En el desarrollo de un partido de baloncesto hay muchos detalles influyentes que lo marcan y lo definen, el baloncesto tiene tanta riqueza técnica y táctica que siempre hay aspectos diferenciales y que lo encauzan de una u otra manera.
1) La defensa y los marcajes
Desde la defensa se construye todo (rebote, 1c1, defensa de los cortes, anticipar líneas de pase, defensa de los bloqueos, balance defensivo, etc). Los equipos construidos desde la solidez atrás suelen ser mas cohesionados, consistentes y además suelen atacar mejor, provocando mayores situaciones de superioridad numéricas y teniendo mayor fluidez en ataque.
Saber elegir adecuadamente los emparejamientos y los marcajes, es otro de los aspectos esenciales de una buena defensa. Elegir bien "las parejas de baile" es la antesala del camino que nos lleve a una mejor defensa que sea fuerte en el 1c1 y que no necesita con demasiada frecuencia ayudas y rotaciones defensivas.
2) El ritmo y la fortaleza en el juego de intervalos
El equipo que domina el "ritmo" y el "tempus" de partido por lo general se suele llevar el partido, pero para poder llevar el ritmo hay que tener mas posesiones de balón y eso no es posible si no dominamos el rebote, forzamos pérdidas, recuperamos o robamos el balón y sacamos rápido de fondo cuando nos meten una canasta.
El ritmo de juego está muy relacionado con la importancia que tiene el juego de intervalos, ese momento de juego que corremos hacia adelante (contraataques y transiciones) o hacia-atrás (balance defensivo), e incluso las defensas presionantes, es decir todo aquello que no es defensa o ataque posicional,
Los equipos que saben cuando conviene correr, cuando hay que establecer mas pausa en el juego, cuando hay que jugar a todo tren, que saben establecer el "timing" y la sincronización en ataque y en defensa, son equipos con personalidad y que tienen unas señas de identidad claras y definidas.
3) El equilibrio de juego
Conseguir que un equipo juegue con equilibrio es otro de los factores influyentes en el desarrollo del juego. Este equilibrio del juego se puede lograr barajando tres aspectos importantes: a) el equilibrio defensa-ataque, b) el equilibrio entre juego exterior-interior y el uso preciso de las rotaciones.
Cuando un equipo tiene una aportación parecida en el juego de ataque y en el juego de defensa es mucho mas coherente y cohesionado, si defendemos y atacamos bien llegaremos a la máxima expresión de su rendimiento.
También es importante el equilibrio entre el juego exterior, jugadores de perímetro (aleros y bases) y el juego interior (pívots). Cuando se hace daño por dentro y por fuera, cuando en nuestros ataques metemos el balón dentro y luego sale fuera, cuando los hombres interiores tienen tanta importancia en nuestro ataque como los exteriores, ganaremos muchos en el equilibrio de juego. Se dice que un equipo con ben equilibrio en este aspecto debe estar en torno al 60% de los puntos de ataque (desde el perímetro) y un 40% desde el interior.
Otra manera de conseguir un mejor equilibrio del juego es el porcentaje de tiros de tres, tiros de dos y tiros libres que se consiga en cada partido. dependiendo de la categoría, un buen porcentaje de triples deberá estar por encima del 33%, de tiros de dos en torno al 60% y de tiros libres en un 75 % aproximadamente. también actualmente se le dá mucha importancia al porcentaje de puntos anotados por cada posesión.
Lejos han cambiado los tiempos en que los entrenadores no usaban mas de ocho jugadores en cada partido, hoy día las rotaciones se hacen cada vez mas necesarias por la intensidad a la que se juega y la exigencia que se ejerce sobre los jugadores de baloncesto, tener unas rotaciones mas amplias y que al menos haya dos por puesto (si no más) se hace imprescindible.
Saber dosificar la actuación de sus hombres rotando su presencia en el campo, es vital y esencial para conseguir un mejor equilibrio en el juego a cualquier entrenador que se precie, dosificar los esfuerzos, mantener siempre en pista a sus jugadores a máxima intensidad, no exponerlos a que se carguen de faltas, conseguir que los mejores lleguen frescos a los finales de partido, etc, hacen que aumente y se mejore el equilibrio de las plantillas y que a su vez ese efecto se traslade al juego.
4) La lectura del juego
Cuando un equipo sabe leer mejor lo que tiene delante y requiere el partido, sabe lo que tiene que hacer en cualquier momento o instante, sabe elegir las mejores opciones, sabe apretar los
dientes cuando hace falta, en definitiva sabe leer y entender mejor el juego, tiene muchas posibilidades de llevarse el premio del triunfo.
Para entender y leer bien el juego es muy importante rodearnos de jugadores inteligentes y que sepan hacer buen uso de la táctica individual, estar dotados de ello hará que también el equipo disponga de una buena lectura táctica como equipo del juego, saber interpretar las defensas del rival, saber defender mejor sus sistemas de ataque, etc.
Esa lectura y capacidad de ver el juego se refiere tanto a los jugadores como al entrenador (no todos los entrenadores ven igual el juego, algunos van mas lejos que otros, nos guste o no).
Ejemplos de ello hay muchos, por poner algunos pensemos cuando un entrenador elige el momento de jugar con dos bases que le den mas velocidad y seguridad de no perder balones ante la presión defensiva del rival muy grande (mayor control del juego).
O el típico pívot que viendo que su defensor no lo sigue se coloca abierto como falso-pívot (pudiendo anotar de tres) y originando para sus compañeros más espacios para penetrar y más facilidades para meter balones dentro.
5) El factor mental
Queramos o no cada jugador tiene una mente distinta, algunos tienen mas fuerza mental y otros menos, a algunos les afecta mas la tensión y las situaciones críticas de partido mas que a otros. Controlar la emociones y la ansiedad se hace necesario en el baloncesto como en cualquier deporte y la vida misma, cuando el jugador está tenso o nervioso comete mas errores, por ejemplo en ataque la muñeca tiembla mas a la hora de jugarse los tiros. Lo mismo ocurre con el entrenador, si se está calmado en el banquillo las decisiones se toman con muchas mas probabilidades de acierto y de éxito.
Hay jugadores que se rinden ante la mas mínima adversidad y hay quién se crece, hay jugadores a los que les pesa mas las derrotas y hay quién es capaz de sobreponerse a ellas y levantarse rápidamente en el siguiente partido. Los jugadores y entrenadores que atesoran mayor fuerza mental, son bastante mas competitivos y eso repercute de forma muy positiva e influyente en el desarrollo del juego y de la competición.