Hay ocasiones en las que no hay palabras para explicar las cosas,esta es una de ellas porque perder un partido como lo ha perdido España resulta tremendamente difícil de digerir.
¿Causas?, ¿pérdida de concentración?, ¿respuesta inadecuada de la segunda unidad?, ¿malas rotaciones desde el banco?, ¿poca fuerza mental?, ¿temblor en los momentos decisivos?, ¿poca contundencia defensiva?, posiblemente un poquito de cada cosa, pero lo cierto y verdadero que ha sido una derrota frustante y que ha llenado de desilusión a muchos españoles esperanzados con este equipo.
La selección española desperdició 18 puntos de ventaja sobre Lituania (61-43, minutos 26) y acabó perdiendo el partido, 73-76, tras jugar a la ruleta rusa en los últimos minutos.
Esta nueva derrota del equipo, no parece poner demasiado en peligro el pase a octavos, pero ya no será posible hacerlo como primeros y, quizá, tampoco como segundos. La progresión del equipo y la de los jugadores no titulares, también se marchó al traste.
Hablar de los tres primeros cuartos en los cuales España estuvo a buen nivel, casi no viene ahora a cuento porque la historia del partido tuvo como principal protagonista al último cuarto donde se coció la autentica verdad del partido.
Con Jorge Garbajosa haciendo un gran trabajo en la defensa de Kleiza, el equipo cimentó las diferencias en torno a la decena de puntos y llegó a los 18 de ventaja en el minuto 26, 61-43. Lituania lo estaba intentando todo pero, anulado Kleiza, apenas sí podía lanzar de tres con mucha oposición, porque debajo de los aros reinaba el rey Gasol con autoridad total.
Remontada lituana y desastre español
Sin embargo, la historia se repitió con un parcial de 0-6 en dos minutos, con los menos habituales en pista y como mal menor el resultado fue 64-53, porque otro 0-10 de salida y en cuatro minutos y medio, 64-63, hizo que se encendieran todas las alarmas en el equipo español.
Lituania, en pleno éxtasis, empató a 66 con más de cinco minutos de juego por delante. La selección española desperdició 18 puntos de ventaja en 9 minutos de juego, pasando de un 61-43 a empate a 66, un desastroso 5-23.
Desde ese momento el partido se convirtió en una auténtica ruleta rusa, un peligroso juego que la selección española aceptó, y perdió.
¿Causas?, ¿pérdida de concentración?, ¿respuesta inadecuada de la segunda unidad?, ¿malas rotaciones desde el banco?, ¿poca fuerza mental?, ¿temblor en los momentos decisivos?, ¿poca contundencia defensiva?, posiblemente un poquito de cada cosa, pero lo cierto y verdadero que ha sido una derrota frustante y que ha llenado de desilusión a muchos españoles esperanzados con este equipo.
La selección española desperdició 18 puntos de ventaja sobre Lituania (61-43, minutos 26) y acabó perdiendo el partido, 73-76, tras jugar a la ruleta rusa en los últimos minutos.Esta nueva derrota del equipo, no parece poner demasiado en peligro el pase a octavos, pero ya no será posible hacerlo como primeros y, quizá, tampoco como segundos. La progresión del equipo y la de los jugadores no titulares, también se marchó al traste.
Hablar de los tres primeros cuartos en los cuales España estuvo a buen nivel, casi no viene ahora a cuento porque la historia del partido tuvo como principal protagonista al último cuarto donde se coció la autentica verdad del partido.
Con Jorge Garbajosa haciendo un gran trabajo en la defensa de Kleiza, el equipo cimentó las diferencias en torno a la decena de puntos y llegó a los 18 de ventaja en el minuto 26, 61-43. Lituania lo estaba intentando todo pero, anulado Kleiza, apenas sí podía lanzar de tres con mucha oposición, porque debajo de los aros reinaba el rey Gasol con autoridad total.
Remontada lituana y desastre español
Sin embargo, la historia se repitió con un parcial de 0-6 en dos minutos, con los menos habituales en pista y como mal menor el resultado fue 64-53, porque otro 0-10 de salida y en cuatro minutos y medio, 64-63, hizo que se encendieran todas las alarmas en el equipo español.
Lituania, en pleno éxtasis, empató a 66 con más de cinco minutos de juego por delante. La selección española desperdició 18 puntos de ventaja en 9 minutos de juego, pasando de un 61-43 a empate a 66, un desastroso 5-23.
Desde ese momento el partido se convirtió en una auténtica ruleta rusa, un peligroso juego que la selección española aceptó, y perdió.
FICHA TÉCNICA:
España 73 (22+21+21+9): Rudy (13), Ricky Rubio (3), Navarro (18), Garbajosa (11) y Gasol (18) -equipo inicial-, Reyes, Raúl (3), Vázquez (0), Llull (3), Mumbrú (4) y San Emeterio.
Lituania 76 (11+24+18+23): Kalnietis (12), Gecevicius (2), Jasaitis (5), Kleiza (17) y Javtokas (4) -equipo inicial-, Seibutis, Maciulis (13), Pocius (13), Delininkaitis (4), Klimavicius, Jankunas (3) y Andriuskevicius (3).
Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Antony Jordan (USA) y Milivoje Jovcic (SRB).
Incidencias: 7.200 espectadores
FUENTE: TERRA DEPORTES
Lituania 76 (11+24+18+23): Kalnietis (12), Gecevicius (2), Jasaitis (5), Kleiza (17) y Javtokas (4) -equipo inicial-, Seibutis, Maciulis (13), Pocius (13), Delininkaitis (4), Klimavicius, Jankunas (3) y Andriuskevicius (3).
Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Antony Jordan (USA) y Milivoje Jovcic (SRB).
Incidencias: 7.200 espectadores
FUENTE: TERRA DEPORTES
En otro orden de cosas nuestro equipo, comenzará la pretemporada, mañana miercoles 1 de septiembre, estando citados todos sus componentes a las 9 de la noche en el Pabellón Municipal. El cuerpo técnico, encabezado por 





Si los tiradores nacionales comienzan a afinar la puntería, hoy nos podríamos encontrar con un interesante concurso de lanzamientos, toda vez que la estrella y principal referencia ofensiva de los "kiwis" es Kirk Penney, otro consumado especialista en los lanzamientos, con experiencia en la NBA y en el Gran Canaria. Penney viene de hacer 37 puntos en la jornada inaugural ante Lituania, siendo el primer máximo anotador de la competición, y tratará de encontrar la manera de mantener su buen momento de forma buscando la sorpresa. Sería para Nueva Zelanda la primera victoria en su historia sobre España, hasta el momento, en los dos enfrentamientos, la victoria siempre ha correspondido para la ÑBA.
Los franceses han sabido llevar el partido al terreno que les interesaba, jugando andando con ataques estáticos largos (algunos llegando al límite de los 24 segundos), nos han roto el ritmo, no hemos podido correr y han impuesto su potencial atlético bajo aro.
