En la tarde de ayer sábado el Milar Córdoba Baloncesto Femenino realizó la gesta de remontar 17 puntos ante un La Salle Melilla que controló el ritmo del partido y realizó tres excelentes cuartos, pero que se cotocircuitó en el periodo decisivo recibiendo un parcial de 22-5, que le costó una victoria que parecía tenía a su alcance.
Antes del partido estuve hablando con Paulino Puerto entrenador del equipo melillense, me comentaba que estaba precocupado porque practicamente toda su plantilla había pasado toda la semana por un proceso viral y tenía dudas de como podían responder, le contesté que cuando se pusiera el balón en juego las jugadoras se olvidarían de todo y darían lo mejor de si mismas.
Lo cierto y real es que eso no se notó en absoluto en los tres primeros cuartos, quizás pudieron llegar tocadas físicamente al último periodo y esto les pudo haber influido, pero en honor a la verdad me dió la impresión que lo más importante para ese cambio de guión fue la buena defensa del equipo del Milar Córdoba que colapsaron la zona y maniataron su juego interior, que sus jugadoras claves llegaron cargadas de faltas y que las jugadoras de Antonio Quintero nunca se rindieron, creyeron en si mismas y aupadas con su afición que las llevó en volandas, consiguió una importante remontada para llevarse un triunfo por (68-64).
Salida no habitual en el equipo cordobés
En todos los partidos anteriores el Milar Córdoba se habia caracterizado por salir de forma fulgurante y adquirir un rápido colchón de puntos que sabía manejar. Esta vez el escenario no fue así, en el ecuador de primer cuarto el electrónico indicaba 2-12, tiempo muerto de Antonio Quintero y a reconducir la situación. Tímida reacción cordobesa, pero La Salle Melilla mandaba en el primer cuarto (9-15).
Scouting perfecto del técnico melillense
El plan de partido de Paulino Puerto le estaba saliendo a la perfección, incluso desde el banquillo cantaban las jugadas que mandaba hacer el Milar, con su defensa de alternativas y especialmente con su zona 3-2, maniataba el ataque del equipo local en el que la mayoría de ls puntos caíann de las manos de Zsofía Licskay y Kika Barreiros. Sólo un pero en el haber del equipo de La Salle, tres de sus jugadoras que se fueron al descanso con tres faltas, eso sí con un marcador favorable de (26-39). Pero lo más importante era que mandaban en el ritmo del partido y eran las dueñas de la situación jugando como mas les interesaba.
Sigue la misma tónica en el tercer cuarto
Esperábamos la reacción del equipo cordobés tras la arenga del paso por vestuarios, sin embargo esta no llegó y es más la ventaja si cabe se acrecentó más. El entrenador de la Salle Melilla dejó descansar en el banquillo a sus dos referentes Aminata Traoré y Stevanovic que en el primer tiempo habían sido sus mejores estiletes ofensivos, Adama Coulobaly con sus mejores minutos cogió el relevo en ataque y la base Nuria Rios manejaba el partido con criterio y entendiendo lo que había que hacer en cada momento (se notó mucho que no tuvo apenas relevo y llegó exhausta al final del partido). La ventaja se amplió a 17 puntos, aunque una reacción de raza de los cordobesas hizo que se aminorara a trece (46-39), al término del tercer periodo.
Gran remontada del Milar y baloncesto en toda su extensiónEl baloncesto es imprevisible y hasta el pitido final nunca se sabe. El equipo de Antonio Quintero salió dispuesto a echar el resto en el cuarto final. La defensa metió varias marchas mas, leyeron muy bien lo que había sucedido en los tres primeros cuartos y entendieron que había que cerrar la zona, colapsarla y hacer imposible el tráfico por ella de las interiores lasalianas, si había que ceder algo el tiro exterior se hacía, pero dentro no iban a permitir ninguna canasta.
Tras un toma y daca inicial en que se intercambiaban canastas, llegó el primer arreón del Milar colocándose 51-59, la raza de Marta Martínez se manifestaba en todo su esplendor con varias canastas consecutivas y lo mejor galvanizando y contagiando a sus compañeras de su espíritu competitivo. Zsofía Licskai seguía a lo suyo, obligándo a sus rivales a hacerle falta o anotando canastas (10 faltas recibidas, con porcentaje de 14/17 en tiros libres) y por si fuera poco se sumó a la fiesta Aya Traoré que en la primera parte estuvo algo apagada pero que resurgió en el segundo tiempo.
El ritmo de partido creció enormemente y se jugaba mas rápido que es como mejor funciona el equipo del Milar. El gran trabajo del equipo encendió la mecha de la grada, parecía que las jugadores de Antonio Quintero jugaban con una jugadora más, dominaban el rebote (31 rebotes contra 20, 11 ofensivos que les dieron canstas de segundos tiros) y se hacían con todos los balones divididos, a falta de tres minutos ya se había conseguido remontar la situación (62-61), el pabellón estaba al rojo vivo y la grada aumentaba sus decibelios al máximo dando alas al equipo del Milar. Sin embargo no todo estaba dicho porque un triple de Ana Jiménez (que fué la úinica amenaza exterior melillense), puso el partido (64-64) a falta de 54".
En las típicas jugadas finales, el entrenador melillense quiso hacer llegar el balón a su jugadora serbia Bojana Stevanovic y esta no estuvo afortunada, no solo errando en ataque sino además provocando una antideportiva quizás fruto de la frustación. En realidad ni ella ni su compañera la jugadora de Malí Aminata Traoré no se parecieron nada a las del primer tiempo. Una canasta de Aya Traoré sentenció el encuentro, cuarta victoria consecutiva de las cordobesas que la próxima semana querrán hacer cumplir el dicho de que "no hay quinto malo", en el derbi andaluz que les llevará a Almería.
Conclusión finalTres cuartos excelentes no bastaron a La Salel Melilla para ganar un partido, se quedaron sin gasolina y sin ideas y cuando el Milar Córdoba cambió el guión y apretó en defensa al máximo, no supo reaccionar. El baloncesto es equilibrio interior-exterior y en dicho aspecto las cordobesas estuvieron mejor. La mejor virtud del equipo de Antonio Quintero fue no rendirse, saber sufrir, esperar su momento y creer en si mismas. Fueron ellas las que con su actitud se ganaron al público, pero este les correspondío de manera superlativa y tuvo un gran impacto y repercusión en el triunfo con una alianza perfecta.
Zsofía Licskai fue una vez más la MVP del partido, 22 puntos anotados, 8 rebotes, 1 tapón y 26 de valoración). La pívot húngara está completando hasta el momento una temporada magnífica, alma-máter y lider silencioso de un equipo que sigue sumando y creciendo.
ENLACE: ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO.
Fotos de Gabriele Friscia, https://www.facebook.com/CBMaristasN1