un partido que el que se defendió con mucha intensidad, se peleó a muerte por cada rebote y que discurrió a base de picos de acierto individual.
Hasta ese momento Andy Panko prácticamente pasó desapercibido, aunque a pesar de ello Bruesa tomó el mando. Unos instantes de inspiración de Salva Arco en la recta final del segundo cuarto, fomentaron una primera renta significativa al descanso (43-33, min. 20) con un parcial de 10-2. Leche Río Breogán, como a lo largo de todo el partido, no supo sacar partido de su superioridad en el rebote ofensivo (0-9) y lo pagó visitando el vestuario con una desventaja de 10 puntos.
En la reanudación del partido se mantuvieron los mismos parámetros y aunque Jeffers acercó en el marcador al Leche Río Breogán (46-41) y los lucenses seguían disfrutando de muchas segundas opciones de tiro, no supieron rentabilizarlas.
Ni las opciones de cambios de jugadores ni de defensas que intentó Paco García consiguieron limar los 10 puntos de ventaja en los que se había estabilizado Bruesa. Ni siquiera la lesión de Hopkins, el mejor de los vascos hasta ese momento, en el codo izquierdo alteró el ritmo.
Comenzaron las incertidumbres en los lucenses y con ello se acrecentó su falta de puntería en los tiros de campo y los tiros libres. Todo lo contrario que a los guipuzcoanos, a los que les entraba casi todo lo que tiraban hasta conseguir una máxima renta de 15 puntos a poco de llegar al final del tercer cuarto (63-51).
Pero Leche Río Breogán había peleado mucho para llegar hasta ahí y no iba a arrojar la toalla con 10 minutos por delante. Y entre Kickert y Jeffers se encargaron de cimentar una remontada que se concretó con un triple de Wade (67-68, min. 36).
Llegaba el momento decisivo, el momento de darlo todo. Defensas asfixiantes y poco tiempo para decidir acertadamente. En esos momentos surgen los grandes jugadores y Panko lo es. Una canasta suya y un triple sobre la bocina de posesión determinó la semifinal (77-72, min. 39). Muy poco después Andy se retiró con molestias en el muslo de la pierna. No pudo disfrutar de la clasificación para la final con el balón en sus manos, pero ya había hecho bastante. El Bruesa luchará el domingo (17:30 h.) por el ascenso.